Homenaje al polvorón navideño

151227234138-dulcesnavidad“Por las lides familiares que ha evitado en estas fechas”

            Atiborrarse a polvorones, en las fechas navideñas, ha sido el más eficaz invento para evitar la explosión de tensiones familiares. Después de los parabienes, besos y sonrisas dentales, el vinito selecto y copitas de champán…, los ánimos desinhibidos incitan a las pullas cuñadiles, las miradas de reojo y las consabidas sotorrisas de complicidad.

       Ese es, el momento mágico de plantar en la mesa una buena bandeja bien surtida de dulces navideños. El colorido dorado y plateado de los envoltorios anuncian un placer dulce, estimulan la gula golosa y distraen la atención; la tensión se rebaja y todo recelo queda adormecido entre la duda inconsciente de “cuál elegiré” y los efectos de la glucosa digerida. Con la boca llena de harina de almendras mal se puede gesticular sin que se escapen proyectiles de pines ensalivados. Ante todo buena educación.

       “Vuelve a casa, vuelve…” trae consigo todo tipo de sensaciones, tan variadas como personajes se sientan a la mesa. Propios y pegados tratan de pasar el rato lo mejor posible. Es la fecha en que algunos, que no se pueden ver ni en pintura, simulan una unidad familiar envidiable, de película, todo armonía y amor, tal vez después de haber discutido en la cocina por la presentación del plato, o haber cortado los pertinentes trajes en la previa: “Ahora vendrá la Mari con sus escotes…”, “El fantasma de tú cuñado…”, “Ese insoportable mocoso…”, “¡Hay que pasarlo, hija, hay que pasarlo!”. No es día para repudios, aunque los puntos de discordancia sean de grueso calibre, política y fútbol, la siempre mal repartida herencia, el cuidado de la abuela o el mantenimiento de la casa familiar (cuestión solventada ahora con la moda el turismo rural para respirar hondo).

     No me quiero imaginar los atragantes navideños en las actuales juntetas catalanas. La controversia independentista ha creado desencuentros familiares donde nunca hubo. El tema se ha convertido en el tabú de la conversación que se intenta bloquear. Es preciso evitar que una cuestión político-pasional contamine viejas discordias ya resueltas. Con cuidadoso esmero hay que reprimir los comentarios y chistes habituales de colegueo político para no meterse en camisas de once varas catalanas. A nadie compensa amargarse las fiestas, aunque suponga una indigestión de polvorones mojaditos en cava. ¡Felices fiestas!

«Diario Palentino, 20/12/2015»

 

¡Alerta, mujeres, cuidado con Ciudadanos!


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“Para las mujeres un logro cuesta siglos, perderlo, un minuto”

             Que Ciudadanos, y su candidato “dolcegabbana”, son de derechas a nadie sorprende. Eso de ser “liberal en lo económico” se traduce en que cada palo aguante su vela y quien más pueda que más tire. Se han estado camuflando en un sí pero no, a medias tintas como equilibristas en el alambre, hasta que llegó la hora de ponerlo por escrito y se les vio la intención de heredar a los abuelos del PP. Eso, si no pactan…, o se fusionan.

            Para la sanidad nos tienen preparado un buen zarpazo. Para la educación más de lo mismo, sexismo y elitismo. Para el mercado laboral, sálvese quien pueda. En las pensiones, a buscarse la vida con planes privados. De su transparencia, ni hablamos.

            Pero, ojo, ojo, a las mujeres…, nos ponen en el camino de vuelta al velo, la falda por debajo de las rodillas y aguantar la dominación macho a la vieja usanza. El mensaje de Ciudadanos sobre suprimir las penas específicas por delitos de Violencia contra las mujeres  supone carta blanca a los maltratadores y aspirantes a serlo, por supuesto que todo macho que se precie ha captado el mensaje y les va a votar.

            Siglos de lucha, de feminismo de frontera, de dolor y sufrimiento nos ha costado levantar un dedo para que se nos reconozca como personas, ciudadanas con derechos y libertades. Apenas hace ochenta años que podemos votar, treinta y dos que comenzamos a ser dueñas de nuestra maternidad, apenas diez, que los delitos contra nosotras, por el hecho de ser mujeres, han salido del ámbito privado para ser una cuestión pública. Y ahora, en un momento, en ese instante de meter el voto en la urna, unos señoritos nos quieren arrebatar, de nuevo, nuestra integridad física con su mediática cara bonita y sus palabritas. Y, alguna picará. Sí seremos tontas. Nada más recordar, otra vez, y son datos oficiales, que desde 2003, son 800 mujeres asesinadas, el mismo número que las víctimas de ETA en toda su historia.

