Cuando mejorar es volver atrás

politica-62Revisar a fondo los chanchullos ocultos sería una buena terapia democrática

     No hace falta campaña ni programa ni promesas vanas, la tarea del próximo gobierno es bien sencilla, nunca una revolución ha sido tan fácil de enunciar, volver atrás. Volver al tiempo en que los derechos cívicos, los individuales y personales, los colectivos y sociales estaban protegidos efectivamente y no cercenados por una ley, cuando la sanidad era de verdad pública, universal y gratuita para todos los habitantes del país, cuando la enseñanza formaba ciudadanos en el respeto a los demás y en la escuelas se enseñaban valores de solidaridad y empatía esenciales para la convivencia entre los futuros adultos, antes de torturar a los escolares con reválidas invalidantes y absurdas que los queman para dejarlos sin esperanza en la cuneta, volver a aquél tiempo de igualdad en que los universitarios no tenían que dejar sus estudios por falta de medios para hacer frente al lucrativo negocio de los másteres. En fin volver a los tiempos en que las familias no se quedaban sin suministro eléctrico, ni un tercio de la población infantil era pobre de solemnidad, aquel entonces en que se desayunaba y había libros del cole. Aquella increíble época en la que cada uno podía vivir honradamente de su trabajo porque la lucha obrera con los sindicatos había conseguido condiciones dignas de trabajo.

     Hasta que llegaron los atracadores del erario público que manejaban el dinero negro que se llevaban a paraísos fiscales mientras vociferaban en contra de los trabajadores que solo tenían sus manos ocupadas en hacerles ganar lo que iban a defraudar. Miembros del arcaísmo monárquico, del empresariado, de lisonjeados políticos, corruptos y piratas de todo tipo que arrasaron con toda una organización social en la que todas las personas podían vivir en niveles aceptables de confort. Y es que el dinero no se pierde, lo que no está en la vida cotidiana de los ciudadanos está en las cuentas ocultas de los sinvergüenzas.

     El PP, máximo exponente de la corrupción española, ha sido el causante material de tanto desmán que no piensa remediar, además pretende desalentar a los votantes porque la abstención le beneficia, él tiene asegurado el voto de la gente mayor, del campo, de algunos ingenuos, de los herederos del franquismo y de los aspirantes a triunfar, no con su lema del esfuerzo, sino por los atajos del amiguismo y la corrupción.

«Diario Palentino, 19/07/2016»

Más elecciones=más desencanto

000088549“Pobres políticos, qué pueblo más chungo les ha caído, son unos incomprendidos”

            Ellos se matan con la razón, se esfuerzan, sudan la camiseta, como les gusta decir, y luego a la hora de las calificaciones esta ciudadanía ingrata no solo no reconoce su denodado trabajo sino que les califica mal, todos suspenden, no aprueba ni uno, Garzón el mejor, Rajoy el peor. Y a pesar de que todos batallan por acaparar el centro electoral los españoles no lo entendemos y consideramos al PP como extrema derecha, y a Podemos como extrema izquierda, más allá de Izquierda Unida, incluso de Bildu. El centro, centro es para PSOE y Ciudadanos, dice el CIS.

     ¡Ay que ver! Tanto machacante discurso, tanto mensaje, tanta tertulia, y no les hemos comprendido, pero que obtusos somos, no nos dejamos convencer. Y ahora llega otra vez el momento en que nos preguntan y ya estamos hartos de todos, de sus cuitas internas y de sus chalaneos, por no hablar de las alarmantes corrupciones y sonrisas de hiena del partido en el gobierno.  Hechos son amores y no buenas razones. Y los hechos cantan por sí solos, cuatro millones de parados, el veinte por ciento de la población activa, uno de cuatro trabajadores en busca activa de empleo. Según el INE, el 22,1% de la población está en riesgo de pobreza y vive con menos de 8.011 euros al año o uno de cada cinco hogares españoles es pobre, igual a uno de cada tres niños. Hay familias que no disponen de lavadora, teléfono o televisor. Los niños van al colegio sin libros, cuentan los profesores de primera línea de sufrimiento en colegios públicos de áreas deprimidas, con frío y hambre. Cuando hay exposición en la infancia a privaciones materiales hay peores resultados en salud a corto, medio y largo plazo, vienen alertando doce asociaciones científicas y médicas españolas. Y debemos añadir la pobreza extrema en que sobreviven miles de mujeres con cargas familiares y trabajos mal pagados.

