Ultradivinos y «destroyers»

      Hay quien se cree divino por el mero hecho de pensar y comportarse como los que se creen divinos. En política hay muchos de estos, personajillos que han sido ninguneados en su casa, tenidos por menos en comparación con sus hermanos más inteligentes y capacitados, o menoscabados en su autoestima por padres demasiado exigentes o ineptos educadores. El campo político de nuestro tiempo es perfecto para que puedan descollar y sacudirse los complejos. Dar una orden y que subordinados les obedezcan sin rechistar les debe provocar un subidón orgásmico inconmensurable. Si antes de ocupar cargos públicos no eran narcisistas el poder saca a luz esa propensión que ya tenían. Hoy no hay oratoria ni dignidad, falta poso cultural y altura de miras. Los extremos radicales son los más aptos para acoger a estos presuntuosos que insultan y muestran su músculo mental más visceral y egoico sin más utilidad práctica que la destrucción. O acaso sea ese el propósito. La derecha española nunca fue demócrata solo acepta el juego si gobierna, se considera depositaria directa del poder divino, sus elementos han nacido para mandar y para que nadie les mande. Son como el mal compañero de juego que si pierde se lleva la pelota porque es suya y no hay más que hablar. La derecha española no piensa en cooperación ni en reconstrucción solo en tomar el poder y construir su feudo sobre la democracia que haya destruido porque Su verdad es la que vale. El que no triunfa es un fracasado que no se esfuerza, no merece ni agua y mucho menos un Ingreso Mínimo Vital. Ellos, su clase y sus descendientes son los capacitados para dirigir, no quieren que les hagan sombra los hijos inteligentes de los pobres, si no pueden estudiar que trabajen, que les lleven las pizzas y les hagan los recados. Así es su orden divino.

Diario Palentino, 31 de mayo de 2020.

Los indecentes

           Como la mala hierba, los indecentes crecen tanto en regadío como en secano. Son inherentes a la condición humana y tienen su utilidad, nos sirven para contrastar y poder valorar a las buenas personas, las que son coherentes, razonables, magnánimas y solidarias. En tiempos de calma chicha muchos indecentes se camuflan, están agazapados a la espera de inestabilidades, tormentas o desastres para salir de sus huras, aprovechar debilidades y hacer de las suyas. Con motivo de la pandemia que nos confina, estos indeseables multiplican su presencia pública, no lo pueden evitar, son aviesos carroñeros. Y como no hay mejor explicación que buenos ejemplos, procedamos. Malnacidos que persiguen a sanitarios, limpiadoras, repartidores, cuidadores de residencias y demás seres humanos que, con generosidad, se arriesgan para devolvernos la salud, cuidarnos o proveernos de lo que necesitamos; que les dejan en los portales avisos de repudio, insultos o dañan sus enseres. ¡Ojalá no tengan que ir al hospital, ni ellos ni sus familiares!

         Otro prototipo son los impresentables que por su eco social debieran dar ejemplo de civismo y responsabilidad, léase Aznar que se fue a Marbella, o Rajoy que sale a correr, porque a ellos nadie les tiene que decir lo que tienen que hacer, y los demás humanos les importan un huevo. El colmo de la carroñería más obscena sale de las pútridas bocas de la ultraderecha española (VOX y parte del PP), que montan chiringuitos para fabricar calumnias, mentiras y acosos; Twitter les bloquea miles de cuentas cada día. O que Casado critique la gestión del Gobierno y cuente en (inmundas) residencias de Madrid el 70 por ciento de los mayores fallecidos. Los millones de parados que han votado a estos energúmenos debieran ir a recolectar la fruta que recogían los inmigrantes despreciados.

Diario Palentino, 19 de abril de 2020.

 

