El comedor social y la hipocresía de los gobernantes

Inauguración del comedor social Diario PalentinoLos hambrientos se sienten humillados. Por ahora no son un peligro para los políticos

            Todavía recordamos aquella gloriosa foto poblada de políticos de las múltiples administraciones que mantenemos con sangre, sudor y lágrimas, inaugurando el comedor social palentino, fruto del esfuerzo personal y económico de particulares y empresas palentinas bajo el pertinaz impulso de Pepe Calderón, a quién solo le falta llorar, tal vez lo haga en la intimidad, ante la cruel pasividad de los gobernantes locales, provinciales, autonómicos y estatales prestos a salir en la foto de la caridad, y nada más.

            El local, las obras, la instalación, todo fruto de la solidaridad, nada procede de los que no se bajan de las alfombras públicas pagadas con nuestros impuestos. Una treintena de voluntarios acomete, cada día, la tarea de entregarse a cocinar y servir alimentos, conservarlos, almacenarlos, administrarlos, e incluso limpiar las dependencias. Desinteresadamente, tirando de su tiempo, de su esfuerzo físico, por generosidad, en un trabajo constante y duro, eso sí que es un compromiso, porque no les pueden fallar a ciento ochenta, repito 180 comensales que sobreviven gracias a todas esas personas de buena conciencia que suplen las consecuencias de la injusticia social que padecemos.

            Y es que la penosa política actual se rige por la inmediatez, el temor a perder votos y el pánico visceral a que algún colectivo monte un conflicto público que pueda dar lugar a titulares negativos. Quien en Palencia, la cotilla y provinciana Palencia, tiene que acudir al comedor social ya tiene bastante sambenito como para organizarse y convocar una concentración, con pancarta incluida frente a alguna administración. Tampoco, seguramente, muchos de los comensales votarán a los actuales, por lo tanto no hay peligro, ¡que les den! , pensarán para si los de la foto.

            2.000 euros al mes, 24.000 al año que cuesta la electricidad y el gas, es lo que dejará sin comer a 180 paisanos. Es para pensarlo despacio. Pagamos la campaña de un día entre 6.000 euros a los comerciantes, bajo pánico cada legislatura se modifica la Plaza de Abastos, en los pueblos ya se ha pavimentado hasta el paseo de la eras, los alcaldes cambian el alumbrado una y otra vez porque hay que pedir en Planes Provinciales. ¿Es que por ahí arriba nadie tiene mala conciencia?

«Diario Palentino, 24/08/2014»

Nota: Otro día hablamos de Cáritas «Diocesana», de cómo se financia con donaciones y la casilla del IRPF, cómo se rige a capricho por los obispos y por qué se llama diocesana si la diócesis no pone un euro. Ya casi está dicho todo.

Categorías benéficas

1262185613246rajoydetdnUn socorro de Emergencia con reparto a domicilio”

             Por nuestras calles palentinas, de capital casi despoblada y provincia aún más, se oye constantemente un runrún que se repite como un eco. – Es imposible que haya casi seis millones de desempleados y ésta tranquilidad por las calles-. –Estamos en Palencia-, nos decimos unos a otros en las tertulias de bar, –Por aquí no pasa ni la crisis-. ¡Ya, ya!

             La crisis  que se lleva por delante pequeñas empresas y autónomos pasa por aquí igual que por el resto del país, la diferencia es que además de pequeños somos provincianos y nadie suelta prenda sobre su situación personal. En las terrazas, los camareros ya proponen una nueva tarifa llamada – No, si yo ya me iba-.

             El Banco de Alimentos aumenta cada día su clientela concentrada en una mixtura social solo vista en las películas. Desde el – ¡Qué bien, vamos a comer!- hasta el arrugado que piensa – Que no pase nadie conocido, ¡que bochorno!-. Para evitar estos sufrimientos en vez de dejar de repartir sobres o restaurar ruinosas ruinas y malversar caudales públicos en privilegios y zarandajas, lo que debe hacer todo gobierno que se precie de servir al pueblo soberano al que se debe, es crear empleo y recuperar el bienestar ciudadano.

             Así nuestra autonomía va un pasito más allá, y para evitar a sus ex-votantes el mal trago de ponerse a la cola del Banco de Alimentos, ha inventado un socorro de emergencia, llamada Red de Reparto Urgente de Alimentos que funciona las 24 horas llamando al 012 para que aquél que sufra un imprevisto ataque de hambre y no tenga qué comer, no se vea en la necesidad de pasar por la desazón de la cola pública, se lo llevan a casa como si fuera del supermercado.

            De éste modo lo explicó, Dña. Milagros Marcos, Consejera de Familia, en la SER, que yo lo oí, -Una respuesta ágil y sencilla– dijo, y en la prensa apareció la foto de todos los intervinientes inaugurando la segunda fase de la beneficencia con sus dos categorías, la de segunda para los páuperes, y la de primera, para los que fueron algo y por desgracia ya no son nada, con reparto a domicilio, por el prurito de conservar, aunque solo sea, el coche grande parado en la cochera ¡Siempre ha habido clases! ¿O no?

«Diario Palentino, 23/06/2013»