Quién guarda a los guardianes  

            Es la eterna pregunta circular. Quién cuida a los cuidadores, quién vigila a los vigilantes, quién juzga a los juzgadores… Los gremios se constituyeron en la Edad Media para defender los propios intereses corporativos, por aquello de la unión hace la fuerza; si compras al por mayor pagas menos, si somos muchos nos defendemos mejor. Es la base de los sindicatos, de los lobbies y las agrupaciones profesionales. Pero, cuando se trata de un bien jurídico público del que penden derechos fundamentales de la persona y del ciudadano, no se puede banalizar y desproteger. Que los jueces se autogobiernen le viene muy bien al Partido Popular. Una mayoría de jueces son ideológicamente conservadores. No hay más que ver sus biografías; hijos de familias ya pertenecientes a la magistratura, o cuando menos procedentes de clanes profesionales en cualquier ámbito. Acceder a la carrera judicial requiere un respaldo económico importante, se necesitan, como poco, cuatro años de gastar y no ingresar, un preparador y, por supuesto, mucha entrega y ganas de estudiar. Son minoría los jueces procedentes de entornos con economía ajustada y/o sin estudios, porque en estos no existe ni siquiera el convencimiento de poder desclasarse para acceder a niveles dirigentes. Las derechas lo tienen muy claro. Pero en democracia eso sería un contubernio. La separación de poderes no incluye zafarse del control supervisor por parte el pueblo soberano. A través de nuestros votos ejercemos el supremo control del legislativo y, por ende, del ejecutivo resultante. Premiamos o castigamos en las urnas. En cada proceso electoral otorgamos el timón a quienes pueden defender mejor nuestros intereses. A la corrupta derecha española le vendría muy bien tener a los jueces comiendo de su mano, por eso bloquean su renovación.

Diario Palentino, 3 de octubre 2021

La honestidad de los jueces

alberto-ruíz-gallardón-cartoonja-com-fede“Las movilizaciones contra las Tasas Judiciales engrandecen nuestra Justicia”

             Las movilizaciones en contra de las Tasas Judiciales dicen mucho en favor de los representantes de nuestra Justicia, jueces, fiscales, secretarios y personal judicial adjunto, pues entendiéndolo egoístamente cabría pensar que si las tasas alejan a los ciudadanos de los tribunales, estos tendrán mucho menos trabajo. Sin embargo la judicatura no mira para otro lado y en sus alegatos defiende por encima de todo la propia Justicia, su accesibilidad, su independencia y su propia razón de ser Justicia.

            ¿Quién decía que Gallardón era manso? El consejo General del Poder Judicial ya ni tan siquiera considera al Ministro de Justicia como interlocutor válido por ello pide entenderse directamente con Rajoy. Y es que el hiperactivo Ministro más que un verso suelto dentro del PP, como él mismo se definía, ha resultado ser una bomba radical, decide en solitario, no parlamenta con nadie e impone sus retrógrados criterios con una flema pasmosa, lo que le falta a Wert.

            Qué estamos retrocediendo años, acaso siglos, en la organización de nuestra sociedad, ya no es novedad para nadie. Como tampoco lo es que Rajoy haya conseguido el milagro de levantar contra su gobierno y sus medidas a todos los colectivos sociales rurales y urbanos, desde la cúspide hasta la base de la pirámide social.

            Entre las triquiñuelas de éste nuestro gobierno que nos ha tocado sufrir, está el tergiversar las cosas para disfrazarlas de intereses personales que es lo que peor suena en estos tiempos difíciles. Así el gallardo Ministro quiere hacernos creer que la movilización de la judicatura tiene su causa en la eliminación de la paga de diciembre y la reducción de días libres. ¿PPenoso, no?

            Pues resulta que los jueces se le han vuelto contra la reforma del Código Penal, entre otras sobradas razones,  por imponer la “cadena perpetua”, cosa que no hizo ni Franco, según informe del propio consejo de los jueces ( la prisión permanente revisable no fue instaurada en España ni en tiempos de la dictadura…) pero el Ministro no cede, tiene mayoría absolutísima y quiere politizar la Justicia, alejarla de los ciudadanos, privatizarla y manejarla, ese es el verdadero objetivo de sus arrasadoras reformas. Continuará con la Justicia Gratuita, ya ha desmontado los Registros Civiles para dar de comer a los amigos Registradores y lo que nos queda por ver.

«Diario Palentino, 16 de diciembre de 2012»

La justicia en la balanza

La Sanidad pública cuida nuestra vida, y la Justicia los Derechos que  nuestra vida conlleva.

      Si hay algo imprescindible en la vida de las personas, junto a la salud, es la seguridad. La seguridad en la supervivencia, en el entorno individual, familiar y social. La mayor parte de los quebrantos en la salud física o mental proceden de zozobras, traumas o carencias acumuladas durante la historia personal de cada cual.
    Que nos fallen algunos políticos, en los que hemos depositado nuestra fe y nuestra encomienda, es algo asumido ya con sumisión y paciencia como un obstáculo insalvable de la vida en común, pero nos crea mucha desazón que nuestra salud pueda ser desatendida por unos servicios médicos deficientemente equipados. Y a continuación viene el temor a que la administración de justicia se convierta en una amenaza para inocentes y una puerta grande para culpables. La Sanidad pública cuida nuestra vida y la Justicia se ocupa de los Derechos que  nuestra vida conlleva.
    El mar judicial está revuelto y abre cada día un titular de noticias. El encausamiento del Juez Garzón divide a la sociedad, según de qué asunto sea juzgado, según ideologías o simplemente según “caiga” personalmente al opinante. Su debate también divide a la judicatura, el ex Fiscal general Anticorrupción, Jiménez Villarejo, cree que es un linchamiento. El fiscal de la causa contra los crímenes del franquismo no lo puede creer y pide su archivo. En el caso Gürtel, la Derecha no tiene ningún interés en que lo investigado sirva para condenar a sus “socios”.
Por otro lado el juicio por el asesinato de Marta del Castillo consigue unir cuarenta mil personas en manifestación protestando la sentencia y pidiendo su revisión. La Audiencia Provincial de Málaga pide a la Fiscalía que aclare los motivos del indulto al Dr. Montes, etc.
    El Partido Popular decide unilateralmente poner orden y otorgar a los jueces su autogobierno cargándose el actual “método Acebes” que tan buen servicio ha prestado a la causa conservadora (Informe Estatuto catalán, falsedades sobre ácido bórico en los atentados del 11-M, etc.)

     El consejo General del Poder judicial tiene tres funciones principales: emitir informe no vinculante en algunos proyectos de ley, sancionar las infracciones que cometan los jueces y nombrar los componentes de los órganos judiciales. ¿Cómo van a utilizar la Justicia contra sí mismos? ¿Cómo en los “juicios” contra Garzón? ¿Los cinco mil jueces no afiliados que no ocupan altos cargos, lo quieren así? «Diario Palentino, 29/01/2012»