«La sin par vacuna contra integrismos y fundamentalismos de cualquier tipo, es la tolerancia mutua»
Cuando los ciudadanos del mundo experimentamos el cambio de milenio, pensamos, creímos y esperamos que el siglo XXI fuera a ser, ya por fin, el de la igualdad, el de la justicia social, el de la paz universal. Lo creímos o al menos lo deseamos bajo el impulso fetichista de que tal experiencia, solo verificable cada mil años, tenía que suponer para humanidad un cambio positivo en la nueva suerte que comenzaba. Sigue leyendo