Adiós a la mafia del vicio

ViciosAdelson, vete con viento fresco y llévate tu ponzoña.

Por fin una buena noticia antes de acabar el año, bienvenida, adiós a Eurovegas, adiós a Adelson. Desde que apareció ese siniestro millonario en el horizonte de España, no ha habido más que temor y controversias.

Lo que se nos avecinaba era moral y socialmente inasumible. Puestos de trabajo esclavo aplicando salarios del país de origen de los trabajadores. Fumar en todas sus instalaciones, incluidos hoteles. Aplicar la fiscalidad de los ganadores y para sus países. Aparte de los entuertos urbanísticos que se veían venir hasta llegar a completar ese complejo dedicado a todos los vicios.

Con todas estas exigencias y algunas más, el gobierno de la Comunidad de Madrid, y el Partido Popular en su conjunto, estaban dispuestos a espatarrarse para “captar”, a su decir, tan importante inversión para España, envidiando y alabando a ese personaje de biografía de capo, judío ucraniano residente en EEUU y que ya a los catorce años instaló una máquina expendedora de caramelos. Desde ahí hasta ocupar el puesto doce entre las mayores fortunas del mundo e implicado en blanqueo de capitales, sobornos por él mismo admitidos, y otras actividades al margen de cualquier moral y respeto por la dignidad humana. A mí no me parece envidiable, sino un ser repugnante de los que intoxican este mundo que habitamos. Nadie amasa una fortuna por sí solo, trabajando limpiamente y sin producir nada.

En un país hambriento de puestos de trabajo, como lo es hoy el nuestro, hablar de su creación es como prometer a los pobres que serán los primeros en el reino de los cielos, una golosina envenenada para mantenernos calladitos y conformes. Quienes habitan los entornos de estos macrocentros del vicio, saben que surgen como setas las mafias de los prestamistas, la ludopatía, el alcoholismo, la prostitución infantil y esclava, el tráfico de seres humanos, el escondite del dinero de la droga y la propia circulación interior de estupefacientes.

Además de corromper a la juventud que deja sus estudios antes de formarse para ganar más dinero entre propinas y trapicheos. Así ocurre en torno a Marbella, los chavales chapurrean el inglés, son analfabetos en el castellano y siempre llevan “pastis” en el bolsillo. /">

«Diario Palentino, 15/12/2013»

 

 

Manifiesto de 55 catedráticos de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social

Manifiesto de 55 catedráticos de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social

3 abril 2012 | Categorías: Trabajo

Los abajo firmantes, catedráticas y catedráticos de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, consideramos un deber cívico hacer pública nuestra opinión de expertos sobre la reciente reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP, la cual introduce un cambio radical en el modelo constitucional de relaciones laborales, basado en dos pilares esenciales: un delicado equilibrio entre poderes empresariales y derechos sociales y un estímulo a las expresiones de diálogo social, articuladas de manera señalada a través de la negociación colectiva

        La norma de urgencia ha procedido a convulsionar la práctica totalidad de los elementos esenciales de ese modelo constitucional… 

  • ha desplazado el centro de gravedad normativo de las relaciones laborales desde el trabajo a la producción y al empleo,...
  •  implanta un verdadero sistema de excepción en las relaciones laborales, otorgando poderes exorbitantes al empresario…
  • destruye las bases fundamentales del poder contractual colectivo autónomo en la regulación de las condiciones de trabajo.
  •  progresiva afirmación de la unilateralidad empresarial sin control ni contrapeso.
  • despreciar las reglas consensuadas por los propios interlocutores sociales
  •  aleja nuestro sistema jurídico del modelo social europeo, aproximándolo a antañones modelos autoritarios, de manera oportunista recuperados ahora en nombre de la libertad de empresa.
  •  la negociación colectiva deja de entenderse como un instrumento de corrección de las desigualdades contractuales…
  • generar un no deseable incremento de la conflictividad social,
  • la garantía constitucional de la fuerza vinculante del convenio colectivo queda por completo desarbolada.

