La Sanidad pública cuida nuestra vida, y la Justicia los Derechos que nuestra vida conlleva.
Si hay algo imprescindible en la vida de las personas, junto a la salud, es la seguridad. La seguridad en la supervivencia, en el entorno individual, familiar y social. La mayor parte de los quebrantos en la salud física o mental proceden de zozobras, traumas o carencias acumuladas durante la historia personal de cada cual.
Que nos fallen algunos políticos, en los que hemos depositado nuestra fe y nuestra encomienda, es algo asumido ya con sumisión y paciencia como un obstáculo insalvable de la vida en común, pero nos crea mucha desazón que nuestra salud pueda ser desatendida por unos servicios médicos deficientemente equipados. Y a continuación viene el temor a que la administración de justicia se convierta en una amenaza para inocentes y una puerta grande para culpables. La Sanidad pública cuida nuestra vida y la Justicia se ocupa de los Derechos que nuestra vida conlleva.
El mar judicial está revuelto y abre cada día un titular de noticias. El encausamiento del Juez Garzón divide a la sociedad, según de qué asunto sea juzgado, según ideologías o simplemente según “caiga” personalmente al opinante. Su debate también divide a la judicatura, el ex Fiscal general Anticorrupción, Jiménez Villarejo, cree que es un linchamiento. El fiscal de la causa contra los crímenes del franquismo no lo puede creer y pide su archivo. En el caso Gürtel, la Derecha no tiene ningún interés en que lo investigado sirva para condenar a sus “socios”.
Por otro lado el juicio por el asesinato de Marta del Castillo consigue unir cuarenta mil personas en manifestación protestando la sentencia y pidiendo su revisión. La Audiencia Provincial de Málaga pide a la Fiscalía que aclare los motivos del indulto al Dr. Montes, etc.
El Partido Popular decide unilateralmente poner orden y otorgar a los jueces su autogobierno cargándose el actual “método Acebes” que tan buen servicio ha prestado a la causa conservadora (Informe Estatuto catalán, falsedades sobre ácido bórico en los atentados del 11-M, etc.)
El consejo General del Poder judicial tiene tres funciones principales: emitir informe no vinculante en algunos proyectos de ley, sancionar las infracciones que cometan los jueces y nombrar los componentes de los órganos judiciales. ¿Cómo van a utilizar la Justicia contra sí mismos? ¿Cómo en los “juicios” contra Garzón? ¿Los cinco mil jueces no afiliados que no ocupan altos cargos, lo quieren así? «Diario Palentino, 29/01/2012»