Así lo entiendo yo. el PP, Cospedal y Villarejo

María Dolores de Cospedal García, política de larguísimo recorrido. A sus cincuenta y dos años ya ha sido senadora, diputada, presidenta de Castilla-La Mancha, consejera en Madrid, secretaria de Estado, ministra de Defensa, Secretaria General del PP…, siempre contestada y contestona, con ese carácter entre flemático y amargado, nunca la vimos reír con soltura, es una notable superviviente en un partido político, que como en los demás, los codazos, las zancadillas y el machismo están a la orden del día. En algo tuvo que destacar, una especialidad insustituible como la descarnada falta de ética, o saber muchos y oscuros secretos, para evitar que los antagonistas de su propia formación no hayan podido eliminarla antes del tablero. Ya lo dijo Hitler, la base del poder está en disponer de una buena información. Nada más Maquiavélico que mantener a otros a raya a base de la extorsión. Se empleó a fondo en los trabajos sucios, dio la cara defendiendo aquello que le valió el título de Dña. Finiquito; acusó a la oposición e inventó, cuanto la imaginación puede dar de sí, rocambolescas tramas merecedoras de premios de novela negra, mientras ella misma ponía en práctica lo que proyectaba en otros. Muy psicopático. La última fue querer montar un guion acusando a Soraya Sáez de Santamaría, poco menos que de las grabaciones de Villarejo. Pero, en el PP los actos delictivos en beneficio del partido se ignoran si no se manifiestan, si no lo ven los hombres no es pecado a los ojos de Dios, porque si no, el descubierto es condenado al ostracismo, nadie le quiere, todos le repudian, su voz quejumbrosa hace eco, da asco. Así ocurrió con Rita Barberá (RIP) y tantos otros. Hasta el Propio Casado, que le debe el puesto, la trata con desdén. Están a un tris de llamarla, esa señora, todo llegará.

Diario Palentino, 10 de noviembre de 2018

“Baratito, que estamos tiesos” Cospedal

De veras me encantaría sentarme a escribir mi colaboración dominical y no tener nada que decir del Partido Popular, pero es que no me dan tregua, cada día salta un titular en el que algún miembro del PP ha hecho algo que no debía o ha lanzado algún improperio ofensivo contra el pueblo español a través de sus representantes. Para reírse, por no llorar, es la trascripción de la grabación sobre el encargo que hace el marido de Dolores de Cospedal al presunto pluridelincuente excomisario Villarejo para que investigue a Javier Arenas y prepare un “dossier”, pero «baratito, porque estamos tiesos»; a lo que el hábil expolicía responde: «Cómo le voy a cobrar al partido», «Otra cosa es que cuando venga algún pago, o algún empresario o lo que sea, en un momento determinado digáis: «Oye, contratad a este que es de confianza».” Queda patente que en el Partido Popular ni los propios compañeros están a salvo de las insidias de la dirección. Pero en eso que se entiendan ellos, si es que pueden. Lo peor fue el otro encargo, el de los “trabajos puntuales” para desmontar o entorpecer la investigación sobre la trama Gürtel; “Los gastos me los pagaréis” “Ella dijo: «claro».” Pero nadie consiguió estropear el pendrive que contenía la información comprometida. Y, esa señora, con su tentativa de delito expuesta a plena luz, sigue ahí, Y Casado, aunque cuatro días después y con la boca pequeña, la defiende, porque si cae se le viene abajo el chiringuito que ella capitanea en el sector del partido que le apoyó frente a los sorayistas. Y, de qué manera se aparta la atención del público de la podredumbre del PP, inventando noticias falsas, lo que ahora llaman fake news que con la ayuda de la prensa amarilla se proponen inducir a error, crear duda y manipular la opinión pública.

Diario Palentino, 3 de noviembre de 2018