El corralito catalán

gato_se_cree_leon¿Quién dejaría su capital en un Estado nuevo, ignoto, sin garantías y fuera de la UE?

            Muchos catalanes se dejan mecer por los cantos de sirenas que les ponen los megalómanos, Mas y Oriol Junqueras, apelando a un viejo sueño de independencia que nunca les trajo nada bueno. El laborioso pueblo catalán, siempre crecido y distante, se está dejando llevar por la verborrea díscola de unos líderes que solo tratan de ocultar la tremenda corrupción, en el caso de Mas y su CDC, y de imponer poder rural de interior frente al industrial costero y barcelonés, en el caso de Junqueras.

            Como se sabe, la pésima gestión del desencuentro por parte del gobierno central ha hecho crecer las iras catalanistas. Además, la designación del polémico Albiol ha colmado la paciencia de los indecisos y ha aplacado el fuego que la indignación catalana había prendido contra la emblemática familia Puyol. Las pintadas de España nes roba, aparecieron de la noche a la mañana, cambiados por España Puyol nes roba. Ahora, las paredes están limpias, mejor no hablar de ladrones.

            Calladito y expectante hasta ahora, el dinero ha considerado que llegó el momento de lanzar su opinión. Más que opinión, ha sido un ultimátum. Bancos, cajas de ahorro y empresarios han hablado. La CECA, la CEOE, las Pymes,… ya han advertido que el dinero no permanecerá en una Cataluña fuera de España, fuera del euro, fuera de la Unión europea.

            Sacarse un Estado de la manga en la Edad Media sería relativamente fácil a base de huestes armadas, apoyos clericales y besamanos feudales. Crear un Estado nuevo en pleno siglo XXI parece algo complicado. Moneda, ejército, leyes, relaciones internacionales y su correspondiente aceptación por parte de otros países; apertura de mercados sin el respaldo sólido de una solvencia milenaria, etc. ¿Qué valdría una moneda de nuevo cuño frente al euro? ¿Garantizaría un naciente Estado los depósitos de los ahorradores? ¿Aparecería una frontera con su aduana que obligara a entrar con los zapatos en la mano?

            El Banco Central Europeo no tendría competencias, ni tampoco obligaciones con la banca afincada en un país fuera de la UE. Las directivas y acuerdos internacionales suscritos por el Estado español no serían vinculantes en territorio extracomunitario, ni para bien ni para mal. La orfandad catalana se dejaría sentir hasta el último rincón de su alma independentista. ¿Realmente, quieren sus voceros el bienestar para el pueblo catalán?

«Diario Palentino, 20/09/2015»

 

Y, ahora qué…

muchagente_400x266“La invasión de refugiados es alarmante, pero ningún notable lo predijo”

      Somos la barbarie de guante blanco. Buen tono, buenas caras y caros trajes; cumbres y encuentros diplomáticos para llegar a acuerdos sobre temas candentes de interés internacional; páginas y titulares con altos dignatarios sobrios y sotorientes que se dan las manos y posan para la foto. Esa foto que intentará anunciar logros que nunca llegarán. La prensa difundirá los comunicados bien elaborados para que no haya margen de interpretación. Todo está en orden; si no hay acuerdo lo habrá. Los líderes nunca fracasan.

      Pero la prensa libre es imparable y dónde hay algo que decir acaba saliendo a la luz. Más quisieran los encumbrados notables de la Unión Europea que se fundieran las cámaras, que se quemase todo el papel, que se pulverizaran las redes, que nos quedáramos esperando al vocero ambulante, al juglar que nos cantara sus gestas sin sus estrepitosos descalabros. Va a ser que no. Muy a su pesar, seguiremos viendo con horror las columnas de familias que, con lo puesto y sus niños en brazos, esperan siete días a que parta el tren de la libertad que los gentiles europeos dejamos bloqueado. Sin descanso, con hambre y sed, se ponen en camino para recorrer doscientos kilómetros por el arcén de la magnífica autovía que enlaza Budapest con Viena y poder seguir hasta el destino final, Alemania.

      Poco le ha importado a Frau Merkel, a Míster Cameron o Monsieur Hollande que los subsaharianos llegaran en oleadas masivas a las fronteras españolas, o los líbios medio ahogados a la hospitalaria Lampedusa, o sirios y afganos a compartir la pobreza con los griegos. Poco importa a los EEUU que el fruto de sus acciones despiadadas en Asia y África repercuta tan dramáticamente en el Mediterráneo; más bien justificaría acciones contra Rusia, otra vez temible por su unión político-económica con China e India.

