«Siempre hay quien lanza sus propias culpas al aire por si el viento o la suerte las lleva lejos»
Los alcaldes y concejales de los pueblos siguen siendo los titanes de la administración local, siguen poniendo de su bolso la gasolina, el teléfono, el tiempo y las desazones. Continúan viniendo a la capital a visitar, previa cita concertada y para asunto concreto, a los encopetados cargos provinciales y regionales para tratar de conseguir unas miguillas de ayudas económicas o técnicas para su municipio.