Sexo y Violencia

       El debate nacional de esta semana se centra en los temas más desagradables, los delitos contra las personas. Asesinos en serie, violadores múltiples, pederastas, etc. La peor escoria de la sociedad ocupa los mentideros. La sentencia para la Manada parece estar retenida, la anunciaron para finales de enero, se la espera con expectación por la contestación social que provocó el desarrollo del juicio y porque se acerca el 8 de marzo. Las mujeres estamos preparadas para dar la batalla contra todo lo que suponga una merma de nuestra integridad física, moral y social o nos ponga en entredicho los derechos y libertades cívicos y personales. Las lanzas están levantadas, a quien se le escape la más mínima chispa sospechosa se convertirá en blanco de todas las furias concentradas.

        La cadena de denuncias por acoso, abusos y violaciones va a continuar, se ha abierto la caja de los truenos. Militares, sacerdotes, entrenadores deportivos, productores y directores de cine, hombres con ascendente moral y poder para arruinar la vida de menores y jóvenes vejados y amenazados. Niñas y niños adolescentes abducidos, todo vale a las mentes degeneradas. Lo que sale a la luz y lo que está medio oculto, como lo que cuentan unos escabrosos vídeos titulados Caso Bar España que han aparecido a raíz del 25 aniversario del crimen de las niñas de Alcàsser. Violencia depravada en grado superlativo. Las noticias nos abruman; adolescentes asesinan a dos ancianos, un chico de 14 años mata a su hermano de una puñalada,  y para remate el atroz esperpento de un niño de 9 años violado por sus compañeros en el patio del colegio, ese lugar donde dejamos los padres a nuestros hijos como el lugar más seguro. ¡Qué horror!

«Diario Palentino, 11/02/2018»

De tal palo tal astilla

cr-npwbxyaelmm0Los menores violentos dicen todo sobre sus padres incívicos

            Violencia en las aulas, violencia en el deporte, violencia contra las niñas y contra las mujeres, es la noticia-desayuno más desagradable de todas las mañanas. Pero lo más vomitivo es la respuesta de sus adultos, padres de los agresores que para defender a su prole empiezan y acaban señalando a la víctima como causante de la situación, porque, dicen, provoca o difama. Así se van criando pequeñas bestias que pueden llegar a convertirse en elementos de “La Manada”, bravucones machotes que irán haciendo valer sus supremacía en todos los ámbitos de la vida, si no es con artimañas será por la fuerza.

            Un niño se suicida por no soportar el acoso cruel de sus compañeros. Padres histéricos gritan insultos racistas a un pequeño jugador de color del equipo contrario porque es mejor que sus hijos. Profesores y directores de colegio, amparados por los políticos de turno, faltaría más, cobijan y diluyen lo que por su oficio debieran perseguir. Padres que obvian las trastadas de sus hijos en casa ajena, que ríen si les multan por orinar en monumentos nacionales, que alientan a ser más y más, por encima de todo y de todos. Padres que exudan agresividad como forma habitual de comportarse. Así, la sociedad se va adaptando. Ya muchos hoteles avisan: Solo adultos. Un recepcionista explica que a quien no había que admitir era a los padres, porque los niños pequeños cuando están solos se comportan mucho mejor.

            Lo más repugnante de los últimos aconteceres violentos gira sobre la violación en los sanfermines y la respuesta de familias de los agresores cebándose en la víctima. Recordemos eran cinco machotes salidos violando a una chica de 18 años en un portal de Pamplona, y otra en Córdoba; entre ellos, tres con antecedentes penales, otros dos son guardia civil y militar, de esos que han jurado defendernos. Las conversaciones previas de su chat dan para montar todo un culebrón macabro, cloroformo, reinoiles, cuerdas, luego queremos violar todos, follándonos a una entre los cinco, soy cinturón negro comiendo coños…  etc., Y después, como se esperaba, llega el cinismo: ella miente para salir del paso, no se sabe de qué paso necesita salir salvo del horror de la violenta y agresiva humillación que nunca olvidará. Ves los hijos, imagina los padres. La violencia sobre las mujeres, todo tipo de violencia, siempre tiene origen en la propia familia. 

«Diario Palentino, 20/11/2016»