Mientras las mujeres sigamos en ese servilismo que se nos exige en la representación pública no llegaremos a nada.
La primera pauta a respetar por un cargo público que quiera conservar su estatus es saltar como un chiguagua en defensa del «Jefe«, supremo hacedor y deshacedor de privilegios y prebendas.
Siguiendo el manual, así lo ha puesto de manifiesto esta mañana en la celebración del V Encuento España-Africa de Mujeres por un mundo mejor, Rita Barbera, que se ha pasado por el gancho de la romana el protocolo y ha deteriorado tan importante acto para las mujeres del mundo con sus declaraciones públicas, y dirigiéndose a la reina Sofia, para recriminar a la organización que no se haya invitado al presidente Camps a este acto de mujeres.
No se sabe muy bien lo que podría aportar este señor a la causa con lo que ya ha demostrado que aporta a su vida particular. Tampoco se entiende muy bien de qué modo la preocupa a ella la problemática de la mujer en el mundo. ¿O tal vez quieran tener cambiados los «papeles»?
CADENA SER / AGENCIAS 27-03-2010