Puerta trasera

 

«La inteligencia es casi inútil a aquel que no tiene más que eso» Alexis Carrel

         Puede ser de una casa, de un coche, también la que utilizan los hackers para eludir antivirus o la que funcionariza interinos que entraron en la administraciones por la misma y que no han sido capaces durante años de aprobar unas oposiciones por la puerta principal. A los privilegiados mi enhorabuena por el regalazo. Un aplauso y que corra el champán.

     Yo pongo una esquela por todos aquellos sacrificados chicos y chicas que en busca de un medio de vida llevan años quemando juventud, machacando codos, culo, cerebro y dinerito familiar para acceder por el tortuoso y desalentador camino de unas oposiciones con visos, al menos aparentes, de justicia en la selección. Conozco a unos cuantos cuya cabecilla asoma discretamente detrás de torres de folios de apuntes, que viven confinados antes y después de la pandemia, cantando temas ante caros preparadores, a la espera de que las tan todopoderosas como prepotentes administraciones convoquen sus plazas, esas que publican cada año en el BOE acompañando a sus presupuestos anuales. Y en el camino se les cambia el temario, se suman o modifican temas no justificados por modificaciones legales. Una desazón de años.

     Claro que en las administraciones locales, léase pequeños ayuntamientos, diputaciones, etc., el sistema eléctrico funciona de maravilla tanto para las interinidades como para las oposiciones. Y si no, no se puede explicar que los hijos y parientes de los propios funcionarios sean los más inteligentes para sacar las plazas. En las alturas, carreras diplomáticas, judicatura, notarías…, también lucen linajes de mentes preclaras que obtienen mejores números que los esforzados de a pie. Los gremios son lobbies de afilado diente. Del Consejo General de Poder Judicial escudado en el PP mejor ni hablamos. ¡Ánimo, abnegados opositores honestos, el reino de los cielos es vuestro!.

Diario Palentino, 14 de noviembre de 2021.

Trabajo y vida

       “Del cielo para abajo cada uno vive de su trabajo”, salvo los que viven del de otros. Para evitar que ocurra lo segundo las comunidades humanas regulan las relaciones laborales. Evitar el esclavismo, la explotación y conseguir que haya equilibrio entre el que ofrece un puesto de trabajo, a cambio de un salario justo, y quien presta su mano de obra, su esfuerzo personal, tiempo y dedicación para realizar tareas productivas. Ambas partes tienen que encontrar ese punto en que ambos ganan y ninguno pierde. Trabajamos para vivir, igual que hicieron nuestros antepasados primitivos cuando cazaban o recolectaban, igual que hacen los animales. Es la supervivencia. Pero esa balanza siempre está en tensión, quien más puede más tira, quien más poder tiene la desplaza hacia su lado. De una manera u otra la mayoría de las personas, a las que no nos caen del cielo los recursos, necesitamos trabajar. El mercado es cruel, no tiene en cuenta el factor humano. Si hay poco trabajo y muchos aspirantes quien ofrece un puesto tenderá a pagar lo menos posible con el consiguiente empobrecimiento personal, familiar y comunitario.            Por eso es tan importante tener una buena regulación que proteja a la parte más débil, la que depende solo de su esfuerzo para vivir. La temporalidad abusiva en el empleo solo beneficia a la parte que mueve trabajadores como peones, sin consolidar antigüedad ni derechos. ¿Quién puede hacer planes de futuro cuando encadena contratos sucesivos de unas horas? ¿Quién puede rendir con ilusión en un trabajo fugaz? El año pasado se firmaron cinco millones de contratos de una noche. Trabajar y ser pobre no se puede consentir. “12,5 millones de personas, es decir, el 26,4 % de la población española, se encontraban en riesgo de pobreza y/o exclusión social (AROPE) en 2020”.

Diario Palentino, 7 de noviembre de 2021

¡Especuladores, es la hora!

