Minieuristas y milloneuristas

        Según revela el Indicador de Confianza de los Consumidores del mes de abril: “En España el 53% llega justo o difícilmente a fin de mes y solo el 45,7% consigue ahorrar un poco o bastante dinero cada mes”. El capitalismo voraz fabrica pobres más pobres y ricos más ricos. Hoy casi 12 millones en este país (25,3% de la población) se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social (Informe AROPE). Para los menores de 16 años somos el tercer país europeo con más niños pobres después de Rumanía y Bulgaria. Después de un año de pandemia los trabajadores que ya estaban mal remunerados han incrementado la precariedad, sobre todo los de menos formación. En el caso de las mujeres suponen el 57% de los parados de larga duración, un 12% más que antes del covid-19 (ADECCO).

       Pues, en este escenario, los señores banqueros no se cortan un pelo. Según la Autoridad Bancaria Europea (EBA), el banquero mejor de España percibió 13,14 millones en un solo año, el segundo recibió 10,42 millones de euros, el tercero 7,19 millones y 164 cobraron por encima de un millón de euros anual. Santander (6,81 Mills.), BBVA (5,6 Mills.), Sabadell(1,98 Mills.) y CaixaBank(…), al tiempo que preparaban la destrucción de 20.000 empleos este año. Nadia Calviño ha clamado contra este despropósito que dice “es inaceptable, no se corresponde con la situación actual del país”. El FROB ha votado en contra del sueldo del presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, 1,85 millones de euros al año con bonus, pero la petición ha salido adelante, lo cobrará. Ese financiero, que se comprometió y nunca consiguió que Bankia nos devolviera a los españolitos 21.000.000.000, sí veintiún mil millones del rescate, ni se pone colorado. Pero los pobres bancos dicen que no ganan dinero, de modo que nos imponen comisiones hasta por pestañear. Ahí lo dejo.

Diario Palentino, 16 de mayo de 2021.

 Zurriagazos al lomo ciudadano


principal-impuestos-el-club-de-los-pringaos-es_med (1)“Los 800 millones de la fianza de Bankia, también los pagamos entre todos”

             Las trampas del lenguaje son cada día más sofisticadas. La caja común, el conocido erario público adónde van a parar nuestros impuestos y los rendimientos de la producción y del patrimonio que son de todos, va sumando nombres, cajas, cajitas, órganos y organillos, con los que llegado el caso pretenden y consiguen despistarnos.

            Veamos el caso Bankia. En origen una caja de ahorros con los privilegios fiscales correspondientes porque repartían dineros en la llamada Obra Social, resultó ser un nido de tejemanejes por parte de políticos y sindicatos para repartirse la buena vida de los consejos de administración y cambalachear en la autoadjudicación de créditos incobrables, dejando miguillas de la obra social para mobiliario de jardín y juegos infantiles en los pueblitos que se conforman con poco y aplauden mucho.

            La Caja Madrid se fue de vareta, se llenó de expolíticos, políticos, sindicalistas con bozal y otros amiguetes que no se denunciaban unos a otros porque todos estaban hasta el cuello, y así, cuántas más uvas comía el ciego, más pillaba el Lazarillo. Aquél avispero de ladrones estalló y sigue, sigue sin parar de arrebatarnos bienestar para tapar el todavía inconmensurable cráter relleno de casi todos los delitos económicos conocidos.

            Lo sorprendente es, que salga el sol por donde quiera, los ladrones institucionales de guante blanco tiene tan bien hechas las leyes que siguen trabajando y sin entrar en la cárcel. El presunto estafador y administrador desleal, Rodrigo Rato, ha sido fichado por grandes bancos y  megaempresas, parece que valorando sus dotes y cualidades de limpiarnos el bolsillo de una u otra manera, y ahí sigue sin inhabilitación preventiva, ni cárcel, ni limitación alguna, solo le falta sacarnos la lengua. Lección de supervivencia, de ser mangante, a lo grande; si robas chuches, a la trena.

           Además del multimillonario rescate de Bankia que nos dejó las cuentas en las cuerdas, ahora tenemos que poner una fianza también millonaria para responder del mal hacer de toda la pirámide de tragadores. Y,  se arrima al mismo lomo, el de los ciudadanos de a pie que sufrimos los recortes. Lo curioso es que lo explican tan ladinamente que parece que lo pagan otros, dicen: el FROB,  BFA, Bankia, el Estado. Esos y muchos más somos nosotros, nos llaman así, pero en realidad somos únicos, los pringaos.

«Diario Palentino, 15/02/2015»