diariopalentino.es, Opinión, 11/06/2009 VECINOS ILUSTRADOS.
Antojos
Es una bendición estar rodeado de personas con antojos. Y una calamidad vivir junto a quienes perdieron todo atisbo de deseo. Los primeros, los que anhelan algo, los que no pueden sino pedir tal o cual objeto con insistencia, pueden ser más o menos molestos, de acuerdo, pero al menos ponen las pilas a todo el que se acerca. Los segundos, los que están hastiados o no desean ya más, aburren a las amapolas. Y entristecen. Sigue leyendo