            Cerrar filas, es ahora lo que toca, nosotras con todos los hombres justos que no anteponen su hombría de entrepierna a lo que debe ser y conviene al conjunto de una sociedad mejor. Y seguir en la tarea de lograr que la presencia femenina en los órganos de poder deje de ser un cuento. En Palencia, que nos conocemos todos y todas, y de la pata que cojeamos, lo inteligente es votar a mujeres. Nuestras candidatas son de lujo, nos representan bien.

¿De verdad necesitamos una guerra?

decapitacion-estado-islmico1“Esto se ha ido de las manos, la III Guerra Mundial está en marcha”

            Para quien sea consciente del devenir de la historia, estamos en un hito similar al de hace 70 años. No queremos hablar de guerra mundial porque suena a mal presagio, pero el tiempo de los cuentos ya pasó, todo conflicto tiene su momento para resolver las diferencias alrededor de una mesa con intención y disposición a ceder y ganar a partes iguales. La entrada de China en el escenario sirio ha marcado la pauta definitiva.

            Ya no hay tiempo. En el hervidero bélico de Oriente Medio no caben componendas, «solo acciones militares», dicen observadores y analistas expertos con acceso a medios de difusión masivos para contarnos lo que quieren las grandes potencias. El caldo de cultivo de lo que ahora sentimos como pánico bajo la piel, ha sido urdido con cuidadosa estrategia durante varios años. Detrás están los beneficios de la industria armamentística, los intereses comerciales y geopolíticos, la eterna lucha entre poderes y alianzas, la puesta a prueba de las tecnologías agresivas más avanzadas, e incluso el ego superlativo de algunos. La suma de pocos muchos intereses construyó y arrojó la bomba atómica. Por ver qué pasaba, simplemente.

            El hombre es de naturaleza belicosa y destructiva, avara y dominante, pero sobre todo es corto de vista, porque pudiendo vivir en el paraíso que la madre tierra nos ofrece gusta de convertir el entorno en un infierno. Matar o morir, el absurdo y estúpido lema castrense que inunda tanta debilidad cerebral.

            La OTAN dice estar preocupada por el despliegue militar ruso en defensa de Bashar al-Asad, pero todos se están armando hasta los dientes. Los países satélites de Arabia Saudí rellenan sus bodegas de bombas de alta precisión, EEUU anima a la ocupación por fuerzas terrestres,  mientras tanto, la UE zozobra en la indecisión, desconcertada y presionada por la imparable belicosidad de Francia y los países del limes oriental, ahora desbordados por  los refugiados. La mítica Al Qaeda, azuzada por no se sabe quién, se suma contra  ISIS en una insólita guerra familiar. Y China…, el último puntazo lo ha dado China que no consentirá el apoyo de ISIS a insurgentes contra Pekín.i_estado_islamico_decapita_nin

            ¿Quo vadis mundo? En esta vorágine guerrera, dónde quedan los derechos humanos, la tolerancia, la libertad, y, sobre todo, dónde se perdió la inteligencia y habilidades humanas para resolver cuestiones difíciles sin llegar a las manos.

«Diario Palentino, 06/12/2015»

Nuestra España mojigata

descarga“La procesión del “Coño insumiso” provoca las iras de integristas y la defensa de los cristianos demócratas”

            En nuestra España del siglo XXI, todavía, no nos hemos quitado los ácaros del nacionalcatolicismo. Dos manifestaciones feministas, tituladas ‘Procesión del santísimo coño insumiso’ y del ‘santo entierro de los derechos socio-laborales’, desfilaron en Sevilla, en abril y mayo de 2014, para reivindicar la igualdad de derechos salariales

            El escándalo entre los grupos de cristianos integristas fue mayúsculo, hasta el punto de que una asociación de abogados de este cariz ha conseguido que una juez impute a tres organizadoras y a dos sindicalistas de CGT. La radical asociación demanda que se les condene por delitos contra los sentimientos religiosos y de provocación a la discriminación, al odio y a la violencia por motivos referidos a la religión o creencias. Podía caerles hasta tres años de cárcel a cada uno, multas aparte.

