El nuevo discurso para suplir la falta de discurso.” Que nos desaforen”
Parece que el exmonarca quiere seguir enrocado en la inviolable fortaleza que le otorgaba la Constitución: “La persona del rey es inviolable” ¿Qué sucede? –No la hagas, no la temas-, ¿Hay algo que esconder, que temer? Cierto es que tampoco se puede dar rienda suelta al cazador, hay mucho furtivo y los juzgados se atascarían de causas y pretensiones temerarias si se abre la veda libre.
Todo este furruño creado en torno a la abdicación del monarca nos ha descubierto que tenemos 10.000 aforados, españoles desiguales y privilegiados ante esa Ley emanada del pueblo soberano y que creíamos igual para todos. Sorpresa también para otros países donde los aforados no existen (Alemania y Reino Unido) o son mínimos (Portugal e Italia, el Primer Ministro) (Francia, Presidente y sus ministros).
Abdicar el rey, coronarse el príncipe, aforar a una familia real extensa, privilegio no contemplado en la constitución, y a continuación imputar a la infanta ya excluida de la foto regia, suena a capítulos de un mismo culebrón engarzado por las prisas, huele a prorroga forzada exigida al juez Castro hasta que el contubernio hubiera conseguido apartar a la maligna contaminante de la ya muy contestada monarquía. Y, es que ¿hay una justicia de “cuna” que viene con un pan debajo del brazo?
Lo curioso de ésta y otras movidas, como las pensiones en SICAV y dietas de los europarlamentarios, destapan las vergonzosas incoherencias de quienes dicen representarnos. Algunos, ahora reconvertidos, piden la supresión de lo que tan gustosamente han disfrutado, porque en este país de pícaros, donde no nos fiamos ni de nuestro padre, quien llega al poder lo primero que hace es blindarse, y mientras dure…
Para terminar solo un apunte para reflexionar ¿Puede el fiscal Horrach acabar de desguazar la confianza de los ciudadanos en la honestidad de la Justicia, poniendo verde a un juez instructor? Cómo muy bien se ha defendido el Juez Castro: “si el fiscal cree que he prevaricado que me presente una querella por prevaricación y que me juzguen” Y tiene razón. El escrito del Fiscal Horrach no es más que pasto mediático en perjuicio y desprestigio de los jueces, únicos con capacidad hoy de defender la democracia y liberarnos de tanta basura como mana por todas partes.
«Diario Palentino, 29/06/2014»