Hispanidad

          El 12 de octubre para la Iglesia es la Virgen del Pilar que ayudó a las tropas españolas frente a los franceses. También llamada de la Hispanidad. Término inventado entre el siglo XIX y el XX para conmemorar la primera llegada de Colón a América. Se dice que quien escribe la historia la cuenta a su manera. Hemos vivido de los restos del imperio donde nunca se ponía el sol gracias a unos héroes aventureros y arriesgados que descubrieron América, ganaron territorios para la muy católica corona que se entregó a fondo en cristianizar indígenas a cualquier precio, bajo los auspicios y consejos del cardenal Cisneros, confesor y asesor de la reina. La dos derechas se empeñan en rememorar por todo lo alto hechos tan tremendos para la población aborigen. Aclaremos. El imperio donde nunca se ponía el sol era, como todos los imperios, sanguinario, explotador, subyugador, conquistador. Ya el padre Bartolomé de las Casas denunció la insaciable avaricia de los conquistadores, el sometimiento a esclavitud de los indígenas, el genocidio premeditado de poblaciones enteras, las violaciones a las mujeres, el secuestro y tráfico de niños, etc. En la misma línea intervino el teólogo Francisco de Vitoria, precursor en la defensa internacional de los derechos humanos basándose en la experiencia del trato recibido por los indígenas americanos. Se habla de que las colonias se perdieron, pero no se puede perder lo que no se tiene. Lo que hicieron fue independizarse del yugo esclavizador de la metrópoli y retomar sus propios destinos. Porque no eran salvajes. Algunas civilizaciones precolombinas mostraban conocimientos tanto o más avanzados en algunos aspectos. El 12 de octubre es una fecha luctuosa para Latinoamérica para quien la madre patria fue expoliadora, tóxica y cruel. Y como ellos dicen: nadie nos descubrió, nosotros ya nos teníamos descubiertos.

Diario Palentino,  10 de octubre de 2021

Quién guarda a los guardianes  

            Es la eterna pregunta circular. Quién cuida a los cuidadores, quién vigila a los vigilantes, quién juzga a los juzgadores… Los gremios se constituyeron en la Edad Media para defender los propios intereses corporativos, por aquello de la unión hace la fuerza; si compras al por mayor pagas menos, si somos muchos nos defendemos mejor. Es la base de los sindicatos, de los lobbies y las agrupaciones profesionales. Pero, cuando se trata de un bien jurídico público del que penden derechos fundamentales de la persona y del ciudadano, no se puede banalizar y desproteger. Que los jueces se autogobiernen le viene muy bien al Partido Popular. Una mayoría de jueces son ideológicamente conservadores. No hay más que ver sus biografías; hijos de familias ya pertenecientes a la magistratura, o cuando menos procedentes de clanes profesionales en cualquier ámbito. Acceder a la carrera judicial requiere un respaldo económico importante, se necesitan, como poco, cuatro años de gastar y no ingresar, un preparador y, por supuesto, mucha entrega y ganas de estudiar. Son minoría los jueces procedentes de entornos con economía ajustada y/o sin estudios, porque en estos no existe ni siquiera el convencimiento de poder desclasarse para acceder a niveles dirigentes. Las derechas lo tienen muy claro. Pero en democracia eso sería un contubernio. La separación de poderes no incluye zafarse del control supervisor por parte el pueblo soberano. A través de nuestros votos ejercemos el supremo control del legislativo y, por ende, del ejecutivo resultante. Premiamos o castigamos en las urnas. En cada proceso electoral otorgamos el timón a quienes pueden defender mejor nuestros intereses. A la corrupta derecha española le vendría muy bien tener a los jueces comiendo de su mano, por eso bloquean su renovación.

Diario Palentino, 3 de octubre 2021

¡Vaya latazo de prófugo!

        Cada cierto tiempo el prófugo de la justicia española, buscado para ser juzgado por delitos de sedición y malversación, monta un espectáculo para decir aquí sigo yo. Con su premeditada huida traicionó a sus compañeros que por ello fueron condenados a cumplir prisión para evitar más riesgos de fuga. Vive como un marqués a cuenta de ignotos benefactores y mete toda la bulla que puede para desestabilizar España. Llamar president y vitorear a un fugitivo no deja de ser chocante. Lo curioso del caso es que mucho ruido, pero hoy el 52% de los catalanes con derecho a voto no votarían sí a la independencia en un referéndum. Mucha bronca y la casa por barrer, porque el lío catalán tiene su mayor exponente dentro de sus fronteras, como ya se vio entre familias que se tiraban los turrones a la cabeza en aquellas navidades siguientes a la fallida declaración de Repúblic Independent de Catalunya, que duró un suspiro, como suele ser habitual cada cierto número de años en su historia. No se entiende como no se cansan de fracasar y victimizarse. Ganas de vivir siempre con ansiedad. Lo peor es que con su terquedad incita a sus seguidores al radicalismo. Allá donde haya políticos proclives a negociar salidas prácticas, que lleven poco a poco a ganar más autonomía, entra con su caudillismo y algarabía callejera para romperlo todo. Y que no se le ocurra a nadie de Esquerra moverse del guion porque el griterío le acusará de traidor, como vemos a menudo. Burguesía, empresarios locales, abogados y otras clases, digamos poderosas, están encantadas con que la gente de a pie salga a la calle indignada, con banderas, gritando las consignas que les mandan, mientras ellos, los señoritos, juegan al golf en su club privado, y el prófugo se pasea por Europa sacando la lengua a la Constitución, a las leyes y a la Justicia española y europea.

