Queridos Magos de Oriente… 2019

           Y digo magos porque en la leyenda original no consta que fuérais reyes, después algún iluminado os añadió la sangre azul para daros pompa y linaje. En cualquier caso, es tanta mi preocupación que, con la misma emoción e intensidad con la que os escriben los infantes crédulos, yo pongo todo mi empeño en exponeros a renglón seguido mis tres peticiones, a saber:

  1. Que los ciudadanos, que saben leer y escribir, opten por dedicar unos momentos al día a pensar con juicio propio, que de verdad no duele y es muy sano. Que filtren lo que les meten por los ojos, por los oídos, por el wasap, por el Facebook, en la barra del bar, por los foros… Que se sienten en silencio veinte minutos en soledad y analicen el batiburrillo de información interesada que nos contamina los pocos valores de solidaridad, empatía y justicia que conservamos vírgenes en nuestras esencias.
  2. Que algunos políticos, aspirantes y/o candidatos, se caigan del caballo, que no se hagan daño pero que, como Pablo de Tarso, se den cuenta de que están en el camino equivocado al perseguir a las mujeres, a los diferentes, la libertad de expresión; que vean que es un error resucitar al que lleva encima un millón de muertos y pretender destruir el bienestar de la mayoría para enriquecer a unos pocos. Por favor, con vuestra magia haced que recuperen el juicio y se sienten a sentirse también, y con la mano en el corazón escuchen en palabras de su propia voz lo que están proponiendo y se les despierte el alma humana que tienen aletargada.
  3. Vosotros, Magos de Oriente, protegednos de quienes nos quieren convertir en esclavos ideológicos, mermar nuestros derechos más básicos y arrastrarnos a un escenario político violento porque en terreno enfangado el inmoral siempre gana.

«Diario Palentino, 6 de enero de 2019»

El atraco de la calle Jardines (IV)

      Vuelve a primera página el acuerdo por el que el entonces bárbaro presidente de la Diputación, Enrique Martín, y su ladino escudero, exigieron arruinar a los ciudadanos palentinos a cambio de permitir la continuación de apenas doscientos metros en la calle Jardines. Claro que por entonces gobernaba el PSOE, por lo que la Diputación tenía que poner palos en las ruedas de todo lo que beneficiara a determinados barrios de la ciudad. Pero, cosas de la democracia, al año siguiente entró a gobernar el PP en el ayuntamiento y durante ocho años no ha encontrado la manera de subvertir o cumplir aquél leonino acuerdo convertido hoy en una deuda de 24 millones de euros (¡Ojo! Tocamos a 317 euros por cada ciudadano palentino, incluidos niños). El urdidor, Isidoro Fernández Navas, quien osciló como un péndulo entre el ente local y el provincial, se encontró con aquél marrón pergeñado por él mismo cuando estaba sentado en el otro sillón, y alegó que no había dinero para cumplirlo. Estos retrasos han aumentado en 5 millones los intereses, también leoninos, de aquella dudosa valoración que nunca estuvo justificada con claridad.  La cuestión es que la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, exige que se la pague ya, y llevamos ocho años viendo el tira y afloja de PP contra PP y los palentinos de la capital expoliados por la usura y los sueños faraónicos de malos gobernantes, que pretendieron jugar a inmobiliarios para construir 400 viviendas en torres de siete y catorce alturas, en una ciudad moribunda donde lo que sobran son viviendas y lo que falta es gente que se va porque no hay trabajo. Echa la cuenta y vota PP. Quien quiera acceder a los tres capítulos anteriores que sobre este affaire publiqué en Diario Palentino, lo tiene a continuación.

«Diario Palentino, 30 de diciembre de 2018»

El expolio de la calle Jardines, 10 de abril de 2010

El misterio de la calle Jardines ( Cont. El expolio), 22 de septiembre de 2011

¡Arrepiéntete! (III Entrega de de «El expolio en la calle Jardines»), 18 de octubre de 2011

