¡Y, llegan los nuevos…! «Sopa de letras»

KVNwkIAPpeZCKPi-556x313-noPad«Necesitamos políticos de calidad, preparados, generosos, solventes, capaces ¿Es mucho pedir?»

             Las nuevas formaciones políticas que pretenden entrar en liza para regir nuestros destinos pueden prometer y prometen el oro y el moro porque no tienen pasado político, ni bueno ni malo, se les supone honestidad y honradez, la inocencia se presume y la esperanza nos salva de la desesperación.

            Lo que corrompe es la permanencia en el sillón. Nadie mete la mano en la hucha ni trapichea nada más llegar, es el tiempo que va descubriendo los arrabales y callejones del submundo dónde las tentaciones hacen su agosto.

            El más antiguo partido de los recientes, UPyD, vive enfangado en sus disquisiciones internas. Rosa Díez, que tanto se quejó de la estructura estalinista del PSOE, ha olvidado su proclama de limitar a dos legislaturas la ocupación en el mismo cargo. UPyD es su partido, propio y particular, su peana indiscutible. Fulmina a quién tome iniciativas, como el europarlamentario que insinuó pactar, y mantiene al misógino e incendiario Tony Cantó.

            En Podemos, casi antes de nacer ya hay división, y es que para figurar como actor en el sistema hay que adaptarse a las normas de juego del sistema, crear una férrea estructura como la que se denostaba en sus orígenes, la que no funcionaba, la que no nos gustaba. Una cadena de mando y representación, no se puede gobernar mediante asambleas.

             Ciutadans asume mostrar la cara amable de un centro-derecha. Ganemos, proporciona una nueva imagen para el mensaje de la deteriorada IU. Vox, se va a caer por el precipicio de la ultrarradicalidad fuera de tono. Entre los antiguos, el PSOE da bandazos para salvar los trastos, y el PP huele que apesta a corrupción y negligencia.

            Ahora, en la Justicia se dan cuenta de que nuestro Código Penal está destinado a castigar a los “robagallinas”, no a los grandes ladrones de las alturas institucionales. Y, es que los tipos del Código Penal los redactan y aprueban ellos, los propensos a llevárselo a lo grande y falsificar las cuentas de los partidos.

            Desolador panorama. No tenemos políticos a la altura de los graves problemas de España, los que hay se dedican a cercenar derechos personales, sociales y ciudadanos, o a consentirlos, y los que vienen…, es un misterio.

·Diario Palentino, 26/10/2014″

 

 

Nos lo debéis…, y os lo exigimos ¡ya!

gallery_pic_6880_69716Partidos y sindicatos, instrumentos de la democracia criados a nuestros pechos

            Os hemos nacido y alimentado, habéis crecido a nuestra costa, con nuestro permiso y el sudor del duro trabajo de millones de españoles, pero sois hijos desagradecidos, tramposos, mentirosos y fantasmones. Os habéis aprovechado de nuestro beneplácito, de la encomienda de funciones que desempeñáis irresponsablemente pensando solo en vosotros, en satisfacer vuestro hedonismo y el de la comparsa que canta loas a vuestro pésimo trabajo.

            Nuestros dineros os mantienen. Sedes, sueldos, mítines, programas, viajes, la libreta B y hasta escarceos que mejor no mencionamos, todo pesa sobre nuestra chepa de contribuyentes cada día más expoliados. Un paso que damos nos cuesta dinero, pero cada paso vuestro nos machaca, a cambio lo que recibimos merma exponencialmente.

            Y, como tanto peca el que mata como el que tira de la pata, de lo que nos está ocurriendo sois responsables todos. Quienes gobiernan porque bajo su apariencia de obtusos llevan milimétricamente un plan de destrucción generalizada, silencioso pero constante, estratégicamente bien trazado para conseguir el poder absoluto a base de hambre, hambre física y mental, desilusión, desesperanza, desconsuelo. Una vieja estratagema aplicada en su cara negativa: “tanto si crees que puedes como si no, tienes razón”.

            La corrupción nos avergüenza, dentro y fuera del país. De raterillos de poca monta y pícaros lazarillos, hemos pasado al fétido mundo de los grandes sinvergüenzas camuflados en empresas.com y cargos políticos que ya no elegimos porque nos vienen impuestos en aplicación de ilegales estatutos que nadie impugna.

            Todos a una Fuenteovejuna, pero “ellos” contra nosotros, el pueblo soberano. La corrupción corre como la pólvora porque el poder produce soberbia y vanidad en mentes débiles de intereses camuflados bajo ideales. Se nos caen las lágrimas. El Gobierno del PP huele que apesta. El PSOE no se entrega a muerte haciendo oposición. Los sindicatos han “defraudado” en todos los sentidos. Los “pactos secretos” (de do ut des y agresión comedida) suscritos entre todos ellos nos desfondan.

           Tal vez todos sean ya demasiado viejos. Más vale construir una casa nueva que arreglar una ruina. VOX, Ciutadans, UPyD,  movimientos cívicos y nacionalistas emergentes, etc., inmaduros pero puros, como los niños. ¡Otra transición! Esta vez, larga y dolorosa.

