Vienen a por lo suyo

           El debate sobre las avenidas de inmigrantes pobres tiene unos momentos álgidos y otros calmos, pero no cesa ni cesará porque no se llega a resolver el problema de fondo. Los líderes mundiales que, tanto bombo dan a sus reuniones de los rimbombantes grupos G, muerden la cáscara y como les resulta amarga la tiran sin llegar a encontrar la nuez, sea por falta de ganas, por impericia, por presiones, por intereses económicos, por mala gobernanza o por un poco de cada. Todos, cualquiera sabemos cuál es la solución, porque para los asuntos complejos siempre hay una y solo una solución fácil, la que corresponde según la naturaleza de las cosas. Tan fácil como dejar de robarles su vida, sus tierras, sus minerales, su petróleo, su oro. Dejar de explotarlos como mano de obra barata para que nos produzcan tantos y tantos bienes a precio competitivo. Dejar de meter cizaña entre grupos tribales o religiosos y dejar de venderles armas para incrementar nuestro PIB, y de paso que se exterminen entre ellos y no sean un obstáculo que pueda oponerse al expolio. En nuestra área geográfica utilizamos África como una mina, los consideramos un continente despensa de dónde extraemos toda su riqueza a los precios miserables que nosotros ponemos. El colonialismo de las naciones se ha sustituido por el de las grandes corporaciones empresariales, protegidas, eso sí, por los ejércitos de los mismos atracados cuyos gobernantes son conveniente corrompidos. Porque esa es otra, a ellos, presidentes, ministros y alto funcionariado, les importa un bledo que la propia gente pase hambre o muera en las calles, su orgullo como pueblo, su dignidad como representantes políticos están enterrados bajo una red de podredumbre bien asentada. 

«Diario Palentino, 17/06/2018»

Mundo inmundo: la nueva arquitectura de frontera

55de0a13540a5.r_1440684400041.0-115-2910-1614«Celebramos la caída del Muro de Berlín construyendo alambradas de concertinas»

     Así es la condición humana. Así somos; mi casa; mi tesoro. Los que sufren están lejos, al menos de nuestras almas, aunque sean los vecinos más cercanos. Dentro de un mes hará 25 años de la última reunificación de Europa que puso fin a la etapa negra de un comunismo que no consiguió acercarse a los beneficios que prometía su teoría inspiradora. La caída de aquél muro fue, tal vez, el acontecimiento más emocionante del siglo XX; familias abrazándose, lloros, suspiros, gestos de incredulidad, cánticos de libertad y jóvenes radiantes escalando en aquella pared que fuera frontera de muerte y exclavitud.

     Pero, como seres de selectiva memoria, olvidamos lo que queremos y volvemos sobre nuestros pasos. Qué poco nos ha importado el avance del Estado Islámico criado a los pechos de las potencias con intereses espúrios en el conflicto. Nos han tenido que invadir familias enteras huyendo en estampida y en todas las direcciones para que alguien tome las riendas y decida acabar con tan esperpéntica y cruel situación. Qué Rusia quiera estabilizar la zona a cambio de fortalecer su control sobre el Mar Negro a través de Ucrania y la siempre maldita península de Crimea, es un argumento seguramente real, pero acabando con el Estado Islámico, como está haciendo, al menos los dramas de refugiados terminarán, y no tendrán que dejarse la piel a tiras en la nueva arquitectura de frontera que hace sangrar a los débiles cuerpos humanos cuando luchan por sobrevivir, como es deber natural de todo ser vivo.fotonoticia_20150910150201_1280

     Ante la avalancha de civiles desconcertados y hambrientos, y después de tan sonados encuentros entre los líderes divinos, la UE acuerda dedicar millones de euros para hacer frente a la situación. Pero, cuando los oyentes creíamos que esos dineros se destinarían a facilitar la vida de los que van llegando, nos cuentan que los han dedicado a construir fronteras de vallas impracticables para que se estrellen de morros los incautos que veían por la tele a la vieja Europa como una madre acogedora y humanitaria.