            En el lado opuesto, la conocida organización religiosa Redes Cristianas publica en su web un manifiesto firmado por colectivos católicos, condenando que la justicia haya admitido a trámite tal denuncia y rechazando que determinados grupos integristas pretendan adueñarse de símbolos y decidir lo que está permitido, o no.  “Denunciamos el peligroso camino que se iniciaría si se condenara a alguien por algo tan inmensurable y evanescente como ofender los sentimientos religiosos”, dicen, en clara defensa de la libertad de expresión y de pensamiento.

            Antaño condenamos el atroz atentado contra Charlie Hebdo causado por la intolerancia del islamismo radical contra la libertad de expresión, y ahora…, una vulva gigante, tipo falla valenciana, ha vuelto a despertar las iras religiosas contra la entrepierna de las mujeres. Ese rincón que a tantos desnaturalizados trae de cabeza. Ese lugar creador de vida y de placer que tanto sueño quita a quienes se niegan a admitir que, como dijo Freud, somos sexo.

            Y ¿por qué siempre el sotanillo es un problema? El coño de la Bernarda fue convertido en reliquiadescarga (1) por la propia Iglesia. En Japón se celebra cada año el Kanamara Matsuri, festival fálico-turístico que pide a la divinidad prosperidad y protección para el clan. Inmensos penes salen en procesión reproduciendo una rogativa ancestral que las prostitutas hacían para evitar los contagios venéreos y tener productivo negocio.

            A qué viene tanta bulla. Por qué la justicia entra en un debate tan absurdo.

«Diario Palentino, 29/11/2015»

Mujeres en la Yihad ¿Voluntarias u obligadas?

0012452606 Las occidentales debemos temer al Islam, solo podemos perder más

            Las impactantes imágenes de mujeres embozadas en sus burkas, y entrenando violentamente con sus rifles de asalto en ristre, introducen una nueva variante de reflexión sobre lo que nos sucederá si el Islam avanza. La pregunta es: ¿lo hacen por propia voluntad, o son obligadas en su marco de sumisión?

            Se dice que algunas son las llamadas “viudas negras”, por sus ansias de venganza al haber perdido algún familiar, hijo, padre o marido. Están dispuestas a inmolarse si con ello consiguen resarcirse y ganar el cielo. Por supuesto, que en ese mundo de esclavitud la sumisión es la primera virtud, las opciones no existen, obedecerán los mandatos sagrados de los jerarcas religiosos. Mujeres instrumentales, una vez más, con poco que perder ya desposeídas de la dignidad humana. El juego sucio de las religiones, cómplices del poder terrenal, siempre fue y será aprovechar la miseria, la desesperanza, el desconsuelo, la falta de autoestima y la impotencia. Bajo promesas de paraísos de cuento doblegan voluntades y calman las iras justicieras. Así, mientras los crédulos ilusos trabajan y se sacrifican para ser felices más allá, se permiten vivir mucho mejor los que dirigen acá.

            Más curiosa es la causa que seduce a las jóvenes occidentes para unirse a tales aberraciones. Carencia de valores en las culturas del ocio y del sumo consumo, falta de ideología por la que luchar. Cada generación quiere reedificar el mundo que recibe. La actual, de los países ricos, lo ha tenido todo menos el deseo de conseguirlo. Ahora no tiene trabajo ni ilusiones. La aventura exótica es una tentación adrenalínica. Oyen hablar de paraísos y de casarse con guapos muyahidines, los príncipes azules de todos los cuentos machistas. Y se lanzan. Cuando las convierten en esclavas sexuales de los soldados vuelven aterrorizadas, violadas y embarazadas, si es que pueden escapar. La adolescencia y la juventud son fácilmente embaucables. Otrora fueron las sectas, o las drogas, o las vocaciones religiosas; caminos de difícil retorno que dejan mella en el cerebro, decisiones inmaduras que se convierten en un calvario vitalicio.

            El cristianismo tuvo su época dorada de morir y matar por Dios, sus cruzadas, su inquisición, su guerra santa. Hoy es puramente ceremonial, su influjo social es escaso. Pero el Islam está en el siglo VII. Ojo, grave peligro.

«Diario Palentino, 22/11/2015»