Y mientras tanto, la corrupción 

    Cataluña es lo verdaderamente preocupante, pero como música de fondo siguen saltando en los juzgados nuevas chispas de corrupción, eso si no se queman, casualmente, los expedientes de los procesos contra los presuntos corruptos como ha pasado en Valencia. Por supuesto que el despropósito independentista nos tiene a todos en vilo porque ha entrado en niveles de posicionamiento y casi odio entre los mismos catalanes y con el resto de los españoles. Rajoy ha sido un mal, pero que muy mal gestor del asunto catalán. En 2012 recorrió España buscando adeptos contra el Estatut aprobado en la Cortes españolas y en el Parlament, lo impugnó y consiguió que se anularan los artículos consensuados que mantenían la calma entre el estado central y la autonomía catalana. Después se niega en redondo a conversar, a sentarse en una mesa y hablar, negociar, como hacen las personas normales, como es lógico y de sentido comúnque dice él constantemente para justificar su hacer o no hacer en todo. Erróneamente pensaba que poniéndose de culo y no mirando lo que pasaba iba a dejar de suceder, como los niños que se tapan los ojos cuando tienen miedo. Rajoy es un gobernante con mucho miedo y ninguna valentía, cada medida que adopta es para bunquerizarse, no tiene visión de lo que deja fuera, tres millones de españoles catalanes que quieren hablar de las condiciones de su autonomía, que tienen derecho a ser escuchados y comprendidos, al menos.  

        Ahora el conflicto se ha desbordado, un juego de egos, un pulso belicoso personalizado entre el PP y el Govern, dos machos alfa rompiéndose los cuernos a ver quién es más burro. El deber de un padre es escuchar a todos sus hijos, también a los rebeldes y protestones y saber encajar o negociar sus aspiraciones para que la familia siga conviviendo en su engranaje. Rajoy es un problema para España, ni siquiera ha sido capaz de mantener limpia de corruptos su propia casa.

«Diario Palentino, 17/09/2017»

La locura independentista 

     No venía yo hoy a hablar de este tema, pero la actualidad me arrastra. Los grupos radicales han tomado las riendas de una movilización que no puede terminar en nada bueno. Juegan con la violencia y el chantaje, quieren desestabilizar la convivencia ciudadana para arrimar el ascua a su sardina y provocar que alguien cometa un error para conseguir un mártir o dos y que su mentira de paso al victimismo y justifique su fanatismo. A Barcelona están llegando cientos de anarquistas europeos y grupos experimentados en agitación callejera de cara a la movilización auspiciada por la CUP frente al 1 de octubre. Pero antes está la Diada, mañana 11 de septiembre, una fiesta de todos los catalanes que, como ocurrió con la manifestación antiterrorista, será politizada a gusto de unos pocos irrespetuosos con sus conciudadanos. Los escritos de consignas emitidos por Terra LLiure y Endavan, núcleo duro de los “cuperos”, se afianzan en que “sin desobediencia no hay independencia”. 

     Se dice que el Govern está secuestrado por estos extremistas, lo que lleva a Puigdemont a ser el primero en complicar la Diada con arengas como «La respuesta a las amenazas debe ser una asistencia masiva a la Diada». Los cuerpos de seguridad, Mossos, Policía Nacional, Guardia Civil y Guardia Urbana están ya preparados para lo que pueda suceder mañana. Imprevisible. La tensión está en su punto álgido justo en el momento de la mayor concentración catalanista del año. De momento han conseguido dos logros indeseables para ellos mismos: unir contra la causa a los grandes partidos de ámbito nacional y dividir, aún más, si cabe, a la sociedad catalana que ve amenazados sus ingresos procedentes de la industria, el comercio y el turismo. De momento los ayuntamientos de Barcelona, L’Hospitalet, Terrassa, Lleida, Tarragona, Mataró y Santa Coloma, que suman 2,5 millones de habitantes de los 7,5 millones de catalanes, no facilitarán el referéndum.

«Diario Palentino, 10/09/2017»

“Catalanes todos” … “El Rey Artur y los caballeros de la mesa cuadrada”

diada-290x160«El Rey Artur y los caballeros de la mesa cuadrada”

            Me he otorgado la licencia de tomar prestado el título del libro que Javier Pérez Andújar publicó este verano como lectura playera, creo yo, a ser posible en la costa catalana mientras escuchas conversaciones en ese idioma perfeccionado a base de un poco de por aquí y otro poco de por allá (castellano, italiano y francés), lo que le hace fácilmente comprensible para cualquier otro de raíz latina.

            Pérez Andújar (no tengo comisión) muestra con fina ironía cómo insignes catalanes de la más alta alcurnia burguesa, del poder y de los negocios, brujulea desde la postguerra española, pasando por el franquismo, la transición y la democracia, al ritmo de sus propios intereses hasta abrir la puerta del coche a Franco en sus visitas a Barcelona.

            Ahora toca más de lo mismo y otra vuelta de tuerca. Franco prohibió el catalán y el idioma se extendió. La democracia lo reconoció como lengua cooficial en Cataluña y el catalán mermó. Es el efecto de fuerza-reacción, aunque Rajoy aún no se haya dado cuenta.

        Artur Mas se comporta como un iluminado, pura reencarnación de Lluís Companys, líder de Ezquerra Republicana que desde el balcón del ayuntamiento proclamó, sin encomendarse a dios ni al diablo, la República de Barcelona dentro del “Estado Catalá”. Y eso ocurrió el 6 de octubre de 1934, exactamente hace 80 años. Los catalanes se unieron a los carlistas, cuyo lema era “Religión, Rey y Fueros”, poco después los carlistas lucharon con el ejército de Franco. ¿Quién lo entiende?

            Con las banderillas de la pujolada las pintadas de España nes roba se ven sustituidas por Pujol nes roba. Nes robó, y bien, a todos los españoles. Pero la terquedad del divino Artur no merma, a pesar de que su mesa tiene cuatro esquinas que se reparten entre el PP, los empresarios, los otros españoles con la UE, y a medio culo la Unió de Durán y el PSC (PSOE).

           Los empresarios catalanes se descabalgan de la locura, el euro es el euro. Para muestra un botón, Freixenet y Codorniu ya han visto el recorte en sus encargos navideños, su cava se va a pique en mercados nacionales, otras marcas regionales lo agradecerán. Hasta ver, salut, força al canut y un duro cada minut. 

«Diario Palentino, 05/10/2014»