     Y, una vez más, las intervenciones en otros países se vuelven como un boomerang de trayectoria imprevista para darnos en el coco cuando más tranquilos estábamos. La geopolítica es así, tiene sus propias normas. Muros, intervenciones, guerras, concertinas, daños colaterales, intereses creados. Mentiras al fin.

«Diario Palentino, 11 de octubre de 2015»

¿Tenemos derecho? ¿De verdad somos humanos?


11856794_1687649488130711_1938747528_n“71 asfixiados en un camión, 50 en la bodega de una barco, incontables ahogados en el mar…”

            Hablamos de seres humanos, de congéneres, de niños y bebés, de mujeres embarazadas. Ya no podemos esconder más la cabeza debajo del ala. Los cadáveres llegan flotando a las playas; los bañistas encuentran enseres y restos humanos mientras disfrutan sus deportes acuáticos; los noticieros se abren con escenas escalofriantes a las que no nos acostumbramos. -¡Qué drama! ¡Qué horror!-, decimos espantados, y a continuación volvemos a lo nuestro sin más preámbulo, no podemos hacer nada, -quién soy yo, una firma en Avaz o en Change. Ále, ya hice mi parte; protesté

 El análisis último de lo que está pasando llega hasta las razones del voto que depositamos en las urnas cuando nos preguntan. Ciudadanos egoístas e incautos que votan a quienes nos prometen el oro y el moro; nos autoengañamos lisonjeando lo accesorio sobre lo principal, vivir mejor que el vecino, más casa, más coche, más ropa, más vanidad.

            Y ¿de dónde viene tanto? De la explotación de otros seres humanos, del expolio de países africanos o asiáticos que viven entre la confusión de sus corruptos dirigentes y las arengas de visionarios religiosos que los hacen luchar por no se sabe qué raza o creencia superior, así se mantienen distraídos mientras  les robamos sus recursos naturales, su minerales, sus gemas, su comida al fin. De paso, les vendemos las armas que fabricamos, porque nuestro PIB necesita cifras para cumplir con las consignas del Capital que todo lo manda. No importa si con ellas los sionistas matan adolescentes palestinos a bocajarro. Tampoco, si alentamos primaveras árabes para derribar dictadores y lo que conseguimos, o tal vez se pretendía, es desatar el caos para pescar mejor.

            África fue y es una mina para extracción de todo lo extraíble; esclavos, diamantes, trofeos de caza, pieles, tejidos, minerales, seres convertibles a las religiones más diversas, hasta rumbosas tesis doctorales pasando por taquilleras películas hollywoodenses y museos de hombres disecados. El colonialismo persiste en formas sibilinas, todo está manipulado por las grandes corporaciones multinacionales y los poderes imperialistas en la sombra.

            Si África es la mina, Oriente Medio un hervidero humano de razas, religiones y disputas en constante conflicto que tapa un solo interés, el económico; petróleo, armas, uranio enriquecido, destrucción y reconstrucción. De fondo Turquía en preguerra civil, Irán amenazando mientras la vieja y envejecida Europa repele la explosión demográfica afroasiática que huye del hambre y la guerra. Feo panorama. 

«Diario Palentino, 31/08/2015»

Ensimismados en nuestro mundo

22“La política de proximidad nos distrae de lo que pasa por el mundo”

               Fuera de nuestras cuitas hay un mundo en movimiento que arrastra en su devenir a multitud de colegas humanos. Varios miles flotan a la deriva, nacen, se secan al sol rebozados en la sal de los mares de Indochina porque nadie los recoge, nadie los quiere dentro de sus fronteras, flotan en el hambre, en el calor y en el frío durante meses, tal vez hayan perdido ya la conciencia del tiempo, de dónde salieron un día, cuál era su sueño ahora más seco que la mojama, son fantasmas desubicados.Captura-de-pantalla-2015-05-23-a-las-2.23.29-e1432454123863

             Un poco más cerca, la barbarie del Estado Islámico destruye hitos de civilizaciones milenarias. Quienes valoran el arte sufren pesadillas, sueñan con Palmira rodando por el suelo a golpe de mazazos y martillos eléctricos bajo la mueca libidinosa de los destructores, bárbaros que disfrutan y se jalean a la par que exponen niñas sirias e iraquíes en los bazares, desnudas, para ser vendidas como esclavas. El maltrato, la humillación y las violaciones de mujeres se han convertido en eje base de su ideología. Esas cosas están pasando por el mundo.7587974740_3910229268_o

