444 Excluidos y otras carencias

           Al ayuntamiento de Palencia le debe sobrar el dinero porque ya tiene todas las necesidades ciudadanas y todas las instalaciones bien atendidas, todo está perfecto, por eso decide bajar impuestos, y no cualquier partida sino la que mayores ingresos supone, el IBI de Urbana que consigna en 2017 la friolera de quince millones, trescientos cincuenta mil (15.350.000,00) euros. Un impuesto de justicia porque grava la propiedad: quien no tiene no paga; un impuesto que los ciudadanos abonan con gusto porque certifica que poseen bienes inmuebles. La rebaja de un 3% en la cuota no se hará notar en las economías familiares ¿Qué puede suponer, 5, 6, 10 euros al año para una vivienda de tipo medio? Y, ahora la pregunta: Vd. ciudadano-propietario palentino ¿estaría dispuesto a renunciar a esos pocos euros a cambio de mejoras en instalaciones deportivas, jardines, servicios municipales,  limpieza,  transporte urbano o deporte infantil y juvenil? La rebaja solo beneficia a los grandes propietarios, no a las familias.

            Ese 3% del IBI Urbano va a suponer una merma de 460.500 euros. Fíjese, querido lector, casi medio millón de euros, lo que se puede hacer con esa cifra. Por mucho menos casi nos cae un nombre publicitario al Pabellón de Deportes, por mucho menos se minimizaron las fiestas de San Antolín. Con parte de eso se podría financiar material escolar, verdadera cuenta sangrienta para muchas familias palentinas. O contratar parados sin subsidio. O apoyar con mayor determinación a la Universidad Popular de Palencia, que con 85 profesores (infrapagados) imparte 177 cursos a 3.500 alumnos adultos y ha dejado fuera este año a 444 solicitantes por falta de medios. El gobierno municipal dice que la bajada va encaminada a la creación de empleo y de activación económica. Ya me contarán qué papel hace rebajar el IBI en ese fin. No se entiende si la intención es electoralista  o dejar campo quemado al que venga detrás. 

«Diario Palentino, 15/10/2017»

Al final, el dinero ganará

     Lo que no ha conseguido Mariano Rajoy con su postura de pétreo murallón ni  los informes jurídicos en contra, lo que fue peor el remedio que la enfermedad de la violenta actuación de los antidisturbios y lo que más de la mitad de catalanes ha dicho con su coaccionado silencio, lo van a conseguir las empresas del IBEX y muchas PYMES cambiando el domicilio social del negocio, con lo que pagarán los impuestos estatales de igual modo pero se aplicarán a la balanza fiscal de otra comunidad, y los autonómicos y locales se les van a otros lugares. 

      Tienen fama los catalanes de amar el dinero sin mesura, de ser descendientes de esos afamados comerciantes del Mediterráneo que eran los fenicios, aunque no veo yo que sean más tacaños que otros pueblos de España, al revés, lo miran pero lo saben vivir, lo dan aire y disfrutan. La desbandada financiera que ha provocado la amenaza independentista es lo que más ha tocado la fibra separatista y ha sembrado confusión en los propios dirigentes. Entre Banco Sabadell, Caixabank y Gas Natural sumarán 1.175 millones de euros en impuestos que vuelan de las arcas catalanas. Otras: Abertis, Codorniu, Freixenet, Catalana de Occidente  y emblemáticas textiles familiares como Dogi, lo están estudiando o ya lo han acordado. El turismo ya se resiente, American Airlines aconseja cambiar los billetes hacia otros destinos, el Foreing Office  británico avisa de las manifestaciones en Barcelona, el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán informa de la tensa situación. Lo hoteles reciben cancelaciones y ni los viajeros nacionales del IMSERSO quieren ir a Cataluña. Dicen los financieros que el dinero es miedoso, tanto es así que algunos catalanes hacen cola para abrir cuentas y llevarse el dinero al Triodos Bank andorrano. Para el conjunto de España también el perjuicio es grave, Madrid y Cataluña, por este orden, son las comunidades que más aportan al PIB. 

«Diario Palentino, 08/10/2017»

 

Rajoy “El provocador” 

          Esta semana más puntales del PP son declarados investigados por la justicia: dos cargos del PP valenciano  y Carmen Navarro, la tesorera del PP que faltaba, por financiación ilegal de las campañas electorales a base de cobro de comisiones ilegales, blanqueo de capitales y amaño de contratos en administraciones públicas, ninguno ha sido detenido. Además, Alberto Ruíz Gallardón, a la investigación por prevaricación y falseamiento de cuentas en el túnel de la M30, suma un desvío de 83 millones de euros a Panamá en connivencia con el ilustre preso Ignacio González, no ha sido detenido.                  Con el lujazo de plantel de corruptos que va añadiendo, y los que aún saldrán, no es extraño que el PP con Rajoy a la cabeza esté empeñado en agitar la revuelta independista de Cataluña. Al igual que Franco fue el principal alentador del crecimiento de ETA al perseguir a los vascos hasta en su propio idioma e idiosincrasia, así Rajoy, tan mal gobernante como avieso indolente, en vez de suavizar la controversia, sigue calentando los ánimos catalanistas para que no podamos oler la podredumbre interna de su propia casa. Primero no escucha, después amenaza y ahora promueve una movilización inusitada de agentes de autoridad para hacer frente a los disturbios que le gustaría ver, a ritmo belicista, muy de la derecha española. La soberbia les llena la boca anunciando el envío de miles de guardias civiles, policía y armamento pesado.

