“Para las alcaldías cuesta encontrar candidatos, pero abundan los espontáneos para presidir las Juntas Vecinales”
Otro agujero negro eliminable antes de meter mano a pensiones, salario base, sanidad y educación, se encuentra en esos entes arcaicos que han pasado de puntillas a lo largo de la historia y que se rigen por un derecho consuetudinario tan inoperativo como injusto para el tiempo actual. Tales son las Entidades Locales Menores, regidas por su Junta vecinal que administra en la mayoría de los casos importantes y suculentos patrimonios sin funcionarios interventores ni control de cuentas (Palencia. “Ejercicio 2011, tan “solo 37 de las 226 pedanías han cumplido con el Consejo de Cuentas y 187 no lo han hecho nunca”)
¿Por qué? ¿Qué hacen los alcaldes pedáneos y sus vocales con los montes, pastos, cotos, bienes comunales y patrimoniales generadores de importantes ingresos? ¡Misterio!
Antiguamente, cuando ese sistema de organización vecinal tuvo sentido, al menos una vez al año se tocaba a Concejo y se presentaban cuentas públicamente. Hoy con la despoblación no se hace por lo que se ha convertido en algo muy confuso, por no recurrir a términos del Código Penal en bastantes ocasiones. La prueba es muy sencilla, cuando coexisten ayuntamiento y juntas vecinales, si se busca candidatos para la alcaldía nadie quiere, pero abundan los espontáneos para presidir la Junta Vecinal. Juzguen por Vds. mismos.
Salvo raras y artificiales excepciones en que la Entidad Local Menor es mayor en población que el núcleo que aloja el propio ayuntamiento (léase Cascón de la Nava sobre Villaumbrales), el resto se solapan en pequeños núcleos que reciben del ayuntamiento todos los servicios de alumbrado, recogida de residuos, asistencia social, e incluso obras de infraestructuras que deben contratar los expoliados ayuntamientos e incluso pagar si las juntas vecinales existentes ocultan sus ingresos y no quieren acoquinar su parte, lo que genera una verdadera lluvia de conflictos sociales entre familias y vecinos, porque los residentes en núcleos que no tienen Junta deben cargar con lo que no aportan los que la tienen.
Ahí sí que hay una verdadera carga judicial con graves dificultades para la interpretación coherente de un derecho no escrito, cuya regulación encomendó la Constitución a las Comunidades Autónomas y que estas han eludido por temor (electoral). Por fin parece que las ELM desaparecerán y sus patrimonios íntegros pasarán a los ayuntamientos para ser gestionados, intervenidos y contabilizados debidamente. «Diario Palentino, 26 de agosto de 2012»