Un tiempo nuevo para mentes abiertas

Carolina-Bescansa-Podemos-Congreso-acompanada_EDIIMA20160113_0134_18Cada opinión emitida muestra cómo es la persona desde sus entrañas”

     En tiempo de inmovilismo y comodidad nos camuflamos en la generalidad, lo que opinamos se muestra de forma tenue y soslayable. Lo difícil es cuando hay que agarrar el toro por los cuernos y posicionarnos. En este maravilloso y entretenido tiempo de cambio que nos está tocando vivir ya no podemos permanecer callados, en cada esquina está la pregunta ¿Y, tú, qué opinas?. Hay que hablar, porque la pregunta se nos repite una y otra vez, y las viejas respuestas que teníamos asimiladas como correctas ya no sirven.

     El panorama mundial está crudo. El terrorismo internacional, en forma de gusano invisible que recorre el mundo a través de las venas de los fabulosos transportes, nos tiene atemorizados y ofrece a los jerarcas una estupenda excusa para limitarnos. El petróleo ha roto todos los esquemas económicos del último siglo, los países, que eran ricos por ser productores de este monocultivo, quiebran. Estamos en medio de una evolución económica mundial que se salta todas las reglas de los gurús. Oriente Medio es un hervidero de conflictos que hace peligrar el orden internacional y la paz mundial. China, India y Rusia, pactan un conglomerado económico. EEUU continúa su avance imperialista con sus propuestas de tratados de libre comercio que nos acabaran comiendo, y su impertérrita belicosidad expansionista. Las bolsas bursátiles mundiales están en constante desequilibrio. Las oprimentes y restrictivas políticas conservadoras europeas nos está llevando a unos índices de pobreza y desigualdad social insospechados hace, apenas, una década.

     Las noticias de lo que pasa por el mundo han pasado a ocupar una dedicación imprescindible en nuestro quehacer diario, con el riesgo añadido de los peligros de la información sesgada y manipulada. Hoy, ya nadie está libre del temor a un ataque terrorista, a perder su estatus o su patrimonio, a que estallen esas bombas de hidrógeno con las que juegan los dictadores, a que se devalúe el bienestar, etc.

     Es tiempo de pronunciarse, de pensarlo mucho, de analizar lo que pasa y lo que nos cuentan, de no delegar soberanía popular en quienes no la saben administrar, en quienes se enriquecen sin rubor, sin moral y sin vergüenza a costa de quienes les confían sus destinos, tiempo de estudiar cada palabra trucada que sale del inconsciente de los iluminados, de los divinos.

«Diario Palentino, 17/01/2016»