«Diario Palentino, 25/01/2014»

 

A setas o a Rolex I/II

“La sequía imaginativa acompaña a los rostros y a las voces del fracaso”

Demasiados dilemas acuden simultáneamente al PSOE, sus simpatizantes, votantes y afiliados estamos absortos en la confusión, intentamos desenredar la madeja para poder tirar del extremo de una hebra y comenzar a devanar un nuevo ovillo con la misma lana ideológica, la única hasta el momento que vela por el Estado de Bienestar, la democracia en avance y la igualdad de oportunidades. Por  ahora no se ha enunciado teoría mejor que sirva a una mayoría social.

Para empezar, no hemos sabido decidir a tiempo si era mejor atacar al adversario o callar esperando que se quemase en su propia hoguera de los recortes mientras soportábamos la cantinela de la herencia. Resultado: varios millones de ciudadanos afectados de una fuerte sensación de orfandad y abandono sin saber a dónde mirar.

Cuando nuestros portavoces deciden intervenir activamente, algo tarde, lo enfocan en la crítica a toro pasado, comunicando lo que ya todos sabíamos, sufríamos y habíamos comprendido a duras penas, en solitario y en las propias carnes. Muerto el burro, la cebada al rabo. Llegamos tarde otra vez.

De pronto, nuestros iluminados dan la vuelta a la parrilla y consignan que denigrando al Partido Popular tampoco se da buena imagen, ahora consideran que es el momento de las ideas, de las propuestas en positivo y piden a voz en grito aportaciones.

Pero… ¡ah!, eso es precisamente lo que les falta, ideas. La sequía imaginativa acompaña a los rostros y a las voces del fracaso. Nuestros coroneles son un ejército de perdedores en sus feudos y en sus comicios, cuanto más perdedores más medallas. Así somos, así hemos sido, lo sembrado es recogido.

Y seguimos paso atrás. Los gerifaltes que deciden sobre el destino de sí mismos y el futuro de millones de españoles que creyeron un día en el PSOE, acuerdan por unanimidad que ni hablar de cambiar nada, o todo para que nada cambie, qué más da. Hay quien dice que “refundar” o “reinventar”, unos se refieren al PSOE, otros al socialismo democrático, confundiendo al asno con las alforjas, como si fueran una misma cosa. Y nos suena a pantomima de entretenimiento. Otra vez, otra más.

www.DiarioProgesista.es, 4 de noviembre de 2012

 

«La renovación Lampedusiana» Ignacio Escolar.

Interesante reflexión.

www.escolar.net.

De los barones, el PSOE puede pasar a los hidalgos.

Hace apenas seis meses, cuando fue proclamado candidato, ¿alguien podría haberse imaginado que Alfredo Pérez Rubalcaba intentaría alcanzar la Secretaría General del PSOE después de una estrepitosa derrota, con sólo 110 diputados? ¿Y que lo lograría? Ante su peor crisis desde que llegó la democracia, el PSOE ha optado por aparcar la renovación que prometía Chacón y replegarse sobre su esencia más pura –el nuevo secretario general lo es, para lo bueno y lo malo–. Triunfó la propuesta lampedusiana: “Cambiar el PSOE para seguir siendo el PSOE”. Que todo cambie para que no cambie nada.

El futuro de un partido de más de doscientos mil militantes y millones de votantes se ha decidido entre 956 delegados y por sólo 22 votos; habría bastado con que 12 de esas personas se hubiesen decantado por el otro bando en este anacrónico sistema de elección de liderazgos para que el resultado hubiese sido otro. Fue Felipe González en persona quien cambió las tornas del congreso durante la noche del viernes, quien habló personalmente con algunos de los delegados andaluces que se habían pronunciado por Chacón. Según los derrotados, fue Felipe quien les ganó la última mano.

Rubalcaba ha conseguido otro imposible, inimaginable hace unos años en cualquier escaramuza interna del partido: que Guerra y Felipe trabajasen por un mismo candidato. Los guerristas, minoritarios pero indisolubles, han vuelto a ser claves. Ha pesado más la desconfianza jacobina sobre el PSC –un cuerpo extraño– que su histórico rechazo al nuevo secretario general.

¿Es Rubalcaba el futuro del socialismo español o sólo una solución provisional para evitar el colapso de un partido ante el abismo? Está por ver. Durante la campaña para este congreso, Rubalcaba se comprometió a que el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno saldría de un proceso de primarias abierto también a los simpatizantes; en los estatutos de este congreso se tendrá que concretar el protocolo. El nuevo líder socialista no ha aclarado si se presentará a esas prometidas primarias para ser el candidato que intente derrotar a Rajoy, dentro de cuatro años, o si más adelante dará el paso a otro, como se especula. Es una incógnita, pero ni la trayectoria personal ni su legítima ambición política permiten deducir que Rubalcaba tenga intención de quedarse sólo un rato. Más inaudito parecía en 2004 que Rajoy pudiese aguantar al frente del PP tras dos derrotas y ahí le tienen, triunfando en La Moncloa.

La primera y gran tarea del nuevo secretario general es obvia: recuperar la unidad interna en un partido derrotado, desmoralizado y dividido en dos mitades; un PSOE que el pasado 20-N recogió su peor resultado electoral en 78 años y que, en apenas dos meses, se juega el último bastión autonómico que aún mantiene: Andalucía (Euskadi se perderá con seguridad casi absoluta dentro de un año). Si la ola continúa, si la tendencia no cambia, los únicos restos del naufragio serán los ayuntamientos de algunas capitales de provincia. De los barones, el PSOE puede pasar a los hidalgos.

«La Lista de Rubalcaba»