Diputaciones, un lujo sangrante

“PP y PSOE se han enrocado en defensa de este escalón político-administrativo devorador de fondos”

            Ya puede crecer el paro hasta cifras desorbitadas (5.693.100), casi 1 millón de jóvenes menores de 25 años parados, 1.734.000 hogares sin  ingresos, 47.000 desahucios en tres meses, las familias mineras que se quedan sin comer, los ERES se multiplican, no hay recursos para creación de empleo, se reducen los subsidios, directamente salud, educación y cultura, bajo amenaza las pensiones, sueldos de funcionarios y ayudas a la dependencia, pero ¿a quién le importa? Se ve que solo al que lo padece, a nuestros gobernantes y políticos no, a juzgar por sus conductas.

            “Las 37 diputaciones provinciales nos cuestan al año 21.260 millones de euros (3 billones y medio de pesetas). Menos de un 40% de ese dinero llega a los ciudadanos, y solo en un año han aumentado la deuda pública en cerca de 6.000 millones de euros.”(Fuente: www.territoriomagenta.com).

            Contraviniendo sendos programas y proclamas electorales, PP y PSOE se han enrocado en defensa de este agujero negro, más político que administrativo, devorador de fondos. Un verdadero atraco a los ciudadanos, un monstruo al que se pretende engordar a base de restar soberanía a los pueblos gobernados por alcaldes y concejales que no piden nada a cambio, que están cerca de sus vecinos y entienden sus problemas, lo que conducirá sin remedio a una merma de democracia, a un mangoneo mayor de los asuntos vecinales.

            En más de treinta años de ejercicio profesional por nuestros pueblos castellanos jamás he visto que la Diputación haya resuelto nada que no estuviera en manos de otras administraciones o de unos pocos funcionarios (recaudación, informática y asesoramiento de aquella manera) que perfectamente podían y debían desarrollar su función en la sección de administración local de la Comunidad Autónoma.

Sin embargo, si he visto a los alcaldes ir a rogar y halagar a presidentes y diputados provinciales cuasi analfabetos, que sin objetividad ni criterio se dejaban querer para soltar unas miguillas de pan ajeno y prometer obras, a ti te quiero y a ti no, distribuyendo muy mermado el dinero procedente del Estado, de la Comunidad, de nuestros impuestos.

La indignación por este tema está en la calle. Si alguno de los dos grandes partidos dejara de estar sordo y apadrinara la desaparición total y absoluta de este pozo sin fondo, cuando mirara hacia atrás vería la cantidad de seguidores que se le sumaban.

«Diario Palentino, 29 de julio de3 2012»

“Recortes”, primero de donde sobra

De lo que no cuesta que dure la fiesta

Adelante con los faroles

            Para administrar la escasez con  pocas cabezas sobra. La macrocefalia política es escandalosa. Si de verdad los políticos quieren regenerarse y recuperar la credibilidad ciudadana deben dar claras y contundentes muestras, no gestitos, sino una limpieza pura, profunda y generosa. Veamos unos ejemplos totalmente prescindibles pero que no desaparecen porque hay demasiados intereses crematísticos detrás.

            Consejos Consultivos y de Cuentas en cada Comunidad Autónoma, sobrantes de todo punto ya que con sus homólogos centrales, sobra. Para fiscalizar cuentas, contratos, etc., vale con técnicos expertos, para nada sirven consejeros políticos y su múltiple personal de confianza.

            Mutuas Patronales de Accidentes de Trabajo y Enfermedades profesionales, que cierran cada ejercicio con unos beneficios del orden de 450 millones de euros usurpados a la Seguridad Social y a los trabajadores y sus familias. (Vicenç Navarro).

            En nuestra Comunidad se han multiplicado los observatorios, consejos, etc. Algunos ejemplos, Fundación Villalar ((para la foto del 23 de abril), Instituto Castellano de la Lengua (con el Instituto Cervantes a nivel nacional es suficiente), totalmente inoperativos pero que alojan unos cuantas bocas.

       Las Diputaciones provinciales, los más auténticos y caros comederos políticos, 1.040 diputados provinciales con sus 1.070 anexos de personal de confianza.

        Creadas en el siglo XIX por los caciques locales para defender sus intereses, no  han evolucionado. Comportan un escalón de derroche perfectamente prescindible.

            No tienen ingresos propios, solo administran los procedentes de otras administraciones restándose por el camino en una carísima y politizada gestión antes de llegar las sobras a los ayuntamientos, verdadero destino de los fondos.

          Dependen para todo de recursos ajenos y sus escuetas competencias son totalmente asumibles por las comunidades autónomas. Las carreteras provinciales debieran ser autonómicas para evitar escandalosas diferencias provinciales.

         El apoyo a los pequeños ayuntamientos sería mucho más coherente y neutral si se llevara desde la autonomía también.

            Pero los dos grandes partidos (PP y PSOE) no están dispuestos a arrimar el hombro y prefieren mantener sus cargos  exigiendo sacrificios “necesarios”  a costa de hacer pasarlo mal a muchas familias.

         La supresión de estos entes provinciales sería un verdadero gesto de acercamiento de los políticos a los ciudadanos. La limpieza profunda y rentable consiste en eliminar cargos costosos e inútiles no  concejales de los ayuntamientos que son quienes de verdad están al frente de la ciudad y de los pueblos. «Diario Palentino, 15/07/21012»

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Nota 1:Ver una publicación que pasó desapercibida en su día, sobre la Diputación de Palencia y otras. Diario EL MUNDO, Crónica. Domingo, 13 de junio de 2010.

Nota 2: «¡¡¡En pagar personal y bienes se gastan un 47% aproximadamente del presupuesto, mientras que en inversiones reales se gastan menos de un 30%!!!» territoriomagenta.com

Nota 3: «Las 37 diputaciones provinciales nos cuestan al año 21.260 millones de euros ( 3 BILLONES Y MEDIO de pesetas ) Y han provocado un aumento de la deuda española en un solo año casi 6.000 millones  de euros.» A quien interese mas detalles que visite territoriomagenta.com.