     Este es el maravilloso paisaje nacional que nos deja el Partido Popular, esto es lo que nos cuenta en su campaña venezolana a ritmo de merengue. La izquierda tiene en este país una obligación imperiosa de llegar a acuerdos sin narcisismos y dejar de obstaculizar la salida del actual gobierno, de tomar el relevo y acabar con los corruptos y aspirantes a serlo. De volver, bien poco se pide, nada más que volver a cuando todo funcionaba para todos con alto grado de justicia y equidad.

«Diario Palentino, 12/06/2016»

 

Vientres solidarios u otra mina de negocio


india12“El dinero siempre encuentra el camino de prostituir a las mujeres”

       Lo que tan finamente llaman maternidad subrogada requiere una reflexión larga y profunda. Empresas de fecundidad asistida, clínicas especializadas, despachos jurídicos, laboratorios y gestores diversos se anuncian en las redes como mediadores y panacea para cumplir los sueños de descendencia de parejas infértiles, cónyuges gais, solteros que no quieren madre para sus hijos y mujeres miedosas que se niegan a asumir un embarazo y su consiguiente parto. Seguramente todos tienen sus buenos argumentos, desde los vendedores hasta los compradores. La maternidad convertida en operación mercantil. Una tentación para las mafias del tráfico de seres humanos que pronto invadirá los mercados mundiales abriendo nuevas rutas de negocio por las que circularán óvulos y gametos, bebés y mujeres pobres vendiendo su cuerpo para que gentes ricas vean cumplidos sus sueños de dejar herederos de sus riquezas y de su potente egolatría. No hay otra explicación, habiendo tantos niños huérfanos por el mundo que serían felices en esos hogares de la abundancia.

       Los anuncios plagan las redes, desde cien mil dólares made in USA hasta veinte mil en la India, dónde la madre, si acaso recibe un tercio, lo demás es para intermediarios. Lo llaman también vientres de alquiler, porque parece que el cuerpo de una mujer, entero o por partes puede ser objeto de comercio.

           Algunos anuncian Vientres solidarios, qué bonito suena, la trampa de las palabras. Detrás hay una mujer necesitada, seguramente obligada por las circunstancias, sean económicas o bajo presión psicológica marital, paternal, fraternal e incluso maternal, a la que se ha adjudicado el papelón de salvadora de su clan a costa de su propio cuerpo, de su propio dolor físico y emocional cuando se tenga que deshacer de la criatura de sus entrañas después de haber generado las hormonas propias de la crianza que hacen a las madres inseparables protectoras de sus hijos.

            En España está prohibido este negocio, con buen criterio, a ver si nos dura la razón en la cabeza, pero no en Rusia, Grecia, EEUU o India. México lo prohíbe con fines lucrativos. Volvemos a la mujer incubadora. Da miedo. Las jóvenes del mundo debieran repetir como un mantra: Mi cuerpo es mío y no tiene precio.

      ¿Cuántas mujeres acomodadas se ofrecen solidariamente a tener hijos para otros? ¿Es o no, mercadeo? 

«Diario Palentino, 05/06/2016»

Las primeras comuniones

d0417_A-lot-of-presentsLo que quieren los niños son el disfraz y los regalos

            La movida de las comuniones se ha convertido en todo un sarao de proporciones sobredimensionadas. El originario sentido religioso, que aún se mantiene en escasas familias creyentes y practicantes, se diluye para las demás en una mera ocasión festiva para divertirse con los preparativos, atuendos, vestidos, reportajes fotográficos, invitaciones, ágape, música, regalos y demás elementos de tramoya que convierten a las criaturas en disculpa para montar todo un espectáculo. Dicen las mamás que las niñas quieren vestirse de princesas, aunque no queda claro quien lo desea más. En el cole se habla de ello y disfrazarse siempre es apetecible a cualquier edad, si añadimos la expectativa de un montón inasimilable de regalos que se espera recibir, tenemos una enseñanza perfecta de necia vanidad y sumo consumo. Parece que los amiguitos de los niños, los amigos de los padres, los abuelos, tíos y demás convidados tienen que competir para no quedarse con el título de los tacañones, de este modo la pequeña alma que supone entrar en el uso de razón ingresa por la puerta grande en la sinrazón del boato competitivo y comparativo, -que mi niño/a no sea menos que nadie-, aunque haya que empeñar hasta la cuota del gas.

