Cocidos como ranas, a fuego lento

            Nos lo venden como un baño placentero pero estamos en un puchero al que van aplicando más calor. La derecha va ganado terreno en el mundo porque frente al terrorismo, las migraciones masivas y las crisis económicas la ciudadanía quiere seguridad y delega su preocupación en los políticos menos políticos de todos los tiempos. Así lo vemos en España. Desde que llegó el Partido Popular con sus draconianas medidas antisociales comenzaron masivamente las protestas en la calle. Casualmente grupos de incontrolados aparecieron en las manifestaciones de ciudadanos pacíficos para dar argumentos con los que cercenar las libertades ciudadanas mediante la famosa Ley Mordaza, que ha permitido histriónicas condenas por llamar colega a un policía local, contar casposos chistes en Twitter o dar un me gusta en Facebook.

            Ahora la cuestión catalana crea en los españoles inseguridad y confusión. Las conversaciones en la calle y en la redes muestran desconcierto que la derecha aprovecha para deslizar fuertes mensajes que a medio plazo irán sonando como normales y mermarán la democracia como consecuencia lógica. En ambos lados se están utilizando términos de contenido extremo: golpe de Estado, fascismo, presos políticos, etc. y en ambos bandos se fomenta la guerra de banderas o las exaltaciones nacionalistas. Los gobernantes catalanes se convierten en delincuentes y en el PP cualquier cargo público puede amenazar con extender la aplicación del artículo 155 o apelar a la ilegalización de los partidos independentistas. La derecha siempre tiene muy claro su ideario: Estado fuerte y centralizado en torno a la protección del capital, de los bancos, de la empresa, limitación de la protesta ciudadana y control clasista de la educación.

«Diario Palentino, 05/11/2017»

 

 El humor en redes y la cárcel

9cdd0a6837032951f887320a46837e2aOjo con lo que escribes, la cárcel te espera hambrienta

            El Derecho a la libertad de expresión e información consagrado en el artículo 20 de nuestra Constitución, se consideró como una de las mayores conquistas para los españoles después de la caída de aquél terrorífico régimen franquista. Ahora, con el fin de protegernos contra la difusión y captación del terrorismo, principalmente yihadista, aprobamos una legislación especial que modifica algunos derechos de los presuntos incursos en esas actividades. Hasta ahí todo normal, todos los países que se sienten amenazados han aprobado medidas similares. Lo que no ocurre en esos otros países, es que los tribunales estén aplicando estas medidas excepcionales a los propios ciudadanos y por chistes que son más bien casposos y cutres que peligrosos.

            Y, es que todavía quedan, o se reproducen, jueces que añoran los viejos tiempos de la intolerancia. Así ocurrió con los tuits de Zapata, tres veces causa abierta, tres veces sobreseída. Ahora se ceban con el cantante de Def Con-Dos, la Audiencia nacional lo exculpa y el Tribunal Supremo lo condena por hablar de ETA y del Grapo que ya ni existen. Me piden una pena de 2 años y 6 meses de cárcel más 3 años de libertad vigilada y 8 de inhabilitación absoluta por chistes de Carrero Blanco. Sólo eso, chistes de un dictador, dice la joven Cassandra, aterrada ante la desproporción. Mientras tanto la red se llena de respuestas: Supongo q Billy El Niño nunca ha sido juzgado porque no hizo ningún chiste de Carrero Blanco durante los 9 días q torturó a Lidia Falcón. En España sale más barato ser responsable de la muerte de 62 militares que contar un chiste sobre Carrero Blanco. Etc.

            Amnistía Internacional denuncia: “El caso de Strawberry es un ejemplo de los excesos que se están cometiendo bajo las duras leyes antiterroristas de Europa”. Wall Street Journal titula: La ley antiterrorista española pone a prueba la libertad de expresión. Sin embargo, no se pone en entredicho ni se considera apología de la violencia el que exista y se financie con subvenciones públicas una Fundación Francisco Franco para exaltar la figura del más grande asesino de la Historia de España, que además viola impunemente la Ley de Secretos Oficiales al poseer documentos secretos y mientras el gobierno mantiene que el Valle de los Caídos, construido por esclavos políticos, no es un monumento franquista. 