      Ahora se ponen las pilas, cuando llegan las riadas a Alemania desde el Sur, a Francia por el Este y a Gran Bretaña por el túnel, cuando son el destino anhelado. Ahora se lamentan de las desgracias humanas provocadas entre todos, de los niños muertos. Ahora. Vendimos armas a los rebeldes para librarles de sus dictadores…, para enseñarles democracia. “Paren la guerra, queremos quedarnos en nuestras casas”, pide un niño que no entiende esta locura adulta.

Un nuevo orden mundial se está gestando y no hay parto sin dolor, ojalá no nazca solo un ratón. «Diario «Palentino, 06/09/2015»

 

¿Tenemos derecho? ¿De verdad somos humanos?


11856794_1687649488130711_1938747528_n“71 asfixiados en un camión, 50 en la bodega de una barco, incontables ahogados en el mar…”

            Hablamos de seres humanos, de congéneres, de niños y bebés, de mujeres embarazadas. Ya no podemos esconder más la cabeza debajo del ala. Los cadáveres llegan flotando a las playas; los bañistas encuentran enseres y restos humanos mientras disfrutan sus deportes acuáticos; los noticieros se abren con escenas escalofriantes a las que no nos acostumbramos. -¡Qué drama! ¡Qué horror!-, decimos espantados, y a continuación volvemos a lo nuestro sin más preámbulo, no podemos hacer nada, -quién soy yo, una firma en Avaz o en Change. Ále, ya hice mi parte; protesté

 El análisis último de lo que está pasando llega hasta las razones del voto que depositamos en las urnas cuando nos preguntan. Ciudadanos egoístas e incautos que votan a quienes nos prometen el oro y el moro; nos autoengañamos lisonjeando lo accesorio sobre lo principal, vivir mejor que el vecino, más casa, más coche, más ropa, más vanidad.

            Y ¿de dónde viene tanto? De la explotación de otros seres humanos, del expolio de países africanos o asiáticos que viven entre la confusión de sus corruptos dirigentes y las arengas de visionarios religiosos que los hacen luchar por no se sabe qué raza o creencia superior, así se mantienen distraídos mientras  les robamos sus recursos naturales, su minerales, sus gemas, su comida al fin. De paso, les vendemos las armas que fabricamos, porque nuestro PIB necesita cifras para cumplir con las consignas del Capital que todo lo manda. No importa si con ellas los sionistas matan adolescentes palestinos a bocajarro. Tampoco, si alentamos primaveras árabes para derribar dictadores y lo que conseguimos, o tal vez se pretendía, es desatar el caos para pescar mejor.

            África fue y es una mina para extracción de todo lo extraíble; esclavos, diamantes, trofeos de caza, pieles, tejidos, minerales, seres convertibles a las religiones más diversas, hasta rumbosas tesis doctorales pasando por taquilleras películas hollywoodenses y museos de hombres disecados. El colonialismo persiste en formas sibilinas, todo está manipulado por las grandes corporaciones multinacionales y los poderes imperialistas en la sombra.

            Si África es la mina, Oriente Medio un hervidero humano de razas, religiones y disputas en constante conflicto que tapa un solo interés, el económico; petróleo, armas, uranio enriquecido, destrucción y reconstrucción. De fondo Turquía en preguerra civil, Irán amenazando mientras la vieja y envejecida Europa repele la explosión demográfica afroasiática que huye del hambre y la guerra. Feo panorama. 

«Diario Palentino, 31/08/2015»

Niñas castradas-Expulsión automática de los padres

cabecera-firma-mutilacion-genital-femenina17.000 niñas en España en riesgo de castración, y ¿nadie puede hacer nada?”

               Las mujeres residentes en España, de cualquier edad y condición tienen derecho a ser respetadas en su integridad física y moral. No es de recibo quedarse de brazos cruzados y alegar que en sus países de procedencia no está penado para escurrir el bulto y mirar para otro lado. La Justicia ha de ser firme e inquebrantable en esta materia. No hay disculpa para costumbres espantosas. Si no existen los cauces habrá que arbitrarlos ya, con toda urgencia, los Derechos Humanos tienen vigencia universal, cualquier mujer del mundo debe ser protegida de estas atrocidades.