            Todo está desmadrado. Madres y padres sin bautizar llevan a los pequeños a la catequesis durante dos años para poder obtener la licencia de la fiestorra. Los comerciantes del ramo, como es su función, se frotan las manos; vestidos, peinados, tocados, fotos y vídeos, recordatorios, perendengues para obsequiar, juegos y juguetes, menús y ágapes cada día más floridos y caros, como si fuera una boda. Y hoy no vamos a entrar en la discriminación por sexos que comienza con los cancanes y termina con el tipo de regalos pedagógicamente discriminantes. Hemos perdido el norte. Todo queda diluido en no ser menos que nadie, algunas caras de comprometidos invitados inspiran un poema al igual que la ansiedad de los comulgantes abriendo la montaña de regalos. ¿Dónde quedó el deseo, dónde el placer, dónde los valores de afecto, cariño, amistad? ¿Dónde lo etéreo e intangible, verdadero equipaje que acompañará a esos pequeños seres durante su larga vida? Se quejarán luego esos padres de sus hijos ninis, de sus pillajes, de sus ansiedades e insatisfacciones, de la infeliz sensación de que nunca es suficiente.

«Diario Palentino, 29/05/2016»

El juego como droga

ludopatia02El Estado debiera prohibir su publicidad como en el resto de la drogas

            Cuando el juego pasa de ser un divertimento o una forma de relación grupal a convertirse en una esclavitud que descontrola los impulsos, las alarmas se encienden porque abarca los mismos efectos que cualquier otra droga. Inconmensurables consecuencias en todos los ámbitos acechan la vida del jugador, primero económica porque ninguna empresa de juego está dispuesta a perder dinero luego alguien lo pierde para que ella compute ingentes beneficios.

            Y cuando el jugador preso del vicio ha terminado con su patrimonio, la familia es desgraciada, pierde su bienestar, los hijos enviciados roban dinero a los padres o fuera de casa, quién nunca fue delincuente comienza a comportarse como tal. De la desesperación por las pérdidas se pasa al alcohol y otras escapatorias, el carácter se agría, aparece la ansiedad, el insomnio, los amigos se pierden. El aislamiento y la desesperación son el destino del quien se ha dejado apresar por el vicio. Así lo cuentan las asociaciones de ex ludópatas que, como las de alcohólicos, intentan contar sus ingratas experiencias para que otros, acaso, lo escuchen y tomen nota.

            Con la crisis el número de jugadores se ha duplicado. Cuanto más desesperada es la situación de una persona más fácilmente se convierte en presa fácil de la rapiña. En 2012 se computaron 43 casinos, 399 bingos, 240.000 tragaperras y 940.000 ludópatas. Hoy, solamente en casinos on line hay registrados dos millones de jugadores que se emplean a fondo en la tardes de los sábados. Su perfil de edad se encuentra entre 26 y 35 años, un 87% hombres y un 13% mujeres. El sector del juego en España mueve el 3% del PIB. El acceso a los instrumentos informáticos facilita la incorporación al juego en edades cada vez más tempranas, de los juegos virtuales sin contenido económico a las apuestas hay una delgada línea, la emoción es la misma, la adrenalina no distingue de ruinas ni efectos desastrosos, el momento de placer no es intercambiable.

            Si añadimos los suculentos ingresos que en concepto de impuestos recauda el Tesoro público por cada euro que se mueve en juegos públicos y privados, podemos comprender por qué se permite publicidad que anima a los jóvenes forofos del fútbol, por ejemplo, a invertir para perder, su dinero. Como en los casos del alcohol y el tabaco, esta publicidad también debiera prohibirse. 

» Diario Palentino, 22/05/2016″