            En todo el globo, las distancias entre ricos y pobres se agudizan vertiginosamente. En Occidente, el siglo XX logró el esplendor de las clases medias, mermó la clase obrera y también el número de fortunas exorbitadas, nunca se ha estado tan cerca de la línea media. Los habitantes de los países menos ricos tenían su sencillo modo de vida, sus cultivos y culturas en el territorio recibido de sus ancestros, cierto es que caciques y malos gobernantes han proliferado, ahora, además, son desheredados del mundo que se echan a la mar, o se tiran por las vallas arrastrados por el hambre.

          La guerra de los titanes no cesa. Los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) crecen a trompicones, lo que un día avanzan otro lo pierden, los USA se arman, Rusia provoca, China compra África para alimentarse. Lo que pasa en Oriente Medio no tiene nombre. Los campos de refugiados ya no se pueden censar, medio mundo es expulsado de su hábitat milenario. Nuevas formas de supervivencia de los grupos humanos desarraigados de todo, en la indigencia, asoman en las páginas de las ONGs, las multinacionales crecen a la misma velocidad que desaparece el plato de la mesa de los pobres…quienes-mueven-al-mundo-2-728

Diario Palentino, 24 de mayo de 2015

Tiempo de eufemismos

eufemismo-300x209La confusión de las palabras y el desconcierto ciudadano

            Quién miente es porque obtiene beneficio. Entre la mentira,  la deformación de la verdad y el color del cristal con qué miramos hay infinitas posibilidades de ver la realidad. Ahora están de moda las palabras parecidas que no dicen del todo la verdad o la camuflan. Veamos:

            Dice un titular: “El Estado gana 138 millones al colocar el 7,5% de Bankia”. Para empezar el “Estado” somos los ciudadanos españoles. “Gana”, cómo va/vamos a ganar si hemos puesto 22.400 millones más los intereses de los que nadie habla. Para ganar queda un larguísimo trecho de dineros adelantados que comen a la mesa y nos hacen sufrir los recortes de la supervivencia básica. «Estado», «gana» «coloca», «recupera».

            Ayer nos dijeron que el IPC, era “negativo. ¡Qué bien!, pensaremos, baja el incremento de precios. Pero…, todo lo que no crece, merma o se estanca, como las personas, como las plantas. La verdad pura y dura es que estamos en “recesión”.

              La Casa Real pidió al embajador en Suiza ‘colar’ a Urdangarin en el Foro de Davos  Salvo las domóticas preprogramadas, las casas no hablan, suponemos que la Casa Real tampoco, luego…, el Rey pidió al embajador… “colar” a su yerno.

            Inmigrantes africanos. Tema caliente. ¿Por qué vienen? Sencillo y cruel: porque los países “occidentales” les robamos sus medios de vida, su riqueza natural, sus tierras, etc. Además, les vendemos armas e instigamos para que se maten entre ellos, que se exterminen por cualquier causa, racial, religiosa,.. ¡Qué más da! Luego…, el nombre técnico es “expoliados”. Al igual que los llamados “piratas” marítimos, sin su presencia en los «foros» decidimos los límites jurisdiccionales de las zonas pesqueras y además se las invadimos.  

            Los “foros”, esto da para un libro entero. Foro de Davos, G20, Club Bildelberg…, en puridad podríamos definirlos como “contubernios” que reúnen a los líderes más poderosos del mundo para regir los destinos de todos los habitantes del planeta. A mayor liderazgo, mayor poder de decisión, más cerca el ascua de su sardina. Son políticos, necesitan los votos de sus ciudadanos. Los negritos del África subsahariana no tienen ni voz, ni voto.

«Diario Palentino, 02/03/2014»

Noticias relacionadas:

El Estado recupera 138 millones al colocar el 7,5% de Bankia a 1,51 euros por acción 
* El Estado gana 136 millones de euros con la venta del 7,5% de Bankia
La oleada vendedora sitúa los títulos de Bankia bajo el precio de venta del FROB