Insultando a las familias

Decir que los dependientes atendidos en su casa por sus familiares reciben cuidados “informales” y de menor “calidad” que los que presta personal ajeno es irritante y ofensivo.

       Con lo fácil que le hubiera sido a la Consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades decir que los RECORTES le obligan a mermar la Prestación Económica de Cuidados en el Entorno Familiar, sin embargo lo justifica en que lo que pretende es: “garantizar una atención de calidad”…, “profesionalizada”, “reduciendo progresivamente los cuidados informales”.

            Decir que los dependientes atendidos en su casa por sus familiares reciben cuidados “informales” y de menor “calidad” que los que presta personal ajeno, a cargo de una empresa y por unas pocas horas no deja de ser irritante y ofensivo. Sin menospreciar el servicio de esos trabajadores de Ayuda a Domicilio nadie puede compararlo con el cariño y las atenciones familiares de un ser cercano.

            Pero el alegato de la Sra. Consejera no queda ahí. Se escuda en “una serie de medidas acordadas por las organizaciones sindicales y empresariales (¿?) que integran la Mesa de Diálogo Social, así como colectivos afectados (¿?)”. Debe  ser verdad porque ninguno lo ha negado. Y añade: “evitar la pérdida de empleo de profesionales del sector”, para quien pueda pagarse un Asistente Personal en un Programa Individual de Atención, previa presentación de facturas, se le rembolsará hasta 678,50 €. Que levante la mano si hay alguno.

            Recordemos que estas ayudas iban destinadas a familiares que sacrificaban tiempo de actividad remunerada o de ocio para atender a los dependientes, que eran principalmente mujeres en el ámbito rural o urbano, hijos e hijas que a turno se repartían el cuidado de los mayores. Era una compensación ya de por sí miserable que nunca llegó a aplicarse debidamente porque a esas cuidadoras nunca se les dio de alta en la Seguridad Social para que tuvieran un futuro de pensión como preveía la Ley originaria, hoy defenestrada.

            Tal vez lo que sobra sean todas las consejerías autonómicas de tan pomposo nombre, ruinosa gestión, y sus cargos aledaños dedicados a hacer desaparecer las Casas de Acogida, los Puntos de Encuentro Familiar, etc. o a asignar la gestión de los que queden a colectivos de tan dudosa preferencia por el bienestar de las familias como los Legionarios de Cristo o la Asociación de Padres Separados.

«Diario Palentino, 7 de octubre de 2012»