Del campo a la ciudad

            El viaje del campo a la ciudad es imparable desde los primeros asentamientos humanos, nunca se cierra el debate sobre si compensa la convivencia cercana con la naturaleza o la diversidad de oportunidades que ofrecen las ciudades. Dice la ONU que hoy el 54% de la población mundial vive en áreas urbanas, y que para el 2050 será el 66%. Existen 28 megaciudades con más de 10 millones de habitantes, Tokio, la mayor con 38 millones. 240 millones de estadounidenses ocupan el 3% de su territorio. El filósofo y pedagogo español, José Antonio Marina Torres, creó un programa, Ciudades con Talento, dónde pone el énfasis en la municipalidad, en la responsabilidad de los políticos locales a la hora de ofrecer bienestar, buena convivencia y aumento de posibilidades de desarrollo personal, cultural, profesional o económico para sus ciudadanos, porque las ciudades, dice, son y han sido siempre los viveros de innovación y creatividad. Pone el ejemplo de Arteixo, cuna del gran negocio que revolucionó la moda. Un pequeño concejo que tuvo la sabia visión de no poner trabas al emprendedor de un imperio que da trabajo a 150.000 empleados fijos. Milagro, porque la mayoría de nuestros pueblos padece un nacionalismo pueblerino que ve a los emprendedores como invasores, incluida la propia Junta de Castilla y León, de cuyo elenco de torpezas obstruccionistas solo pondré el ejemplo de una multinacional francesa de transportes con más de 1000 camiones circulando por nuestra carreteras que emigró a otra comunidad porque se le negó en rotundo y sin justificación legal alguna la instalación de un centro de almacenaje en la provincia de Palencia, no se sabe si por capricho del funcionario informante o por orden de algún político.

«Diario Palentino,  14 de enero de 2018»