El muy católico pin parental

          Esos católicos que no quieren que sus hijos sepan que hay pobres, que explotamos a gentes en sus países y luego se ahogan en el mar cuando vienen a por las migajas que les podamos dar; no quieren que se enseñe que los cuerpos de las niñas y de las mujeres no están al servicio de la lujuria de los hombres; que no se enteren de que hay gente mayor que ha trabajado decenas de años en trabajos duros con salarios de miseria y que ahora al final de sus días tienen pensiones de la misma dimensión miserable. Los papás y mamás de la derecha de este país no quieren que sus vástagos tengan competencia y degradan la escuela pública para financiar la privada que solo ellos pueden pagar, no sea que los hijos inteligentes de los pobres enmienden la plana a los suyos y los dejen a la altura del betún. Los buenos cristianos de la derecha carca no consideran hijos de su Dios a los que no pueden pagar la renta y son expulsados de sus viviendas. Tampoco lo son los que tienen que acudir a comedores y ayudas para sobrevivir porque no son ladrones de guante blanco de esos que sí son hijos de la Iglesia y ahijados de obispos. Estos belicosos y superpatriotas papás quieren adoctrinar a su prole en casa para que nadie les estorbe cuando les cuenten que la homosexualidad es una perversión y hay que perseguirla y tratarla, que los inmigrantes son gente peligrosa, que quien no tiene dinero es porque administra mal su escasez, que una familia es solo como ellos dicen, que hay que ser competitivo por encima de todo y de todos porque la empatía es muestra de debilidad. Que para falsificar títulos, máster y curriculum ya están ellos que se pueden pagar cursos caros en cuyo precio ya entra el sobresaliente sin acudir a clase ni estudiar. Esto es grosso modo y en sentido amplio lo que busca el famoso pin parental.

Diario Palentino, 19 de enero de 2020

Traiciones de la mente (vota ultra)

          Dicen los sapiens que estamos hechos de culpa y miedo, que las decisiones más importantes de nuestra vida requieren valentía y entereza para sortear esos dos límites y que nadie está libre de las tribulaciones de la mente. En la actualidad vivimos invadidos por estímulos externos, redes sociales, televisión, publicidad invasiva, queremos abarcarlo todo, estar al día en lo que nos cuentan, que no es lo mismo que lo pasa en realidad, estamos contaminados de información manipulada. La muestra se ha visto clara en la reacción de los andaluces. Se entiende que después de tantos años de gobierno monocolor la gente quiera cambiar a la espera de recibir algo mejor. Pero qué habrá hecho Susana Díaz para frustrar hasta tal punto las expectativas de sus votantes (es lo que pasa con los animales políticos, gestados y criados en los partidos sin más oficio ni futuro que el sillón, que mueren matando). El PSOE andaluz ha conseguido que los pobres no acudan a las urnas. Jornaleros, dependientes, parados… las personas más desfavorecidas se han quedado en casa el día en que se decidía sobre su sanidad, su educación, sus derechos civiles, su vivienda o sus condiciones laborales. Lo han dejado en manos de una advenediza e insaciable burguesía andaluza. Estupendo, terreno abonado para que el discurso del miedo exhibido por la derecha haya calado: los inmigrantes vienen a robarnos el bienestar, trabajan más barato, son delincuentes, nosotros os defenderemos, reconquistaremos España, la una, grande y libre. Y en letra pequeña: bajaremos los impuestos a los ricos, tendrás pensión si te haces un plan, si quieres sanidad paga un seguro privado, habrá escuela pública para pobres y concertada para élites, las mujeres maltratadas no existen. Somos tu salvación.

«Diario Palentino, 13 de enero de 2019»

Queridos Magos de Oriente… 2019

           Y digo magos porque en la leyenda original no consta que fuérais reyes, después algún iluminado os añadió la sangre azul para daros pompa y linaje. En cualquier caso, es tanta mi preocupación que, con la misma emoción e intensidad con la que os escriben los infantes crédulos, yo pongo todo mi empeño en exponeros a renglón seguido mis tres peticiones, a saber:

  1. Que los ciudadanos, que saben leer y escribir, opten por dedicar unos momentos al día a pensar con juicio propio, que de verdad no duele y es muy sano. Que filtren lo que les meten por los ojos, por los oídos, por el wasap, por el Facebook, en la barra del bar, por los foros… Que se sienten en silencio veinte minutos en soledad y analicen el batiburrillo de información interesada que nos contamina los pocos valores de solidaridad, empatía y justicia que conservamos vírgenes en nuestras esencias.
  2. Que algunos políticos, aspirantes y/o candidatos, se caigan del caballo, que no se hagan daño pero que, como Pablo de Tarso, se den cuenta de que están en el camino equivocado al perseguir a las mujeres, a los diferentes, la libertad de expresión; que vean que es un error resucitar al que lleva encima un millón de muertos y pretender destruir el bienestar de la mayoría para enriquecer a unos pocos. Por favor, con vuestra magia haced que recuperen el juicio y se sienten a sentirse también, y con la mano en el corazón escuchen en palabras de su propia voz lo que están proponiendo y se les despierte el alma humana que tienen aletargada.
  3. Vosotros, Magos de Oriente, protegednos de quienes nos quieren convertir en esclavos ideológicos, mermar nuestros derechos más básicos y arrastrarnos a un escenario político violento porque en terreno enfangado el inmoral siempre gana.

«Diario Palentino, 6 de enero de 2019»