Cargando pilas, 8 de marzo en Madrid

159443-944-824 (1) diario de un ateo Alberto Ruiz Gallardon reforma aborto malformacion feto sufrimiento taliban fanatico religiosoLlega el 8 de Marzo, hay que pertrecharse frente a los talibanes del gobierno, a las 20,00 en el centro de Madrid

            Pasó el tiempo de quejarnos como plañideras de película de Almodóvar. Pasó el tiempo de hundirnos en la miseria mental de que no hay remedio a lo que está pasando. Ya no queremos oír las noticias que nos deprimen. Vuelve a ser hora de salir la calle. Nos arrebatan  derechos duramente conseguidos en peleas colectivas e individuales, en casa, en la calle, en el trabajo, para conseguir, simplemente, ser respetadas como los seres-humanos-personas que somos. Y ahora…, ¿vamos a consentir que una panda de mindundis derechistas ultrarradicales nos roben los destinos en nuestra propia faz? ¡Anda ya!

            La Plataforma Antidesahucios, la Sanidad Pública, han ganado, Los preferentistas lo están consiguiendo. El 8 de Marzo está a la vuelta de la esquina, a las ocho de la tarde en el centro de Madrid, Plaza de Jacinto Benavente, Atocha o Sol hasta Cibeles. Mujeres y hombres inteligentes que quieren vivir en un entorno de bienestar y justicia, formaremos la riada de la protesta frente el ataque machista más vergonzoso de la historia de España. Debemos blindar derechos reconocidos en todo país civilizado, demostrar al mundo que el gobierno está solo en su laberinto, que esos “dictados” que nos ponen de boca en boca del mundo occidental y que nos retrotraen al medioevo o al denostado islamismo tercermundista, es cosa particular de unos pocos aspirantes a imponer el reinado de la hienas.

            Los fachas que, con tanta soberbia “opusidea” como inhumana, utilizan las fuerzas de orden público para atacar a los ciudadanos en vez de defendernos, expondrán en el escaparate de las calles de las ciudades sus máquinas de atemorizar:  las “lecheras”, la munición hiriente, los carísimos trajes de los “madelman lo pueden todo”, y sin esa piedad cristiana que tanto enarbolan harán sentir su poder macho, violento, agresivo, prepotente y dictatorial.

            ¡Vaya paisaje! Mujeres y hombres desarmados marchando pacíficamente, como una sola voz unánime de reclamación indignada poniendo un suspenso irrecuperable a un gobierno de machotes que se creen más hombres mortificando a las mujeres. ¡Qué vergüenza! ¡Qué nivel! ¡Qué grosería intelectual! Está claro, ya lo dice Saramago: “Los hombres tienen miedo de las mujeres que no les temen”.

«Diario Palentino, 23/02/2014»

 

Economía de entrepierna

prohibirAhora nos ponen a parir para salvar la economía del país. Si quieren más hijos que casen al clero

           ¡A la orden, mi capitán! Ahora tocan a follar, pero ojo, a follar como Dios manda, para procrear, de modo que solo pueden follar las fecundas, abstenerse menopáusicas y yermas.

     Para el varón no hay mandato, libertad absoluta para que no se oxide el poder macho, si no es con la propia con “la otra”, con una pecadora de pago que lo hace mejor, tiene más experiencia y no compromete, porque si es amante rutinaria, puede la maléfica cogerle por el rabo y descubrirle ante la correcta sociedad y la muy respetable familia. Lo que no ven los ojos humanos los dioses tampoco, es la máxima perenne de las religiones. Vuelven a tocar muy viejas campanas de rancios sones y fétido aromas.

            Ahora nos ponen a parir para salvar la economía del país. Las que no sirvan al paredón, brujas a la hoguera, mujeres de tercera. Han expulsado a las inmigrantes, vientres fecundos, que aún consideran a sus hijos, tener muchos hijos, como un valor personal, es lo que las han metido desde el catecismo, -si no vales para parir no vales nada, no eres nadie, nadie te quiere-.  Vaya manera de hacer política demográfica, con el retrocatolicismo como arma, habrán recortado el pasaje de Onán cuando eyaculaba fuera de la cuñada para no engendrarla.

