“Es deber de la Justicia asumir con decisión nuestra defensa ante tanto desmán”
Sufrimos los peores políticos de la democracia y no somos capaces de reaccionar con contundencia y proclamar alto y claro que no vamos a consentir su mal hacer. Y todo ¿por qué? Sencillamente, nos hemos reblandecido. El bienestar gozado durante años nos ha hecho abandonar las defensas, hemos enterrado los escudos y las armas, hemos delegado sin reservas cuando todo iba viento en popa, confiábamos en quienes nos han gobernado durante el periodo en que reinó la democracia.
Ahora que nuestro más elemental sistema de derechos y libertades público y personal se ve impunemente atacado somos vulnerables, hasta tal extremo que no tenemos ni oposición que nos defienda (del asunto de Ponferrada y la hipócrita respuesta PPera, prefiero no hablar porque vomito).
Es una auténtica barbaridad identificar político con delincuente, esa versión nos perjudica gravemente, aunque la tentación es grande, nos lo ponen a huevo. El camino de vuelta a la democracia es sencillo, comienza por la Justicia, los tribunales encargados de velar por la puridad deben entregarse a fondo en cumplir con rigor su función de preservar la legalidad, sin reservas ni atender a presiones, desde el más humilde juzgado comarcal (alguno tan “receptivo” en cuestiones electorales) hasta las más altas instancias judiciales, con independencia de quienes o qué formación política hayan sido sus mentores en el ascenso o lo que esperen de ellos.
Y mientras eso ocurre, somos los ciudadanos huérfanos, como en los tiempos primitivos y al margen de las contaminadas instituciones, quienes tenemos que defendernos de esa casta política que parece entregada a desmontar lo conseguido en más de treinta años.
La Plataforma Antidesahucios (PAH) nos lo ha demostrado, querer es poder. Y para empezar por los cimientos, alguien tiene que exigir una investigación a fondo de la gestión de consejeros y gerentes que han pasado por las Cajas de Ahorro rescatadas llevándose retribuciones, dietas, autocréditos millonarios, jubilaciones, juergas y derroches a tutiplén que estamos pagando los españoles de a pie sin que nadie haga nada para ponerlos en cuarentena hasta que la justicia llegue a ellos, si es que lo hace y a tiempo.
Tan solo un partido que no “ha tenido metida la mano en la caja” lo ha denunciado, de momento, en Bankia. O nos movilizamos colectivamente o nos crujen para siempre. «Diario Palentino, 24/03/2013»