«Diario Palentino, 22/01/2017»

Sol y nervios. Primavera y elecciones

rajoy_bigotesQue retorne el sol para las libertades ciudadanas

             Sale el sol y atacan los nervios a los políticos. No queda nadie en los despachos; alcaldes, concejales y otras hierbas de la especie política brujulean de cofradías a inauguraciones buscando la foto definitiva que les hará ganar las elecciones. Cada entrevista  se prepara con esmero y un equipo de asesores que alientan al púgil, le dan palmaditas de ánimo -tú eres grande-, antes de salir a las ondas que llevarán sus palabras hasta los presuntos electores. Qué pasará. Hay que trabajar duro, prometer y prometer, ya lo dijo D. Adolfo, -Puedo prometer y prometo-, aunque él tal vez podía, otros prometen sabiendo que no pueden ni deben. Es en lo que ha derivado nuestra ajada democracia.

            Anonadados quedamos los españoles ante la comunicación concisa y veraz del funcionario francés explicando la causa suicida de la tragedia aérea. Menuda suerte, unas gotas de ilusión nos inundan, hay otros mundos posibles en los que las autoridades no mienten a sus ciudadanos porque les respetan, les contestan, no tienen prisa en cerrar la carpeta y levantar la sesión de aclaraciones en la rueda de prensa. Aleluya. Si otros lo pueden disfrutar nosotros también, es cuestión de remangarse y decidir adecuadamente.

            Sin pérdida de tiempo y ante los pronósticos del trompazo electoral, el todopoderoso Partido Popular acaba de aprobar la Ley Mordaza que pone fin a una era histórica de libertades ciudadanas estrenadas al salir de la macabra dictadura; aprueba un nuevo Código Penal que retoma la cadena perpetua condenada por los derechos humanos. Pocos días antes, el ministro Wert expulsa a los estudiantes de las aulas universitarias con su receta de tres cursos caros más dos cursos carísimos e inaccesibles para los jóvenes españoles maltratados por la crisis. De la corrupción interna, esta vez, ni hablamos.

            Está claro que los candidatos de los partidos aspirantes estén de los nervios, lo que no se entiende es que lo estén en el PP, dónde a poco autoanálisis que hagan deberían tener claro que su destino final es el descalabro local como previo al nacional, o llegar a la conclusión no menos alarmante de que están gobernando una panda de borregos. La deriva arrastrará alcaldes de pequeños municipios que pertenecen a una estirpe política distinta donde las satisfacciones son escasas. Como siempre pagarán justos por pecadores. Amén.

«Diario Palentino, 29/03/2015»

En la alfombra o en la calle

“Con la Ley Mordaza, el PP quiere achantar las molestas voces ciudadanas”

            Cuando los ciudadanos sentimos que las instituciones “representativas” han dejado de representarnos solo nos queda un camino, la calle. En forma de opinión, manifiestos, “mareas” o performances comprometidas, la espontaneidad del hartazgo nos saca de casa para hacer ver a los políticos de salón que ni les entendemos ni nos entienden.

            El fiasco de las tarjetas de Caja Madrid-Bankia ha colmado la paciencia hasta de los más conservadores votantes, esos que lo único que buscan con su voto es “conservar” sus privilegios y prebendas. Pero éste audaz gobierno de derechas enseguida ha reaccionado ante la molestia de las libertades ciudadanas y, aprueba, en solitario y contra el parecer de ilustres defensores de la democracia, una ley que pretende expulsarnos de las calles, nuestras calles, las de uso común, las que mantenemos y pagamos con nuestros impuestos, las que son inenajenables, imprescriptibles e inembargables. Y, es que la incómoda “plebe” perturba el sueño de los autócratas y fastidia con sus monsergas reivindicativas interrumpiendo la circulación de los audis oficiales.

            Las tarjetas B han condenado a los grandes partidos y sindicatos, les han metido a todos en la misma cesta. Su fin histórico se aproxima. Sin embargo, no hay mudanza sin estrés. Manipulados torticeramente los cauces de participación oficiales no nos ha quedado otra que hacer vida de barrio y conversación de terraza de café, así surge el germen de lo que, tal vez, ilusamente, creemos será la salvación de la opinión ciudadana. Minúsculas formaciones políticas aspiran a llevar nuestra voz a dónde todos tiene el derecho de hablar y nadie el deber de escuchar.

       Con su diario de abordo cada grupúsculo intenta recoger el eco insignificante de esas voces perdidas, un eco amortiguado en el grosor de las alfombras que aíslan el bienestar de superegos circulantes sobre calzado bien pulido, mientras tanto, en un millón de hogares familiares los niños no pueden hacer los deberes en invierno porque les han cortado la luz. Pero la condición humana es la que es, y los arribistas pronto aparecen en todas partes destruyendo la misión de los primeros ideales. En el PP aplauden con las orejas, y los ciudadanos lloramos a moco tendido. 

«Diario Palentino, 19/10/2014»