Mujeres lectoras

mujerleyendo«Las mujeres reales,
no las de la literatura,
no podían ser escritoras, científicas o sobresalir de alguna manera, porque a las mujeres se les encerraba con llave,
les pegaban, les elegían el marido y las zarandeaban… apenas sabían leer,
apenas escribir y eran propiedad de su marido.
La libertad intelectual depende de cosas materiales, la poesía depende de la libertad intelectual; las mujeres siempre han sido pobres desde el principio de los tiempos.
Por lo que hay que tener 500 libras al año, una habitación propia con cerradura y acceso a una biblioteca para arribar al mundo y no permanecer sola en casa y ser zarandeada.

La lectura de libros parece curiosamente, operar nuestros sentidos en cataratas; después de leerlos vemos con más intensidad; el mundo aparenta haberse despejado del velo que lo cubría y haber cobrado una vida más intensa.»
Virginia Woolf.

[DESCARGAR] Lectura, mujeres, historia y arte

DEBATE en EL MACASAR, «Una habitación propia»

Muerte a la juventud

cementerio

Palencia, sede de bienestar para la senectud se va convirtiendo en ciudad-cárcel para la juventud, cada día son más las prohibiciones. Echamos a nuestros jóvenes que son el relevo generacional en lo laboral y en lo demográfico, pero además les perseguimos con dureza mientras pasan su adolescencia y primera juventud aquí. Sigue leyendo

Muerte a la juventud

cementerio

Palencia, sede de bienestar para la senectud se va convirtiendo en ciudad-cárcel para la juventud, cada día son más las prohibiciones. Echamos a nuestros jóvenes que son el relevo generacional en lo laboral y en lo demográfico, pero además les perseguimos con dureza mientras pasan su adolescencia y primera juventud aquí. Sigue leyendo

Ámsterdam, la Libertad y III

Bandera gay señala libreria temática junto a comercio de setas mágicas

Bandera gay señala libreria temática junto a comercio de setas mágicas

Fachada del primer edificio okupa de Ámsterdam

Fachada del primer edificio okupa de Ámsterdam

La ocupación de lugares mínimamente habitables donde guarecerse y disponer de un techo para vivir es tan inherente a la raza humana como al resto de los animales de la naturaleza. Lo que ya no es común es la connotación política y reivindicativa de la ocupación que pone en la palestra la injusticia de que existan inmuebles vacíos y abandonados por sus dueños mientras hay personas y familias que no tienen donde establecer su hábitat.

Es lo que ocurre hacia los años sesenta del siglo pasado en varias ciudades europeas en las que la llegada masiva de estudiantes universitarios procedentes de un más amplio espectro social, crea una conciencia de reparto y uso de la propiedad privada, lo que unido al abandono y degradación de zonas urbanas e industriales muy próximas al centro y la explosión demográfica de la década, forman el cóctel adecuado para que el movimiento okupa se organice y arraigue. Sigue leyendo