            La regulación del despido… obedece a un diseño destinado a otorgar fáciles y baratos mecanismos de liquidación y ajuste de plantillas, tanto en el sector privado como en el sector público…  y al margen de todo control sindical administrativo e incluso judicial.

         La nueva regulación del despido no tiene más finalidad que reducir los costes del despido ilegal o improcedente, rebajando las indemnizaciones y suprimiendo los salarios de tramitación.

       …la reforma ahonda la precariedad mediante dos criticables medidas:

  1. la implantación de un contrato especial (de “apoyo de emprendedores”), cuya característica más llamativa reside en la posibilidad de despido libre durante un año de duración, y
  2. el encadenamiento de contratos de formación para los jóvenes, que pueden estar formándose hasta los 32 años en una misma empresa para el ejercicio de los más dispares e inconexos oficios.

      Es éste un modelo opuesto al que conforma nuestra Constitución, … que sitúa en el centro de la regulación de las relaciones laborales la negociación colectiva dotada de fuerza vinculante….

     …las exigencias de equilibrio presupuestario que impone la Unión Europea ni exigían ni exigen en modo alguno una reforma de las relaciones laborales como la adoptada, contraria al Estado social y democrático de Derecho, potenciadora del poder normativo unilateral del empleador y hostil a la acción colectiva de los sindicatos…

       Por lo demás, la reforma laboral presenta numerosos puntos que contradicen directamente derechos y principios constitucionalmente reconocidos y desarrollados por una extensa jurisprudencia del Tribunal Constitucional, tanto en lo que se refiere al derecho al trabajo como al derecho de libertad sindical. Y además es en una gran parte contraria a los compromisos internacionales asumidos por España, tanto respecto a la Carta de Derechos Fundamentales europea como a los Convenios de la OIT sobre libertad sindical, fomento de negociación colectiva y terminación de la relación de trabajo.

Firmantes

– Alemán Páez, Francisco (UCórdoba)
– Alfonso Mellado, Carlos Luis (UValencia)
– Álvarez de la Rosa, Manuel (ULa Laguna)
– Aparicio Tovar, Joaquín (UCastilla-LaMancha)
– Ballester Pastor, Maria Amparo (UValencia)
– Baylos Grau, Antonio (UCastilla La Mancha)
– Cabeza Pereiro, Jaime (UVigo)
– Camas Roda, Ferrán (UGirona)
– Camps Ruiz, Luis (UValencia)
– Castiñeira Fernández, Jaime (USevilla)
– Correa Carrasco, Manuel (UCarlos III de Madrid)
– Cruz Villalón, Jesús (USevilla)
– Domínguez Fernández, Juan José (ULeon)
– Escudero Rodríguez, Ricardo (UAlcalá de Henares)
– Fernández López, María Fernanda (USevilla)
– Ferrando García, Francisca (UMurcia)
– Garate Castro, Javier (USantiago de Compostela)
– Galiana Moreno, Jesús (UMurcia)
– García Becedas, Gabriel (UAutónoma de Madrid)
– García Ninet, José Ignacio (U de Barcelona)
– Garrido Pérez, Eva (UCádiz)
– González Posada, Elías (UValladolid)
– Goñi Sein, Jose Luis (U Pública Navarra)
– Gorelli Hernández, Juan (UHuelva)
– López Gandía, Juan (UPolitécnica de Valencia)
– López López, Julia (UPompeu Fabra de Barcelona)
– Luján Alcaraz, José (UMurcia)
– Martínez Abascal, Vicente Antonio (URoviraVirgili deTarragona)
– Martínez Barroso, María de los Reyes (ULeón)
– Mella Méndez, Lourdes (USantiago de Compostela)
– Molero Marañón, María Luisa (UReyJuanCarlos de Madrid)
– Molina Navarrete, Cristóbal (UJaén)
– Monereo Pérez, José Luis (UGranada)
– Moreno Vida, María Nieves (UGranada)
– Navarro Nieto, Federico (UCórdoba)
– Nogueira Guastavino, Magda (UAutónoma de Madrid)
– Ojeda Avilés, Antonio (USevilla)
– Olarte Encabo, Sofía (UGranada)
– Palomeque López, Carlos (USalamanca)
– Pardell Vea, Agnes (ULerida)
– Pérez del Río, Teresa (UCádiz)
– Puebla Pinilla (de la), Ana (UAutónoma de Madrid)
– Quesada Segura, Rosa (UMálaga)
– Ramírez Martínez, Juan Manuel (UValencia)
– Rodríguez Escanciano, Susana (ULeón)
– Rojas Rivero, Gloria (ULa Laguna)
– Rojo Torrecilla, Eduardo (UAutónoma de Barcelona)
– Tortuero Plaza, José Luis (UComplutense de Madrid)
– Tudela Cambronero, Gregorio (UAutónoma de Madrid)
– Sanguinetti Raimon, Wilfredo (USalamanca)
– Valdeolivas García, Yolanda (UAutónoma de Madrid)
– Valdés Dal-Re, Fernando (UComplutense de Madrid)
– Valdés de la Vega, Berta (UCastilla-LaMancha)
– Vicente Palacio, Maria Arantzazu (UJaume I de Castellón de la Plana)
– Vida Soria, José (UGranada)

