Los ciudadanos han hablado

Pactos“La lista más votada: última trampa del bipartidismo”

         El bipartidismo, atrincherado entre el temible recuerdo de la dictadura y la leyenda del voto útil, se había crecido hasta alturas tan desproporcionadas que en los análisis internos de los partidos el voto ciudadano pasó a considerarse un mero recurso de obtención del poder. -Tú mete el voto y calla-, parecía ser el mensaje de campaña. Lo que nos hacían sentir no era tanto ganar cómo que no ganase el contrario, desprestigiar al adversario y relegar el programa propio. La corrupción ad limite es del Partido Popular, y, aunque no es comparable, el PSOE debe asumir la culpa in vigilando que corresponde a la alternativa de poder.

        Los jóvenes nacidos en libertad piden regeneración política y limpieza, como corresponde al relevo generacional, jóvenes y puros. Y los ciudadanos, muchos ciudadanos hartos, les apoyamos y les hemos dado nuestro voto, una oportunidad de oro, la que merece su fe en que todo puede cambiar y depurarse. No es flaco esfuerzo pretender, en un país de individualismos, que se formen gobiernos de opiniones diversas, no acostumbramos trabajar en equipo, no sabemos consensuar, siempre queremos llevarnos la perra gorda, sea en tratos, en contratos, en debates o en meras discusiones caseras, tener la última palabra nos enardece.

       El vuelco dado a lo ya consabido ha descolocado a los grandes en su zona de confort. En los últimos años se sabía el resultado A o B. Ahora toca pactar, horror, desconocemos los mecanismos, las estrategias tradicionales se van al rinche, la forma de hacer política de oposición deviene inservible, las cabezas de los viejos políticos están desubicadas. Y, ahora qué.

        El último reducto de defensa del bipartidismo es el falaz discurso de que debe gobernar la lista más votada. Cuántas listas hay de izquierdas y cuántas de derechas, y más ahora, que todos se dicen de centro… La inercia es una fuerza poderosa, facilita el voto fiel que olvidó la ideología y se repite sin pensar,  -así lo hice siempre-, es un  argumento frecuente en un país de conservadores por viejos, conservan el voto del PP y el del PSOE a medida que cumplen años. Hoy la lista más votada está depreciada, vale menos que las fuerzas emergentes nacidas del cabreo ciudadano por el pitorreo al que nos ha sometido el bipartidismo. Porque no es corrupto solo el que se lleva dinero a su casa, también lo es el que trampea dentro y fuera de los partidos políticos y consiente o incita que otros lo hagan. 

«Diario Palentino, 31 de mayo de 2015″3101

 Apasionante y temible


el-nuevo-camino-1“Vamos desbrozando un nuevo camino, con sus claros y su maleza”

      A trompicones. A trompicones va la vida de cada cual, y a trompicones la Historia de la humanidad. El buen vivir anda danzando de un escenario a otro, no sabe dónde quedarse y a quiénes llevarse por delante. Las noticias se pisan los talones unas a otras; no hay sequía informativa, apenas dan las horas para atender tantas novedades.

    Cada suceso es una pequeña célula de algo viejo que muere y algo que nace. Los sistemas políticos también envejecen. Las democracias son más vulnerables que las dictaduras, y enferman cuando los gobernantes se olvidan de los poderdantes, cuando la ambición no frena ante ninguna ética. Vivimos un auténtico espectáculo de escándalo y no nos damos cuenta, ya cansados y remisos.

    Escuchamos palabras en bocas que nunca imaginamos; los rostros y los mensajes se confunden y se intercambian, no distinguimos quién es quién. Para los creyentes ciegos en su ideología se abren abismos de incomprensión. ¿Por qué hemos dicho eso? ¿Es Monedero comparable a Bárcenas, y Podemos al PP? Hasta hay quien osa asegurar que muchos jóvenes son del PP, aunque no lo saben; y recordamos aquello de “crees en Dios, aunque no lo sepas”.

    El bipartidismo se va a pique y los nuevos profetas saltan sobre ascuas ardiendo. La vieja Europa es relegada por las sacrificadas potencias geopolíticas que consiguen descollar a base de duro trabajo, pero el diablo no descansa, el Capitalismo solo ve ganancias inmediatas, aunque desaparezca el mundo mañana, aunque millones de humanos sufran y mueran miserablemente, solo cuentan los resultados bursátiles. Las macro empresas se fusionan comadreando para estafarnos. El gobierno del PP mociona en favor de Telefónica para atracarnos aún más y eliminar competidores. La Justicia es maltratada con ignominiosas presiones,  pucherazos, fatuos nombramientos, y recortes.

    Un Papa revoluciona la multinacional más poderosa y antigua bajo la mirada contrita de muchos clérigos convencidos de que lo estaban haciendo conforme a cánones. El Arzobispo Cañizares se acuerda de los pobres y quiere vender patrimonio eclesiástico, lo tiene mucho más fácil: que la Iglesia pague el IBI y así puede devolver a los españoles lo que les pertenece, la sanidad, la educación, la vivienda y el alimento mermados porque los fondos comunes se han ido a paraísos fiscales propios e interiores con la bendición de Dios y de los políticos que vamos arrastrando.

   Apasionante y temible, el tiempo que nos ha tocado en la rifa.

«Diario Palentino, 07/02/2015»