Jueces misóginos

La justicia debe ganarse el respeto

           Cada vez que se publica una sentencia controvertida, en la que hay por el medio una mujer, arden las redes. Los machirulos sacan las peores sombras de sus esencias. Hace falta buena educación desde la infancia para aminorar la concepción patriarcal de nuestra sociedad en la que todo el mundo tiene derecho a juzgar públicamente a la mujer de las peores formas imaginables. Y a esto le da pie la existencia de jueces misóginos, como el que dirigió la condena y posterior puesta en libertad de los miembros de La Manada o, recientemente, el que se ceba con una madre maltratada que solo quiere proteger a sus hijos. Hay párrafos en ambas sentencias en los que en vez de juzgar al malhechor se juzga a la víctima por ser mujer. Ante la desairada reacción popular salen en tromba miembros de la judicatura y de la fiscalía reclamando un respeto para la justicia, pero el respeto hay que ganárselo y denigrando a la mujer no se gana. Tendría que ser el propio poder judicial quien tuviera bajo control a estos especímenes y no les dejara intervenir en especialidades del derecho que impliquen directamente sentimientos, emociones y humanidad. Que los envíen a juzgados de lo mercantil o de lo contencioso-administrativo donde no puedan victimizar aún más a las víctimas. En Alicante el abusador sexual de un menor es absuelto porque incurrió en error sobre la edad del abusado. En Molins del Rey, seis detenidos por la violación y abandono de una mujer son puestos en libertad. En Cantabria los jueces no ven «uso de violencia» en el abuso sexual continuado a una niña de cinco años porque no lloró ni gritó pidiendo auxilio y aceptó regalos. En Las Palmas se despacha con dos años de cárcel un profesor universitario que abusó de una niña de cinco años hasta que cumplió diez. Con estas consideraciones cómo vamos a creer las mujeres en la justicia.

«Diario Palentino, 29/07/2018»

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Sexo y Violencia

       El debate nacional de esta semana se centra en los temas más desagradables, los delitos contra las personas. Asesinos en serie, violadores múltiples, pederastas, etc. La peor escoria de la sociedad ocupa los mentideros. La sentencia para la Manada parece estar retenida, la anunciaron para finales de enero, se la espera con expectación por la contestación social que provocó el desarrollo del juicio y porque se acerca el 8 de marzo. Las mujeres estamos preparadas para dar la batalla contra todo lo que suponga una merma de nuestra integridad física, moral y social o nos ponga en entredicho los derechos y libertades cívicos y personales. Las lanzas están levantadas, a quien se le escape la más mínima chispa sospechosa se convertirá en blanco de todas las furias concentradas.

        La cadena de denuncias por acoso, abusos y violaciones va a continuar, se ha abierto la caja de los truenos. Militares, sacerdotes, entrenadores deportivos, productores y directores de cine, hombres con ascendente moral y poder para arruinar la vida de menores y jóvenes vejados y amenazados. Niñas y niños adolescentes abducidos, todo vale a las mentes degeneradas. Lo que sale a la luz y lo que está medio oculto, como lo que cuentan unos escabrosos vídeos titulados Caso Bar España que han aparecido a raíz del 25 aniversario del crimen de las niñas de Alcàsser. Violencia depravada en grado superlativo. Las noticias nos abruman; adolescentes asesinan a dos ancianos, un chico de 14 años mata a su hermano de una puñalada,  y para remate el atroz esperpento de un niño de 9 años violado por sus compañeros en el patio del colegio, ese lugar donde dejamos los padres a nuestros hijos como el lugar más seguro. ¡Qué horror!

«Diario Palentino, 11/02/2018»

De tal palo tal astilla

cr-npwbxyaelmm0Los menores violentos dicen todo sobre sus padres incívicos

            Violencia en las aulas, violencia en el deporte, violencia contra las niñas y contra las mujeres, es la noticia-desayuno más desagradable de todas las mañanas. Pero lo más vomitivo es la respuesta de sus adultos, padres de los agresores que para defender a su prole empiezan y acaban señalando a la víctima como causante de la situación, porque, dicen, provoca o difama. Así se van criando pequeñas bestias que pueden llegar a convertirse en elementos de “La Manada”, bravucones machotes que irán haciendo valer sus supremacía en todos los ámbitos de la vida, si no es con artimañas será por la fuerza.

            Un niño se suicida por no soportar el acoso cruel de sus compañeros. Padres histéricos gritan insultos racistas a un pequeño jugador de color del equipo contrario porque es mejor que sus hijos. Profesores y directores de colegio, amparados por los políticos de turno, faltaría más, cobijan y diluyen lo que por su oficio debieran perseguir. Padres que obvian las trastadas de sus hijos en casa ajena, que ríen si les multan por orinar en monumentos nacionales, que alientan a ser más y más, por encima de todo y de todos. Padres que exudan agresividad como forma habitual de comportarse. Así, la sociedad se va adaptando. Ya muchos hoteles avisan: Solo adultos. Un recepcionista explica que a quien no había que admitir era a los padres, porque los niños pequeños cuando están solos se comportan mucho mejor.