            La justificación “económica” para prohibir a la mujer decidir sobre su maternidad suena a chiste. Con cinco millones de parados a la espalda, recortes en guarderías, impuestos en alimentos infantiles, pañales y tratamientos, el FMI exigiendo a España bajar aún más los sueldos, niños que se desmayan de hambre en el colegio, las cifras de pobreza extrema de Cáritas, Cruz Roja y ONU. Somos la vergüenza de Europa y del Mundo por ese venir a menos, y estos individuos del Gobierno no piensan más que en el follamen y en prohibir…, como auténticos “obsexos”. No quiero imaginar que harán en sus casas ¿practicarán el sado? ¿Tendrán a sus mujeres amarradas a la cama? ¿Las harán madrugar para calentarles la tostada? ¿Tendrán siervas y/o amantes? ¿Cómo funcionan esas mentes perversas que paren semejantes ideas? ¿Acaso pretenden que seamos incubadoras enchufadas a su programador?  Si quieren más hijos «como Dios manda» tienen una mina por explotar, que casen al clero.

«Diario Palentino, 2 de febrero de 2014» (Para quienes no creemos en santidades hoy es El día de la Marmota, cuya sombra decidirá si el invierno se fue o se queda seis semanas más)

Que nos pidan la venia

www.cotilleando.com“No olvidemos que el poder reside en el pueblo español, somos la autoridad”

 El artículo 2 de nuestra vigente Constitución dice literalmente: “La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”, aunque parece que por las alturas se pretende invertir el orden y que nosotros, los españoles, habitantes de este país, ciudadanos de a pie y paganos a todas luces, rindamos pleitesía a tanto “alto cargo” que nos mira por encima del hombro.

La díscola familia real establece en el protocolo de su casa, que los hombres harán inclinación de cabeza y la mujeres además se flexionarán. Deben haber olvidado sus majestades que su poder no procede de más dios que el pueblo, que les consentimos sentarse en su trono, hablar por nosotros, vivir de nuestros impuestos y en edificios propiedad del Patrimonio Nacional, sin contar sus dieciochescos atuendos, diademas, coronas y saraos de película retro, anacronismos que como la propia monarquía están out, atentan contra el principio de Igualdad, verdadero emblema cúspide de todo régimen democrático. Al rey de turno nadie le elige, nos cae del cielo, en versión infantil de antaño, nos le trae la cigüeña.

Y como la ansiedad, el afán de protagonismo y tiranía son contagiosos, el siempre enfadado Rouco, además de casar princesas Divorciadas y abortistas (excomulgadas ipso facto, según el Derecho Canónico) y conversas, quiere negar por todos los medios los derechos y libertades de las mujeres, porque como es costumbre en los ámbitos talibanes, el poder y el honor de los hombres siempre acaba encontrándose entre las piernas de las mujeres.

El ministro Gallardón se obceca en salvar fetos y al mismo tiempo el gobierno del PP al que pertenece camina a toda máquina para someter a la más cruel y despiadada desatención, pobreza y abandono a las personas discapacitadas, obstaculizar el acceso a la educación y a la sanidad de los ya nacidos y vivientes que somos todos los demás. Pretenden retornar a la doble moral burguesa consistente en “Haz lo que digo pero no lo que hago, los privilegios son para mí, exclusivos y excluyentes”

Pero no olvidemos que el poder reside en nuestras manos, nos deben reverenciar, respetar y venerar, nos deben pedir consentimiento y permiso, a fin de cuentas somos la autoridad, y si quieren acogerse a su programa para redimir sus pecados que lo cumplan al completo. «Diario Palentino, 05/05/02013»

 

La Iglesia y la Derecha contra las mujeres

machismo1El NEOMACHISMO POSTMODERNO envía mensajes discriminatorios con la complicidad de la Iglesia

            El empobrecimiento económico, moral, social y personal de las españolas camina a pasos de gigante al son de los presuntos recortes económicos “necesarios” que camuflan una auténtica embestida contra derechos humanos y personales. El maltrato que entre la Iglesia Católica y nuestra Derecha gobernante nos están infringiendo se ve por doquier.

La Salud empeora por las deficiencias sanitarias relativas al complejo aparato reproductor femenino, la alimentación, el frío, el hacinamiento, el incremento de cargas familiares y dependientes, el estrés ante la escasez de dinero y de tiempo, la pobreza en las mayores de 65 años, separadas con cargas familiares y víctimas de desahucios conllevará a una menor esperanza de vida además de una merma en la dignidad y la autoestima.

