¡Arrepiéntete! (III entrega de «El expolio de la calle Jardines»)

Como diría mi «maestro político», una cosa es predicar y otra dar trigo.

La seriedad y la política son para algunos representantes del Partido Popular como dos lineas rectas paralelas, esas que nunca se encuentran en el horizonte.

Prueba patente, reciente y cercana queda de manifiesto con el thriller  de la Calle Jardines. Una emocionante trayectoria de suspense, intrigas y contradicciones que, como dice mi amigo Tomás en su comentario a la II entrega («El misterio de la calle Jardines») podría servir de guión para un «culebrón».

A modo de resumen de lo ocurrido en anteriores capítulos, primero, y después de años de reclamaciones vecinales e interminables «negociaciones», se llega a un acuerdo expoliatorio para el Ayuntamiento de Palencia en favor de la Diputación, presentado sin escatimar fotos y autolisonjas. El gobierno municipal de entonces se aviene a recalificar terrenos destinados a usos públicos para convertirlos en un mar de edificaciones ( de 7 alturas). Veamos:

En un segundo movimiento, bajo la constante denuncia de la «operación» por los vecinos, y habiendo cambiado el signo del gobierno municipal (ahora PP), quién se jactó de firmar aquél atroz acuerdo por la Diputacion se encuentra de bruces con su imagen ante el espejo y renegando de su propia gestión donde dice digo, digo Diego, y para relajar al movimiento vecinal se anuncia que no se afrontará la obra por falta de fondos.

Por fin, pasados unos meses, llegan los arrepentimientos y las recapitulaciones. Se anulará aquél triunfalista pacto, sustituyéndolo por una permuta de solares con la Diputación, en otros lugares de la ciudad.

Lo cierto es que esos escasos 300 metros de calle condenados a un protagonismo pueblerino siguen manteniendo su aspecto indecente en el centro de una ciudad.*

* ¡Ojo! Si bien es cierto que para los residentes actuales de la Calle Jardines (la más ruidosa de Palencia en el Mapa de Ruidos municipal) se añadirá aún más tráfico rodado para atajar a la carretera de Burgos y al centro comercial). Cara y cruz.

El misterio de la Calle Jardines (Cont. El expolio)

Ahora que están tan de moda los temas de terror y suspense, vamos a tener que pensar que sobre la urbanización de esos pocos metros que faltan para enlazar la continuidad de la calle Jardines levita un misterio indescifrable.

Años de negociación entre el precio puesto por la Diputación en 36 millones de euros, el valorado por el Ayuntamiento en 9 millones, y los 17 millones el acordado por la Comisión Territorial de Expropiación que se tradujo en una recalificación de 17.400 metros cuadrados de terrenos que pasaron de estar destinados para diversos usos de interés general a constituirse en solares edificables que la Diputación pondría en venta para sanear sus arcas hundidas.

El caso es que una vez conseguida la firma del acuerdo con «morreo» político incluido y triunfales fotos de la firma, la calle, por otro incomprensible motivo se quedó sobre la mesa del anterior Alcalde con el proyecto redactado, financiado, y sin urbanizar, aún a riesgo, como de hecho ocurrió, que diera lugar a la resta de, tal vez, decisivos votos en ambos barrios afectados de Santiago y Avenida de Madrid.

En el segundo capítulo, el actual Concejal de Hacienda, Isidoro Fernández Navas, perdedor nato de cargos políticos (primero el de Concejal de Hacienda con Marcelo de Manuel y después el de Vicepresidente de la Diputación, acabando sus días absolutamente desnudado de todos sus poderes y enemistado públicamente con su «jefe» para resurgir de su propias cenizas y volver a su antiguo asiento de La Hacienda Municipal, no sin extorsionar antes al entonces candidato y hoy Alcalde, Alfonso Polanco. En fin todo un espécimen político) ahora, sentado en el banco de enfrente, reniega de aquel atropello y para no remover al encrespado movimiento vecinal de la zona, que quiere ver la calle terminada, pero no los recreados solares adyacentes, alega que no hay fondos y ahí queda el erial tal cual estaba.

Después de todo ahora los solares serían invendibles, lo que sobran son viviendas en venta y en construcción y de paso el actual equipo de Gobierno de la Diputación se queda a verlas, con el caramelo en la boca.

Continuará…, no se pierdan el próximo capítulo de «El misterioso expolio de la Calle Jardines»