“Primero fue el Consejo de la Juventud, ahora la UPP ¿Quién será el próximo?”
El tiempo y la sucesión de los acontecimientos ponen sobre la mesa la sensación de que todo núcleo social en el que se practique y se fomente la cultura, el pensamiento y la libertad de expresión, se constituye automáticamente en zona de peligro, en alerta roja para los gobernantes del Partido Popular y sectores conservadores más radicales de la sociedad.
¿Qué se estará cociendo en los foros de análisis del mundo actual? ¿Qué se pretende conseguir donde se imparte cultura, se enseña a pensar o simplemente se practica y se orienta en las habilidades y capacidades del individualismo personal? ¿Es peligroso el pensamiento libre? ¿Supone un riesgo la cultura?
Las ovejas deben permanecer en su rebaño, introvertidas, sumisas y solitarias, y no dar la lata decidiendo de pronto que se van a pastar fuera del redil. A las rebeldes se las ata corto o se las sacrifica. Solo el pastor interpreta y decide lo que es rebeldía.
Este modo de proceder por parte de los pastores conservadores, lo van conociendo bien la Universidad Popular de Palencia y el Consejo de la Juventud, dos colectivos que con pocos medios, mucha ilusión y más trabajo consiguen mover miles de personas adultas y jóvenes hacia un enriquecimiento personal y cultural, hacia una socialización, estimulando la participación y la cohesión social de elementos dispersos que encuentra en estos foros amistades, ocupación del tiempo libre, entusiasmo por crear, por aprender, por hacer cosas, un motivo para caminar, un quehacer en el calendario, comunicación, intercambio de experiencias y sensaciones.
-Demasiado peligro, demasiada gente aglutinada haciendo y pensando por su cuenta. Saltaron las alarmas, hay que cortarlo, no podemos dejarlo crecer, el demonio siempre se camufla entre los colectivos…-. Dicho y hecho. Ojalá todo lo que dicen que hacen de bueno lo hicieran tan pronto y tan bien como cuando se proponen perversidades como estas.
En una persecución sucesiva y paulatina las administraciones lideradas por el Partido Popular acorralan económicamente a los colectivos que no admiten instrucciones ideológicas al dictado de nadie. Primero fue el Consejo de la Juventud, ahora la UPP ¿Quién será el próximo?
La pretendida destrucción del Consejo de la Juventud fue un espectáculo bochornoso. La cabezonería del Presidente de la Diputación recortó de raíz la tradicional subvención que venía percibiendo el Consejo para el cumplimiento de sus fines, simplemente porque a ese señor, gestor de dineros ajenos, no le pareció conveniente que la juventud palentina dispusiera de éste órgano propio de funcionamiento. Demasiadas mentes liberadas de la prisión de los adoctrinamientos del poder. Con la otra mano estaba dando bastantes miles de euros a la inquietante Asociación del Sr. Alcaraz, que nada tenía que pitar en Palencia, tal vez como agradecimiento por ser afín a su partido y dejarse instrumentalizar convenientemente contra el gobierno.
La ignorancia es la mejor amiga de la esclavitud y de la docilidad. Se acabó el hacer teatro o manualidades, o aprender idiomas de infieles, el leer textos subversivos al margen del catecismo, se acabó analizar la situación del poder, de la política, de los gobiernos, de la sociedad, se acabó el tener ojos y oídos para mirar el entorno y desarrollarse. En un rebaño hay que guardar la proporción, tiene que haber muchas más ovejas que pastores.
La Junta de Castilla y León ha intentado seguir los pasos de la Diputación. Muerto el perro se acabó la rabia. Ante el eco que ha tenido en la sociedad, no olvidemos que a las actividades de la UPP acuden cuatro mil personas, la Junta ha dado marcha atrás pero, como siempre, se quedan pelos en la gatera, el recorte ha sido de varios miles euros, éste año, para empezar, ya veremos en sucesivos.
Arte, literatura, ensayo, talleres de manualidades, historia, idiomas, opinión, igualdad y… “Atrévete a pensar” ¿es ahí donde duele? La cultura hace crecer las alas de la libertad, puede provocar rebeldías. La derecha y los sectores más conservadores lo quieren todo atado y bien atado. Cultura en su justo punto y de contenidos controlados, a ser posible un poco más para las élites fieles al mantenimiento de la estructura social al viejo estilo piramidal. Que los ciudadanos vayan saliendo a la calle convertidos en rinocerontes, como en el ensayo de Ionesco. http://elisadocio.com