            Lo más repugnante de los últimos aconteceres violentos gira sobre la violación en los sanfermines y la respuesta de familias de los agresores cebándose en la víctima. Recordemos eran cinco machotes salidos violando a una chica de 18 años en un portal de Pamplona, y otra en Córdoba; entre ellos, tres con antecedentes penales, otros dos son guardia civil y militar, de esos que han jurado defendernos. Las conversaciones previas de su chat dan para montar todo un culebrón macabro, cloroformo, reinoiles, cuerdas, luego queremos violar todos, follándonos a una entre los cinco, soy cinturón negro comiendo coños…  etc., Y después, como se esperaba, llega el cinismo: ella miente para salir del paso, no se sabe de qué paso necesita salir salvo del horror de la violenta y agresiva humillación que nunca olvidará. Ves los hijos, imagina los padres. La violencia sobre las mujeres, todo tipo de violencia, siempre tiene origen en la propia familia. 

«Diario Palentino, 20/11/2016»

 

Mujeres, armas de guerra

“Gadafi provee de viagra a sus tropas para humillar a los rebeldes violando a sus mujeres”

Parece un misterio irresoluble porqué el honor de los hombres siempre se ha encontrado entre las piernas de las mujeres. Raptar, violar y convertir en esclavas a las mujeres del enemigo ha pretendido muchas y variopintas explicaciones antropológicas, sociológicas, económicas, psicológicas y de todo tipo pero lo cierto es que con independencia de la causa, hoy sigue ocurriendo.

A raíz del juicio abierto por el Tribunal internacional de La Haya contra el ex comandante serbiobosnio, Ratko Mladic, llamado el  Carnicero de los Balcanes, han salido a la luz escalofriantes hechos y cifras acaecidos durante la última guerra civil europea en la década de los noventa. Las cifras de muertos, heridos y torturados nunca podrá ser exacta, siguen apareciendo fosas comunes con cientos de cadáveres. Y en esta vorágine fratricida en la que tuvo su muy confuso papel el ejército comandado por la ONU, se ha calculado que unas veintidós mil mujeres y niñas fueron encerradas y convertidas en esclavas sexuales del enemigo.

Igual que en cualquier tiempo de guerra pasada, agredir sexualmente a las mujeres era considerado el mayor y más desmoralizante deshonor para oponente Lo mismo por parte de los nazis que por los comunistas durante la II Guerra Mundial. En nuestra propia Guerra Civil Española, el demente, digo Teniente Coronel Franquista Queipo de Llano, arengaba a sus tropas desde la radio con el siguiente alegato:

“Nuestros valientes Legionarios y Regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y, a la vez, a sus mujeres. Esto es totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen.”

A pesar de ser calificado como un delito, en la guerra de Vietnam fue práctica sistemática. Tan crueles eran las agresiones que preferían morir si eran capturadas. Las mujeres preparaban para sí y sus hijas unas pequeñas fundas de cuero portando una cuchilla fina de afeitar. Si eran atacadas se introducían este elemento en la vagina de modo que al ser penetradas el agresor se cortaba y quedaba inútil o se desangraba, ellas por supuesto morían también.

La última y reciente escalofriante noticia es la aplicación de los nuevos recursos científicos con los mismos fines. El furioso y descontrolado tirano libio, Muamar el Gadafi ha ordenado a sus tropas y seguidores humillar a los rebeldes ejerciendo sistemáticamente violencia sexual contra sus mujeres para lo que provee a los aspirantes a violadores, de pastillas de viagra.

Violaciones brutales, salvajes, deliberadamente ordenadas y sistemáticas para prolongar el sufrimiento de las mujeres, humillarlas y hacerlas despreciables a sí mismas y a los ojos de sus propios maridos e hijos, si acaso estas o aquellos sobreviven al final de los conflictos. No hay ser vivo conocido, más cruel y despiadado que el hombre, criatura de creación divina autocoronado como Rey de la Naturaleza. ¿Hay que felicitar a la divinidad por su “obra de arte”? «Periódico CARRIÓN, 16 de junio de 2011»

Mujeres violadas

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“Tal vez nadie pueda saber a ciencia cierta si es o no fruto de una violación de su padre para con su madre”

Que nadie se eche las manos a la cabeza, ya es tiempo de hablar con claridad de los temas que atañen a las mujeres, de la cruda realidad. Sigue leyendo