Camino de la nada

           En la Calle Mayor de Palencia, ese paseo porticado de ciudad castellana con tanta historia, cada día lucen más anuncios de “se alquila”, lo nunca visto. Un cartel con semejante mensaje solía durar uno o dos días y un nuevo negocio comercial se abría al público ¡qué tiempos! Se buscan las causas en las nuevas opciones de compro-devuelvo que ofrecen las grandes superficies y centros comerciales de municipios vecinos, se dice que los bazares chinos con sus productos de baja calidad minan el mercado de lo bueno; que la compra anónima otorga mayor libertad de decisión, porque nos da corte salir de la tienda después de que el vendedor se haya esmerado en presentar sobre el mostrador varios artículos con sus inmejorables cualidades. Y no hablemos de la rapidez de entrega y devolución de las compras online sin salir de casa y en los lugares más recónditos. Lo que ocurre al comercio tradicional palentino no se diferencia del de tantas otras muchas ciudades españolas y europeas. Lo que sí es un dato bastante preocupante, es el demográfico. Un reciente informe, basado en las estadísticas del INE, enciende una alarma que nadie ha parecido atender: 502 nacimientos por cada 1.000 defunciones. A ese ritmo, no solo la Calle Mayor morirá, si no la ciudad entera, y no digamos los pueblos ya moribundos. Pero, también para eso hay razones, y por encima de todas está la falta de oportunidades. ¿Dónde están nuestros hijos? Con suerte en Madrid o Barcelona, con menos suerte dispersos por las urbes europeas. Y si no hay trabajo no hay jóvenes, si no hay jóvenes en edad de procrear no hay relevo generacional, y así llegamos al cementerio castellano donde políticos patateros quieren que seamos pocos para que toquemos a más (miseria mental). 

«23 de diciembre de 2018»

Atracón de polvorones

          Vuelve la Navidad con sus luces y sus sombras. Tarjeta de banco en ristre y bolso en bandolera nos lanzamos a la calle dispuestos a cargar con mercaderías para comer y regalar. Son fechas estupendas para salir a consumir bajo la excusa perfecta de agasajar a nuestra gente y darnos el atracón. Adeptos y adeptas, ilusionados con cumplir la tradición, sacamos manteles y ajuares, un poco de la abuela y unas velas de IKEA. Ponemos el árbol, acaso el Belén y en la puerta un acebo con cartel de bienvenida. Después viene la fase invisible, la preparación mental para las juntetas en cenas y comidas familiares, porque la familia es una maravilla, y como reconocen, por fin, los psicólogos una maravilla llena de conflictos atragantados. A las pequeñas guerrillas medio afectuosas, medio competitivas que ya discurrían entre hermanos, se suman los cuñados, que vienen de otras maravillosas familias con sus propios ajuares dificultosos, lo que suele necesitar silenciosas operaciones de acomodo y añusgue para mantener la calma y no acabar tarifando. No digamos si hay pequeña prole de esa maleducada, consentida e irrespetuosa que viene ahora patrocinada por padres tan insoportables e indolentes como sus retoños, de tal palo, tal astilla. Pues sí, señoras y señores, siento derribar el mito de las macrofamilias felices. Si eso existió fue hace tiempo, cuando los niños respetábamos a los mayores y estábamos adiestrados en mantener nuestros caprichos regulados, y cuando un grado de tolerancia extrema y respeto presidia la mente de aquellos adultos maduros que sabían valorar lo importante: armonía y disfrutar. Si no hay voluntad de paz, mejor pocos y bien avenidos. Las obligaciones de sacrificio pasan factura en el cuerpo.

«Diario Palentino, 16 de diciembre de 2018»

Ultraderecha y ultracatólicos

   ¡Qué miedo! No es broma. Las mujeres debiéramos ponernos en alerta ante lo que se nos viene encima. La Iglesia católica, la de las púrpuras, la misógina, la que en nuestro país encabeza una docena de figuras como los obispos de Alcalá, Burgos, San Sebastián, Valencia y demás herederos de Rouco, que se han erigido en auténticos soldados contra la libertad e igualdad de las mujeres,  peligrosas enemigas a batir. Se refieren a nosotras como lo hacen los talibanes, esos que vemos en Afganistán imponiendo el burka porque son incapaces de contener su lujuria a la vista de los cuerpos femeninos. Esta Iglesia, la retrógrada anti-Papa Francisco, ha encontrado en VOX un brazo político que no va a desperdiciar. Teniendo a su principal valedor en HazteOir (y el Yunque), va sumando a sus huestes docenas de viejos conocidos pertenecientes a los Kikos y el Opus Dei. Menudo cóctel, si se suma el PP no falta un solo elemento para restaurar la Inquisición.

            Veamos, en conjunto, lo que tienen reservado para los ciudadanos en general y las mujeres en particular según los “principios irrenunciables” de la testosterona, a saber: La defensa de la vida: no al aborto ni a la eutanasia, pero mientras están vivos se los puede masacrar arrojando bombas sobre sus tejados, dejándolos ahogar en al océano o morir de hambre después de expoliados. Defensa de la familia normal: padre, madre e hijos, por supuesto la mujer en el hogar familiar, paridora, disponible y sumisa. Las denuncias por violencia machista, son falsas; las casi mil asesinadas en quince años no existieron. La ideología de género denigra a los hombres. Las cuotas en la listas electorales perjudican a los hombres; ya lo creo les quitan puestos. A los del colectivo LGTB, que no les pase nada. Otro día, más.

Diario Palentino, 9 de diciembre de 2018