    Detrás de la abundancia viene la escasez y como anexo los aprovechados. La historia humana funciona como un péndulo, de uno a otro extremo pero solo para algunas partes del planeta, para otras siempre está en el modo desgracia. El temor a carecer de los medios para la supervivencia reside en el cerebro primario de todas las especies, de ahí el ansia de ampliar territorio y obtener poder sobre más recursos. El novedoso y manido término “globalización” camufla un capitalismo voraz que expolia a los más débiles, o a quienes tienen gobiernos más corruptos, y explotan su mano de obra barata, generalmente de mujeres y niños. En el caso de la pandemia presente se ha visto claramente el agujero, no ha funcionado de forma global para que las vacunas lleguen hasta el último punto del planeta: primero los países ricos, sálvese quien pueda, luego ya se verá. ¿Qué pasó? Que los pobres enfermaron, las factorías cerraron, los transportes pararon, los contenedores se acumularon en los puertos salvo para quien paga un 700% más caro el flete, y la escasez crece y crece. No llega el papel para imprimir libros, la cultura se resiente. No hay componentes electrónicos, las fábricas de automoción paran las cadenas o cierran factorías, aumentan las familias sin trabajo y con ello la pobreza. El desabastecimiento llega a los mercados de alimentación, la carestía a los juguetes, caprichos, el Black Friday. Y lo que nos queda si sumamos el incremento mundial de precios de electricidad y combustibles. Es la hora de los especuladores, trapicheantes, acaparadores, inmorales, bancos y prestamistas usureros. Y, como no, de los traficantes de ideas que con discursos políticos engañosos lanzan dardos directos a las tripas de los que tienen miedo prometiéndoles lo que nunca podrán cumplir.

Diario Palentino, 31 de octubre de 2021

Hispanidad

          El 12 de octubre para la Iglesia es la Virgen del Pilar que ayudó a las tropas españolas frente a los franceses. También llamada de la Hispanidad. Término inventado entre el siglo XIX y el XX para conmemorar la primera llegada de Colón a América. Se dice que quien escribe la historia la cuenta a su manera. Hemos vivido de los restos del imperio donde nunca se ponía el sol gracias a unos héroes aventureros y arriesgados que descubrieron América, ganaron territorios para la muy católica corona que se entregó a fondo en cristianizar indígenas a cualquier precio, bajo los auspicios y consejos del cardenal Cisneros, confesor y asesor de la reina. La dos derechas se empeñan en rememorar por todo lo alto hechos tan tremendos para la población aborigen. Aclaremos. El imperio donde nunca se ponía el sol era, como todos los imperios, sanguinario, explotador, subyugador, conquistador. Ya el padre Bartolomé de las Casas denunció la insaciable avaricia de los conquistadores, el sometimiento a esclavitud de los indígenas, el genocidio premeditado de poblaciones enteras, las violaciones a las mujeres, el secuestro y tráfico de niños, etc. En la misma línea intervino el teólogo Francisco de Vitoria, precursor en la defensa internacional de los derechos humanos basándose en la experiencia del trato recibido por los indígenas americanos. Se habla de que las colonias se perdieron, pero no se puede perder lo que no se tiene. Lo que hicieron fue independizarse del yugo esclavizador de la metrópoli y retomar sus propios destinos. Porque no eran salvajes. Algunas civilizaciones precolombinas mostraban conocimientos tanto o más avanzados en algunos aspectos. El 12 de octubre es una fecha luctuosa para Latinoamérica para quien la madre patria fue expoliadora, tóxica y cruel. Y como ellos dicen: nadie nos descubrió, nosotros ya nos teníamos descubiertos.

Diario Palentino,  10 de octubre de 2021

Quién guarda a los guardianes  

            Es la eterna pregunta circular. Quién cuida a los cuidadores, quién vigila a los vigilantes, quién juzga a los juzgadores… Los gremios se constituyeron en la Edad Media para defender los propios intereses corporativos, por aquello de la unión hace la fuerza; si compras al por mayor pagas menos, si somos muchos nos defendemos mejor. Es la base de los sindicatos, de los lobbies y las agrupaciones profesionales. Pero, cuando se trata de un bien jurídico público del que penden derechos fundamentales de la persona y del ciudadano, no se puede banalizar y desproteger. Que los jueces se autogobiernen le viene muy bien al Partido Popular. Una mayoría de jueces son ideológicamente conservadores. No hay más que ver sus biografías; hijos de familias ya pertenecientes a la magistratura, o cuando menos procedentes de clanes profesionales en cualquier ámbito. Acceder a la carrera judicial requiere un respaldo económico importante, se necesitan, como poco, cuatro años de gastar y no ingresar, un preparador y, por supuesto, mucha entrega y ganas de estudiar. Son minoría los jueces procedentes de entornos con economía ajustada y/o sin estudios, porque en estos no existe ni siquiera el convencimiento de poder desclasarse para acceder a niveles dirigentes. Las derechas lo tienen muy claro. Pero en democracia eso sería un contubernio. La separación de poderes no incluye zafarse del control supervisor por parte el pueblo soberano. A través de nuestros votos ejercemos el supremo control del legislativo y, por ende, del ejecutivo resultante. Premiamos o castigamos en las urnas. En cada proceso electoral otorgamos el timón a quienes pueden defender mejor nuestros intereses. A la corrupta derecha española le vendría muy bien tener a los jueces comiendo de su mano, por eso bloquean su renovación.

Diario Palentino, 3 de octubre 2021