«Diario Palentino, 25 de septiembre de 2021.

 

Macho blanco miedoso

          ¿Qué ocurre en la mente de un racista homófobo, xenófobo, misógino, etc.?  Miedo, puro miedo al diferente, al que nos es como ellos, a quién les crea inquietud, y no quieren incertidumbres ni zozobras, nada ni nadie que les haga peligrar la seguridad en la que viven instalados. Es la reacción territorial, la más primaria y animal, nuestra casa, nuestras cosas, nuestras creencias, nuestras mujeres, nuestros hijos. ¿Reconocen el discurso? Nuestros, nuestras. En la uniformidad reside la claridad, en las disidencias anida el peligro. La falta de empatía, de admitir que el planeta está repleto de seres humanos con peculiaridades propias, seres que son personas con los mismos derechos. Quién odia a los otros es porque los teme, porque los desconoce, por ignorancia o porque necesita de ellos y no lo quiere reconocer. Habría que investigar cuantas empleadas de hogar inmigrantes tienen los voceros xenófobos en sus casas. A la hora de ser servidos no se plantean que su “criada”, su jardinero, el camarero o la cocinera del restaurante tengan costumbres, creencias o idiomas diferentes con tal de que les sirvan bien y sean obedientes y discretos. Las religiones echan su leña al fuego a base de bien. Cruzadas, yihad, guerras santas contra el infiel… Homofobia por el temor a la propia sombra, todo hombre tiene un cromosoma X y un cromosoma Y. Aunque lo niegue en el cadalso ha tenido sus sueños homo en alguna época de su vida. Odian a las mujeres porque las necesitan y no pueden soportar la dependencia de ellas, por eso las degradan y cosifican como una propiedad más hasta el punto de pretender hacer desaparecer la protección legal ante los malos tratos machistas. Se trata de mentes planas, cerradas, que se asientan sobre cerebros reptilianos, es decir, poca inteligencia, mucho miedo y más ignorancia.

Diario Palentino, 12 de septiembre de 2021

El Constitucional y el Alcalde de Zalamea

            Como parece que estamos de teatrillo vamos a hacer un parangón. En la obra de Calderón de la Barca, Pedro Crespo, a la sazón alcalde de Zalamea, da garrote a D. Álvaro de Ataide, capitán del ejército real, que estaba de paso y alojado en su casa, por raptar a su hija y violarla. Llega el rey Felipe II y escucha las explicaciones del alcalde, y padre agraviado, para justificar el castigo. Al tratarse de un militar de sus ejércitos el rey cuestiona el poder del alcalde para ajusticiar a su capitán y en la forma que, por ser noble, debiera haber sido degollado. Después de sopesar pros y contras el rey concluye: “…, aquesto ya es hecho. Bien dada la muerte está; que no importa errar lo menos quien acertó lo demás”.

            La mano en el corazón debieran haberse puesto los seis magistrados del Tribunal Constitucional que, con irresponsabilidad y en perjuicio de la salud pública futura, han puesto a los pies de los caballos a un gobierno sorprendido por lo nunca visto, una pandemia agresiva,  descontrolada y sin medios jurídicos ni recursos materiales para hacerle frente. En un mero debate teórico, más de fábula que de juristas serios, han pasado dos días enteros discutiendo sobre si son galgos o son podencos. Entre si procedía estado de alarma o estado de excepción. Ya sabían ellos y los indecentes promotores del recurso (VOX vota a favor y luego recurre contra sus propios actos) que la opción sería tan difícil de explicar a los ciudadanos como fácil de lanzar confusos titulares y oscuras explicaciones por parte de la prensa adepta. Suerte hemos tenido que hayan tardado un año en dictar sentencia o ¿lo han retrasado aposta para que el gobierno siguiera protegiendo la salud de los ciudadanos y decir después qué mal lo has hecho? Cualquier perversión es posible. Lo cierto es que “no importa errar lo menos quien acertó lo demás”.

Diario Palentino, 18 de julio de 2021