               Los padres de las cuatros niñas castradas en sus vacaciones, vaya vacaciones, en Mali, son los primeros y últimos responsables del cuidado de las hijas, ni abuelos, ni despistes. Por comisión, por omisión o por negligencia en su deber de vigilancia, las niñas han sufrido una daño atroz e irreparable.

               Esos padres merecen el castigo más duro. Que caiga sobre ellos toda la fuerza de la ley penal. Si un país civilizado les ha admitido como residentes para convivir con el resto de la sociedad, será porque saben comportarse como seres civilizados. En caso contrario, y teniendo en cuenta la flaqueza de las leyes españolas para proteger a las mujeres y a los menores, lo que procede es la expulsión. Si se estableciera que todo aquél padre que consienta la ablación del clítoris de sus hijas sea inmediatamente expulsado del país, no harían falta los paños calientes que propone el Fiscal de Menores para escurrir el bulto. Educación, ya sabemos. Esos vicios tan terroríficos no pueden ser abarcados solo con la educación, requieren una amenaza acorde a su peligrosidad.

               La hija mayor que lo ha denunciado es condenada, con las otras tres, por el Sr. Fiscal, apodado Defensor del Menor, a seguir viviendo bajo el mismo techo de sus padres, porque considera que retirarles la custodia es mucho peor. Como siempre. Otra vez. Las mujeres agredidas sufren siempre doble condena, la segunda al denunciarlo. Qué horror. A ver si los hombres que legislan se aclaran. Este tipo de criminales solo entienden el idioma que practican: cárcel o expulsión. Si la costumbre fuera castrar a los niños varones ya hubieran encontrado rápidos recursos legales o pragmáticos para evitar esta violencia “costumbrista”. Habría que preguntar a los agresores: ¿Qué tal, si retomamos las costumbres medievales y les condenamos a que se les rebane la piel a tiras? Aplicando su razonamiento, así era la costumbre.

«Diario Palentino, 23 de agosto de 2015»

El pobre Rato tiene miedo

miedo1“Más miedo que las mujeres y los niños maltratados, o los inmigrantes en la valla de Melilla, o las familias ante el recibo de la luz

            El pobre D. Rodrigo tiene un miedo espantoso porque le amenazan en una cuenta de twitter que no tiene, y va corriendo a papá Ministro del Interior del Gobierno de España para que le cobije con su poderoso manto de protección llamado “hago lo que me da la gana y no doy explicaciones”. Y, es que Rodrigo ha sido un niño malo, malote. Se le acusa de haber estafado a miles de familias; de haber volatilizado los ahorros de muchas vidas de duro trabajo; de gastar a troche y moche el dinero ajeno en lujos inconmensurables; de haber empeñado a los españoles en una deuda de rescate que nos asfixiará durante mucho años, de múltiples delitos fiscales, alzamiento de bienes, blanqueo de capitales, de lo que seguirá saliendo de 40.000 documentos incautados en su oficina, de apropiación indebida y lo que añada a la cola el caso Bankia.

          Rato es todo un ejemplar único en su especie. Un verdadero artista. Abarca él solito más artículos del Código Penal que media población reclusa. A lo qué ha distraído, convendría ir sumando el ingente coste que supone la cantidad de funcionarios, policías de investigación, jueces anticorrupción, traslados de seguridad y personal científico puesto en marcha en el país y en el exterior para desenredar su entramado delictivo durante tantos años urdido. Y, luego, se niega la justicia al ciudadano de a pie, ironías de la vida. Debiera computarse todo el gasto que estos presuntos delincuentes de guante blanco causan a las arcas públicas al ser juzgados, y cobrárselo con el interés legal del dinero, para que no haya menoscabo de la caja común.

         Más de 12.000 procedimientos judiciales se incoaron en 2014 por denuncias de insultos y amenazas en las redes sociales. 126.740 mujeres denunciaron malos tratos ese mismo año. 38.500 niños han sido víctimas de violencia desde 2013 a falta de una ley integral en defensa de los menores que el gobierno no puede proponer porque está entretenido entre la corrupción interna de su propio partido y limitar los derechos civiles de los ciudadanos. Todos estos denunciantes también tienen miedo, tanto o más que Rodrigo, el niño malo a quién nadie pega, ni viola; defendido por lujosos abogados que promoverán causas de impugnación y nulidad. Para los demás, una justicia carente de medios, por la crisis que han provocado los malos trabajadores y los sindicatos exigentes. Por eso el Ministro, no los recibe.

«Diario Palentino, 16/08/2015»