Realmente preocupante

       La tan contestada por la oposición, ministra de Justicia, Dolores Delgado, ha hecho una definición precisa de la parte política más conservadora de España: derecha, extrema derecha y extrema-extrema derecha. A poco linces que seamos lo hemos comprendido, más o menos, porque en realidad solo está claro que la extrema-extrema derecha se refiere a VOX. En cuanto a las otras dos derechas pueden ser intercambiables, PP y Ciudadanos y viceversa que rutilan al socaire de los acontecimientos o titulares y extreman sus argumentos según a qué fracción de votantes quieran contentar cada día. Las propuestas del nuevo PP se escoran mucho a lo que en su día Francisco Umbral llamó la Derechona, y es que el PP ya desde los tiempos de Fraga oscila a boleo desde una derecha moderada hasta la más extrema derecha. La movilidad de Ciudadanos, que se presentó como la alternativa de centro obliga al PP a extremarse, pero hete aquí que en su periplo ultraconservador se topa de morros con VOX y ¡sorpresa! resucita un difunto que se engancha a la corriente xenófoba, machista, excluyente e insolidaria que crece en el mundo solo de nombre civilizado. Y es que el juego de engaños está muy bien urdido. Primero vamos y matamos iraquíes porque a Aznar se le antoja una selfie con los grandes, después va EEUU y con ayuda de algunos socios europeos. Francia e Inglaterra, provoca guerras civiles y fronterizas en Oriente Medio y el Mediterráneo, con una estrategia bien pensada, Europa está en medio y así se debilita. Como consecuencia se producen las más graves crisis de refugiados de la historia de la humanidad, entonces vamos a blindarnos, vienen a robarnos el bienestar. Y ya de paso, los defensores de las patrias se transforman en talibanes integristas del mal endémico de las tiranías.

Diario Palentino, 14 de octubre de 2018