En Educación, la separación por sexos y la pérdida de valores sobre la igualdad derivan a un renaciente neomachismo infantil que ve a las mujeres en casa como madres y esposas. En el mundo rural, peor si cabe con el cierre de centros escolares, la merma en los transportes, el aislamiento social y los recortes en actividades colectivas

            Con la Reforma Laboral se ha abierto un nuevo ciclo de esclavitud, volvemos a la lucha de clases. Para las mujeres, contratos basura, acoso laboral, cierre de guarderías y centros de abiertos para conciliación familiar, salario 21% inferior al de los hombres,etc.

            Los recortes en Dependencia han expulsado de las cotizaciones al 51% de las cuidadoras, se quedarán sin pensión y sin sanidad. No hablemos ya de las discapacitadas. Las Tasas judiciales y la deficiente defensa frente a la violencia machista son carta blanca al maltratador.

El NEOMACHISMO POSTMODERNO quiere a la mujer en casa, alecciona a la infancia, envía mensajes discriminatorios con la complicidad de la Iglesia mediante obstrucción de políticas demográficas, negando el derecho a la mujer sobre su cuerpo y atentando contra las libertades personales de las mujeres, su cuerpo, su vida, su matrimonio, su sexo, su maternidad, etc., pero no paga el IBI y presiona para obtener subvenciones.

Esos recortes de ideología ultraconservadora que privatizan lo público y financian lo privado con el dinero de todos, que favorecen altos niveles de renta y riqueza pero recrean la beneficencia derriban 25 años de políticas proigualdad. La Lucha comienza de nuevo después de siglos para conseguirlo, meses para perderlo. «Diario Palentino, 21 de abril de 2013»

 

La ley del embudo en la Iglesia Católica

Dícese de la práctica habitual que con respecto a las mujeres aplican sin rubor las religiones creadas, dirigidas y fomentadas por hombres para tener al ganado silente y recogido dentro de las teleras. Se traduce en «para mí lo ancho y para tí lo estrecho». Pero más veces de las que quisieran llevan el gato en la cesta con las orejas fuera. Sin haber pasado el sofocón de los excesos sexuales degradados del fundador de los Legionarios de Cristo que por poco llega a los altares, ahora la Iglesia Católica tienen que pedir perdón por los muchos casos de pederastía que van apareciendo en diversos lugares de la geografía mundial y que por el aspecto que va tomando el «affaire» no van a acabar tan pronto como fuera el deseo de los purpurados predicadores de  virtuosa castidad.

Recogemos hoy para nuestros lectores una interesante reflexión que en El País plantea Almudena Grandes y titula SINCERIDAD:

«Las altas jerarquías de la Iglesia católica han pedido sinceridad a la sociedad civil. Esa reclamación, vinculada a la petición de que no se juzgue a los pedófilos ensotanados con más severidad que a los laicos, es un argumento más de su imposible defensa frente al escándalo de los abusos sexuales a menores que, por el momento, no inquieta a sus colegas españoles. En todo caso, voy a complacerles.

Sinceramente, desde 1985, cuando una mujer española deseaba interrumpir un embarazo, acudía a una clínica donde era informada de que existían tres supuestos de despenalización. Si, sinceramente, no tenía más motivos para abortar que la voluntad de hacerlo, sólo podía acogerse al tercero, que prevenía daños psíquicos para la madre. La mujer contestaba, sinceramente, que estaba dispuesta a acogerse a un clavo ardiendo si se lo ponían delante. Sinceramente, desde hace 25 años, por este procedimiento se han practicado en España un número incalculable de abortos ilegales, legalizados sin embargo por una ley tan hipócrita como el amparo que la Iglesia católica pretende brindar a sus hijos pedófilos por el procedimiento de pedirnos sinceridad a todos los demás.
La Conferencia Episcopal Española no ignora esto. Ningún ciudadano español lo ignora, y esto incluye a los manifestantes que se han quedado tranquilos en sus casas durante un cuarto de siglo, que se dice pronto, para salir ahora a la calle, a gritar que la ley de plazos «da licencia para matar». Con sus propios argumentos, no entiendo, sinceramente, cómo han podido dormir tranquilos durante tantísimos años. Con los míos, sólo puedo concluir que la campaña de los obispos contra la nueva ley promueve la defensa de la hipocresía, el cinismo y la mentira. Da miedo pensar en lo que serán capaces de hacer cuando la marea de los abusos denunciados llegue hasta España.