Y con él llegó el hambre


Saturno devorando a sus hijos. Goya.

“Un gobernante que lleva a la miseria a su pueblo tiene un nombre”

Un gobierno elegido por esperanzados ciudadanos se ha convertido en Saturno devorando a sus hijos.

Cada mañana un nuevo zapatillazo, abrimos medio ojo aterrados ante la noticia del día. ¿Qué nos recortarán hoy? ¿Dinero? ¿Derechos? ¿El pan nuestro de cada día? Entre col y col, lechuga, nos merman libertades que no suponen gasto y echan la culpa al maestro armero.

                El Alcalde de Marinaleda es hoy casi el único coherente histórico, de los pocos que han renunciado al “derecho de evolucionar ideológicamente” que practican los que no se piensan despegar de sus asientos ni con palanca.  Este Sr. Gordillo sigue en solitario con su lógica aplastante de ocupar terrenos estatales y baldíos con personas que no tienen ni para comer, porque el gobierno con su cinismo habitual dice que un “problema informático” impide pagar los 400 euros. Eso se llama miseria espiritual. Mientras tanto el Super se hincha a ostras en Sanxenjo y dice: “El que pueda”.

                El asalto a los supermercados es solo un comienzo de lo que se aproxima, y dadas las circunstancias no es ni delito ni falta pues nuestro Código Penal (Art. 20.5) legitima el llamado “estado de necesidad”

                Escandalosas las declaraciones del portavoz, Sr. Alonso, del PP sobre la imagen que damos en el exterior. Literalmente la viga en su ojo les hace ciegos. El Sr. Rajoy y su recua se hartaron de pasear por el extranjero vociferando que España era un país en ruina, que estábamos en quiebra, con tal de cargarse al Sr. Zapatero aparcaron su inherente patriotismo y hundieron nuestro prestigio internacional y nuestra credibilidad, esa es la verdadera herencia que han recibido, su oposición de campo quemado les ha llevado a encontrar frente a los mercados internacionales solo las cenizas de los fuegos que ellos prendieron.

                España está quemada, literalmente en miles de hectáreas, en deportes olímpicos, en prestigio exterior, en posibilidades de crecimiento, en ilusión, en esperanza, y con un futuro demoledor (empresas crecen 1,1% y cierran 19% sobre el año anterior), maltratamos a los que llamábamos para hacer los infratrabajos no deseados, y que tienen muchos hijos para pagar las deudas generacionales porque los nuestros huyen. Hasta una ONG sueca abre campaña de “Apadrina un niño español” ¡Así son! ¡Así nos va!

«Diario Palentino, 12 de agosto de 2012»