Rajoy aventura unos 800.000 parados más para finales de año. ¡Enhorabuena por la coherencia!
En apenas dos meses de gobierno, el Partido Popular ha logrado retrocedernos a un par de siglos atrás en cuanto a conquista de derechos. Nuestros gobernantes de la Derecha han tomado su poder con autoridad y utilizan el Estado y las instituciones como autócratas terratenientes, estableciendo una relación de mando-obediencia a la que los ciudadanos nos vemos sometidos.
En tan poco tiempo han conseguido movilizar amplios sectores de colectivos sociales, dentro de los que ya hay un importante número de arrepentidos de haber votado a esta Derecha, que es la de siempre, con la única diferencia que ahora se camufla bajo un discurso populista y dice en campaña lo que los oídos de los ciudadanos quieren escuchar.
De los millones de puestos de trabajo que iban a crear durante los dos primeros años de legislatura hemos pasado a un anuncio, en propia boca del presidente Rajoy, que aventura unos 800.000 parados más para finales de año. ¡Enhorabuena por la coherencia!
La utilización instrumental de los métodos propagandísticos siempre ha sido patrimonio connatural de quienes pretenden gobernar a capricho haciendo ver que lo que se pretende hacer es otra cosa. Para prueba, ahí está la increíble reforma laboral (¿que por Decreto-Ley modifica la Ley Orgánica que aprueba el Estatuto de los Trabajadores?), denominada por el propio Ministro De Guindos, como “reforma agresiva” otorgando todo el poder a la patronal y arrancando de raíz los derechos de los trabajadores tan duramente conseguidos durante varios cientos de años de sacrificios personales, familiares y sociales.
Pero en su populista lenguaje comunicativo el Gobierno asegura que estas medidas sirven para crear empleo. Y nos preguntamos, ¿Es que realmente las empresas quieren contratar trabajadores? ¿Para qué querrían trabajadores si los estocajes producidos se amontonan en los almacenes porque no hay compradores? ¿Puede haber consumo cuando las familias no tienen ingresos? ¿Puede pagar impuestos quién no obtiene rentas del trabajo?
Y como la culpa siempre fue soltera, derivan las miradas hacia órdenes de la UE y del FMI. ¡Qué cómodo! ¡Y qué falso! ¡Ojo! Los organismos internaciones en los que estamos insertos no nos dicen de donde hay que hacer recortes, solamente indican que tenemos que reducir el déficit. La decisión sobre dónde recortar la adoptan los gobiernos.
El nuestro ha decidido minorar el plato de la mesa familiar de trabajadores, y de rebote de autónomos y PYMES (si nadie demanda servicios ni compra no hay facturación ni producción), y crear situaciones de pánico que es donde se mueven bien los conservadores. «Diario Palentino, 12/02/2012»