Lo que pidamos se nos dará

17D_recortes_UGT1-300x199“Ningún partido nos dará lo que nos ha quitado cuando ha tenido ocasión”

      En la política de los últimos años retumban en nuestros oídos las monsergas repetitivas de viejas voces, o de caras nuevas con los mismos eslóganes que ya no ilusionan a nadie. La forofez incondicional no se mantiene después de tantos desencantos y tantas traiciones. Qué los ciudadanos somos responsables de las consecuencias de nuestro voto, nadie lo duda. Entretenidos que andamos entre el fútbol, las telenovelas y los grandes hermanos se nos echa encima el tiempo de otorgar poderes sobre nuestros destinos y lo hacemos a lo loco, como un trámite más, lo que quieras y después comemos.

     Estar al día de las noticias es de locura, nos acaban atrapando el inconsciente y nos ponen de mal
humor. Mucho mejor conformarnos con insultar al árbitro que pitó erráticamente, al guionista que escribió un final que nos disgusta, al juez que falló en contra de los nuestros. Nos damos un momento de ira espontánea y volvemos a los quehaceres para después echarnos en brazos de los insulsos entretenimientos que nos sirven en bandeja con solo apretar un botón. Pensar duele, ya lo creo, requiere sentarse y analizar, no estamos hechos para elaborar pensamientos propios, mejor seguir bien integrados en el rebaño y que decida el pastor. Acaso somos ingenuos, y como incautos creemos lo que nos cuentan en campañas plagadas de promesas cuyo cumplimiento olvidamos exigir, y dale al botón otra vez. Hay que ver, mi reino por un plato de lentejas

     Pero, cuidado, suenan voces en la Derecha, como la de la periodista Isabel San Sebastián, que lamenta el “dineral” que cuesta que los ciudadanos acudan a votar, y califica los múltiples comicios de 2015 como un costoso “guateque” que paraliza el país. El comentario es terrorífico, espeluznante, nos lleva, como es propio de la derecha, a eliminar todo aquello que no sea crematísticamente rentable de inmediato en los balances contables. Traducido, ni la educación ni la sanidad públicas, ni el subsidio de desempleo, ni la protección a las familias, ni las becas universitarias, ni los derechos de los trabajadores, ni la justicia, ni…, ni…, ni…, nada que huela a Estado social y democrático de Derecho es rentable económica y contablemente para una ideología que busca retornar a la cuasiesclavitud como sistema de organización social.  Mejor pensar antes de votar, el futuro está cerca y en nuestras manos.

«Diario Palentino, 22 de marzo de 2015»

A pesar de la corrupción

Si ponemos en el poder a los corrompidos ya sabemos lo que nos van a poner para cenar. En cada proceso electoral tenemos en nuestras manos el menú que nos servirán los siguientes cuatro años. Ya podemos ir pensando. De verdad, pensar no duele, es cuestión de practicar.

La corrupción es la corrupción, no admite disfraces ni adornos, venga de donde venga. Si ponemos en el poder a los corrompidos ya sabemos lo que nos van a poner para cenar. En cada proceso electoral tenemos en nuestras manos el menú que nos servirán los siguientes cuatro años. Ya podemos ir pensando. De verdad, pensar no duele, es cuestión de practicar.

A pesar de la corrupción

Suele ocurrir que los electores mentimos como bellacos cuando nos preguntan qué opción política votamos. Es, además de un derecho constitucional, un secretito que nos gusta guardar por aquello de que le importa a nadie lo que hace nadie. Luego las sorpresas deslumbran cuando las encuestas se equivocan radicalmente y nos damos cuenta de lo que gozamos mintiendo, después de todo mentir produce ese subidón de dopamina que tanto nos coloca

Pero en un siglo agitado por las catástrofes naturales, los contratiempos económicos, el desorden mediombiental y en general el caos que nos muestra un planeta enfadado con el trato que le dan sus habitantes, lo más chocante es la flagrante crisis de las potentes y aglutinadoras ideologías que generaron los regímenes gubernamentales en el siglo XX.

Capitalismo y socialismo se disipan en una paulatina pérdida de contenidos cada vez más inoperantes ante las nuevas circunstancias. Un nuevo orden mundial se va creando. El pánico al terrorismo islamista, el fraude del capitalismo voraz como sistema económico, la insuficiencia del socialismo como doctrina útil para el reparto justo de la riqueza y la eliminación del hambre en el mundo, la superación de los prejuicios raciales en USA y la emergencia de países superpoblados, pero muy laboriosos y disciplinados (China e India), que avanzan hacia la cabecera financiera mundial, son algunos de los rasgos que definen la primera década del nuevo siglo. Sin embargo las microideologías crecen en número y atomización.

Somos por un lado pensadores en la uniformidad y nos dejamos engañar frecuentemente por los mensajes publicitarios que nos sirven los medios de comunicación social, sean comerciales, políticos o informativos, pero por otro nos gusta pertenecer a grupúsculos, tribus urbanas, tendencias con todo su elenco de vestido, calzado, argot, modas marginales o simplemente asociaciones para tener voz y poder manifestar leves disconformidades. Es decir queremos ser diferentes de los demás pero no mucho. Sin embargo en el fondo somos unos ilusos, nos dejamos engañar con gansa facilidad sin darnos cuenta de la responsabilidad que declinamos cuando no escarbamos suficientemente debajo de los mensajes y sobre todo de los hechos.

A pesar de la corrupción – Diario Palentino Digital.