               Los miembros del Govern, desquiciados y fuera de la ley, arrastran a los catalanes a una fractura interna y con el resto de españoles que será difícilmente suturable, pero la respuesta de Rajoy no puede ser más errónea en el jefe de un Estado democrático. Meter al calabozo y sancionar con multas exorbitadas a altos cargos de una administración pública española es un despropósito cuando no hay caso de peligrosidad social. Ahora quien nos asusta es Rajoy con sus jueces y fiscales adeptos.

«Diario Palentino, 24 de septiembre de 2017»

 

Y mientras tanto, la corrupción 

    Cataluña es lo verdaderamente preocupante, pero como música de fondo siguen saltando en los juzgados nuevas chispas de corrupción, eso si no se queman, casualmente, los expedientes de los procesos contra los presuntos corruptos como ha pasado en Valencia. Por supuesto que el despropósito independentista nos tiene a todos en vilo porque ha entrado en niveles de posicionamiento y casi odio entre los mismos catalanes y con el resto de los españoles. Rajoy ha sido un mal, pero que muy mal gestor del asunto catalán. En 2012 recorrió España buscando adeptos contra el Estatut aprobado en la Cortes españolas y en el Parlament, lo impugnó y consiguió que se anularan los artículos consensuados que mantenían la calma entre el estado central y la autonomía catalana. Después se niega en redondo a conversar, a sentarse en una mesa y hablar, negociar, como hacen las personas normales, como es lógico y de sentido comúnque dice él constantemente para justificar su hacer o no hacer en todo. Erróneamente pensaba que poniéndose de culo y no mirando lo que pasaba iba a dejar de suceder, como los niños que se tapan los ojos cuando tienen miedo. Rajoy es un gobernante con mucho miedo y ninguna valentía, cada medida que adopta es para bunquerizarse, no tiene visión de lo que deja fuera, tres millones de españoles catalanes que quieren hablar de las condiciones de su autonomía, que tienen derecho a ser escuchados y comprendidos, al menos.  

        Ahora el conflicto se ha desbordado, un juego de egos, un pulso belicoso personalizado entre el PP y el Govern, dos machos alfa rompiéndose los cuernos a ver quién es más burro. El deber de un padre es escuchar a todos sus hijos, también a los rebeldes y protestones y saber encajar o negociar sus aspiraciones para que la familia siga conviviendo en su engranaje. Rajoy es un problema para España, ni siquiera ha sido capaz de mantener limpia de corruptos su propia casa.

«Diario Palentino, 17/09/2017»

La locura independentista 

     No venía yo hoy a hablar de este tema, pero la actualidad me arrastra. Los grupos radicales han tomado las riendas de una movilización que no puede terminar en nada bueno. Juegan con la violencia y el chantaje, quieren desestabilizar la convivencia ciudadana para arrimar el ascua a su sardina y provocar que alguien cometa un error para conseguir un mártir o dos y que su mentira de paso al victimismo y justifique su fanatismo. A Barcelona están llegando cientos de anarquistas europeos y grupos experimentados en agitación callejera de cara a la movilización auspiciada por la CUP frente al 1 de octubre. Pero antes está la Diada, mañana 11 de septiembre, una fiesta de todos los catalanes que, como ocurrió con la manifestación antiterrorista, será politizada a gusto de unos pocos irrespetuosos con sus conciudadanos. Los escritos de consignas emitidos por Terra LLiure y Endavan, núcleo duro de los “cuperos”, se afianzan en que “sin desobediencia no hay independencia”. 

     Se dice que el Govern está secuestrado por estos extremistas, lo que lleva a Puigdemont a ser el primero en complicar la Diada con arengas como «La respuesta a las amenazas debe ser una asistencia masiva a la Diada». Los cuerpos de seguridad, Mossos, Policía Nacional, Guardia Civil y Guardia Urbana están ya preparados para lo que pueda suceder mañana. Imprevisible. La tensión está en su punto álgido justo en el momento de la mayor concentración catalanista del año. De momento han conseguido dos logros indeseables para ellos mismos: unir contra la causa a los grandes partidos de ámbito nacional y dividir, aún más, si cabe, a la sociedad catalana que ve amenazados sus ingresos procedentes de la industria, el comercio y el turismo. De momento los ayuntamientos de Barcelona, L’Hospitalet, Terrassa, Lleida, Tarragona, Mataró y Santa Coloma, que suman 2,5 millones de habitantes de los 7,5 millones de catalanes, no facilitarán el referéndum.

«Diario Palentino, 10/09/2017»