Test, averigua si eres “Antisistema”


antisistema  “El término Antisistema, por definición no es peyorativo. Lo malean quienes se benefician del actual SISTEMA”

Definiciones: -Wikipedia: “se refiere a aquella persona o grupo de personas con una ideología disconforme con el orden político o social establecido”. -Diccionario de la RAE: “Contrario al sistema social o político establecidos”.

Veamos, ¿te parece bien?:

1.- Que el 90% de los ingresos fiscales procedan de las familias y el 10% de las empresas (solo el 2% de las grandes empresas).

2.- Que los niños de familias sin recursos se queden sin comer en vacaciones porque cierran el comedor escolar.

3. Que enfermos mayores o crónicos se abandonen al dolor por no poder comprar calmantes.

4.- Que personas mueran en los pasillos de urgencias por falta de personal sanitario.

5.- Que los delincuentes de las cajas de ahorro no entren en la cárcel porque lo van a devolver en cómodos plazos.

6.- Que se expulse violentamente a las familias de sus casas teniendo 3,4 millones de viviendas vacías en España.

7.- Que el 54% de los jóvenes no pueden formar una familia, tienen que emigrar o dejar de estudiar porque se les quitan las becas a medio camino.

8.- Que circulen en los partidos los sobres B con nuestro dinero como si fueran chuches.

9.- Que 1 de cada 3 ciudadanos no tenga dónde trabajar para mantener a su familia.

10.- Que los miserables salarios sirvan a banqueros y empresarios para vanagloriarse de sus muchos beneficios, y cargos públicos permanezcan con sus cuentas en Suiza.

11.- Que se detenga y demonice a ciudadanos desarmados en protestas pacíficas, y las televisiones públicas nos engañen mostrando siempre las mismas escenas violentas ajenas a los sucesos.

12.- Que consientan a compañías eléctricas, telefónicas y constructoras que nos sableen para cuando dejen de ser políticos poder colocarse para “aburrirse” en sus consejos de administración.

13.- Que se autorice a promotoras (amiguetes) prospeccionar, edificar y destruir en los espacios naturales que nos garantizan la supervivencia en el planeta.

14.- Que se incluyan los ingresos de las actividades ilegales (e inhumanas) de la prostitución y el narcotráfico en el cómputo del PIB para reducir numéricamente la deuda pública. Acabarán incluyendo la pornografía infantil que mueve millones.

            Sí eres de los que piensan que el SISTEMA económico, político, social y cultural solo sirva para el bienestar de unos pocos, no eres antisistema. Yo sí lo soy.

«Diario Palentino, 01/06//2014»

 

Somos blandos

“Es deber de la Justicia asumir con decisión nuestra defensa ante tanto desmán”

            Sufrimos los peores políticos de la democracia y no somos capaces de reaccionar con contundencia y proclamar alto y claro que no vamos a consentir su mal hacer. Y todo ¿por qué? Sencillamente, nos hemos reblandecido. El bienestar gozado durante años nos ha hecho abandonar las defensas, hemos enterrado los escudos y las armas, hemos delegado sin reservas cuando todo iba viento en popa, confiábamos en quienes nos han gobernado durante el periodo en que reinó la democracia.

        Ahora que nuestro más elemental sistema de derechos y libertades público y personal se ve impunemente atacado somos vulnerables, hasta tal extremo que no tenemos ni oposición que nos defienda (del asunto de Ponferrada y la hipócrita respuesta PPera, prefiero no hablar porque vomito).

  billetes-guante-blanco_0          Es una auténtica barbaridad identificar político con delincuente, esa versión nos perjudica gravemente, aunque la tentación es grande, nos lo ponen a huevo. El camino de vuelta a la democracia es sencillo, comienza por la Justicia, los tribunales encargados de velar por la puridad deben entregarse a fondo en cumplir con rigor su función de preservar la legalidad, sin reservas ni atender a presiones, desde el más humilde juzgado comarcal (alguno tan “receptivo” en cuestiones electorales) hasta las más altas instancias judiciales, con independencia de quienes o qué formación política hayan sido sus mentores en el ascenso o lo que esperen de ellos.

            Y mientras eso ocurre, somos los ciudadanos huérfanos, como en los tiempos primitivos y al margen de las contaminadas instituciones, quienes tenemos que defendernos de esa casta política que parece entregada a desmontar lo conseguido en más de treinta años.

               La Plataforma Antidesahucios (PAH) nos lo ha demostrado, querer es poder. Y para empezar por los cimientos, alguien tiene que exigir una investigación a fondo de la gestión de consejeros y gerentes que han pasado por las Cajas de Ahorro rescatadas llevándose retribuciones, dietas, autocréditos millonarios, jubilaciones, juergas y derroches a tutiplén  que estamos pagando los españoles de a pie sin que nadie haga nada para ponerlos en cuarentena hasta que la justicia llegue a ellos, si es que lo hace y a tiempo.

      Tan solo un partido que no “ha tenido metida la mano en la caja” lo ha denunciado, de momento, en Bankia. O nos movilizamos colectivamente o nos crujen para siempre. «Diario Palentino, 24/03/2013»

Más impuestos a cambio de nada


La perversión del sistema: pagamos más y recibimos menos.

           Nunca nos satisfizo pagar impuestos, pero eso no es una novedad. En la leyenda evangélica San Mateo era malquerido por los ciudadanos a los que cobraba los impuestos que recaudaba para el cesar.

                La lógica de la cuestión reside en que pagar impuestos porque se tienen o heredan bienes o se obtienen buenos ingresos responde a un privilegio que cuántos quisieran.

              La pregunta es ¿para que pagamos impuestos? Todos conocemos la respuesta, a cambio de recibir de la sociedad representada por el Estado los servicios públicos que no podríamos obtener privadamente y cada uno con el dinero que aportamos. Yo con mis impuestos no me puedo pagar una sanidad ni una educación de calidad, ni carreteras, ni comunicaciones, etc., pero si lo junto en el montón de mis conciudadanos y tenemos unos buenos gestores, todos salimos ganado. Ese es el fin y el fundamento de pagar impuestos.

                  El problema es que hoy ya nada de esto es así. Cada día nos vemos obligados a pagar más por menos. Pagamos excesivos impuestos en el pan que comemos, en la ropa que vestimos, en los libros de los niños y en las medicinas que necesitamos.

           ¿Qué pasa entonces?, que este sistema con el que estábamos generalmente de acuerdo se ha degradado hasta darse la vuelta. Ahora nos quitan más de nuestros exiguos ingresos para pagar deudas acumuladas por  malversadores, derrochadores, pródigos y pésimos gestores cohabitantes de esa extraña comparsa formada por advenedizos empresarios insaciables, cajas de ahorro regentadas por los mismos, premiados con  suculentos sueldos y bajo la mirada para otro lado de la clase política o incluso inserta en el fraudulento “negocio”.

            Lo peor de todo es que nuestro Estado, al que tenemos encomendado el bienestar general, asume los desmanes privados, empresariales y financieros, y nos endeuda a todos, mientras los responsables tienen sus beneficios a buen recaudo en paraísos fiscales o debajo de la baldosa de los testaferros. Es la perversión de un sistema que ha funcionado razonablemente bien a partir de la II Guerra Mundial y que irremediablemente nos lleva a un abismo desconocido.

                 Digamos que el efecto Robín Hood se ha invertido, ahora se roba a los que menos tienen para que los ricos acumulen más. Y aún falta mucho tiempo para poder cantar con el poeta maldito que era Gabriel Celaya, “estamos tocando el fondo…”. «Diario Palentino, 23 de septiembre de 2012»