¿Garantizan las urnas nuestra democracia?

“No me cansaré de poner el dedo en la complicidad ciudadana sobre lo que nos está pasando”

Tal y como está configurado nuestro sistema democrático, con una Ley electoral más que discutible, una dificultosa iniciativa legislativa popular, una organización del Poder Judicial con mal pasado, deficiente presente y muy dudoso futuro, podemos preguntarnos ¿De verdad funciona bien nuestra democracia?

            Los instrumentos para que este régimen de gobierno funcione son, por encima de cualquier otra forma de asociación, los partidos y los sindicatos. Pero estos han tenido un pésimo envejecer en tan pocos años de democracia que llevamos “disfrutando” los españoles. Nuestros medios más representativos de participación no han evolucionado al compás de la ciudadanía y de los requerimientos en los tiempos que corren, ni son transparentes ni fiables. Más bien han conseguido desfondar nuestra fe en quienes hablan por nuestra boca.

       El resultado son mayorías absolutas que otorgan carta blanca a un gobierno, cuyas primeras medidas, y a pocos días de la cita electoral, ya son recriminadas por una buena parte de sus propios votantes. ¿La clase política y sindical ha olvidado el “bien común”, su objetivo primordial, y solo habla para sí?

            ¡A qué tanto ruido! “Las urnas han hablado” dice la Vicepresidenta, Sáez de Santamaría, y en su silogismo, aunque fundamentado en falsos programas y promesas, tiene razón. Las urnas recogen, escuchan y leen lo que los electores depositan, el supremo poder del pueblo.

             Pero… ¿Qué pasa, entonces? Lo vemos en los recientes sucesos de Valencia. Los escolares no votan, pero los estudiantes sí, y los profesores, y las madres y los padres. ¿Pues qué esperaban? Un Jurado Popular absuelve a Camps y las urnas le dan mayoría absoluta en el poder ¿Es que a estas alturas y después de treinta y tres años de democracia constitucional, no sabemos distinguir lo que votamos? ¿Ahora se quejan del aeropuerto sin aviones?

       Sería una lástima pensar en una   verdadera inconsistencia mental del  electorado español. Como si decidiéramos a coces.  –Ahora me enfado con  estos, pues voto a los otros- No me cansaré de poner el dedo en la complicidad  ciudadana sobre lo que nos está   ocurriendo.

       Los superpoderes acumulados en una sola mano suelen ser ejercidos contundentemente y sin piedad. Ya no se lleva cortar cabezas, pero acallar las protestas pacíficas esgrimiendo una violencia extrema parece que está amparado por la ley… y por la urnas.

             Algo, o mucho tendrá que ser revisado sosegadamente en ésta nuestra precaria democracia. «Diario Palentino, 26/02/2012.»