Que nos pidan la venia

www.cotilleando.com“No olvidemos que el poder reside en el pueblo español, somos la autoridad”

 El artículo 2 de nuestra vigente Constitución dice literalmente: “La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”, aunque parece que por las alturas se pretende invertir el orden y que nosotros, los españoles, habitantes de este país, ciudadanos de a pie y paganos a todas luces, rindamos pleitesía a tanto “alto cargo” que nos mira por encima del hombro.

La díscola familia real establece en el protocolo de su casa, que los hombres harán inclinación de cabeza y la mujeres además se flexionarán. Deben haber olvidado sus majestades que su poder no procede de más dios que el pueblo, que les consentimos sentarse en su trono, hablar por nosotros, vivir de nuestros impuestos y en edificios propiedad del Patrimonio Nacional, sin contar sus dieciochescos atuendos, diademas, coronas y saraos de película retro, anacronismos que como la propia monarquía están out, atentan contra el principio de Igualdad, verdadero emblema cúspide de todo régimen democrático. Al rey de turno nadie le elige, nos cae del cielo, en versión infantil de antaño, nos le trae la cigüeña.

Y como la ansiedad, el afán de protagonismo y tiranía son contagiosos, el siempre enfadado Rouco, además de casar princesas Divorciadas y abortistas (excomulgadas ipso facto, según el Derecho Canónico) y conversas, quiere negar por todos los medios los derechos y libertades de las mujeres, porque como es costumbre en los ámbitos talibanes, el poder y el honor de los hombres siempre acaba encontrándose entre las piernas de las mujeres.

El ministro Gallardón se obceca en salvar fetos y al mismo tiempo el gobierno del PP al que pertenece camina a toda máquina para someter a la más cruel y despiadada desatención, pobreza y abandono a las personas discapacitadas, obstaculizar el acceso a la educación y a la sanidad de los ya nacidos y vivientes que somos todos los demás. Pretenden retornar a la doble moral burguesa consistente en “Haz lo que digo pero no lo que hago, los privilegios son para mí, exclusivos y excluyentes”

Pero no olvidemos que el poder reside en nuestras manos, nos deben reverenciar, respetar y venerar, nos deben pedir consentimiento y permiso, a fin de cuentas somos la autoridad, y si quieren acogerse a su programa para redimir sus pecados que lo cumplan al completo. «Diario Palentino, 05/05/02013»

 

Y lo decimos cantando… Rapeando la crisis.

Antes de conseguir la Democracia lo cantábamos así (a escondidas y con miedo):

              *Paco Ibañez en el Olimpia (Paris), interpreta «España en marcha» del poeta Gabriel Celaya, entonces prohibido.

Ahora lo cantamos así:

¿Cuánto nos cuesta la corrupción?

Un-Pueblo-Que-Elige-Corruptos-No-Es-Victima“El coste internacional, de la España europea a los corruptos del Mediterráneo”

            Todos los días amanecemos con un coscorrón en la mermada credibilidad en nuestros  gobernantes, en toda esa “élite” encargada de defender la democracia y administrar la caja común rellena con los impuestos fruto de nuestro trabajo, cada día más inseguro y esclavo. Como si fuéramos víctimas de una estampida, asistimos impotentes a nuestro particular culebrón de desmanes hispánicos.

            Cada corrupto que se lleva indebidamente y en su propio beneficio una parte del dinero de todos, sea en forma de “regalos”, como tomar clases de golf a cuenta erario, cobrar por trabajos no realizados, evadir impuestos en todos sus formatos, dejarse obsequiar por amistades mafiosas cuando se ejercen funciones de gobierno, manejar “sobres” en cuentas B a cambio de ¿…?, y un sinfín de despropósitos añadidos, va tomando de nuestra confianza y de la caja común lo destinado a los medios que se nos restan en salud, pensiones, educación, subsidios de desempleo y protección de los más desfavorecidos de la sociedad.

            Y  es que el atraco no es solo a la moral vital y al optimismo ciudadano. Y tampoco es solamente lo que materialmente se llevan para lucro personal, es el ingente gasto producido para la investigación de los “hechos”, jueces y personal judicial, policía, estancias carcelarias y su sobredosis en seguridad, miles de funcionarios “entretenidos” en dilucidar asuntos vomitivos.

            Otro escabroso coste es el internacional. Hemos pasado de ser la España europea integrada en una de las potencias mundiales del desarrollo a ser observados como los ladrones del Mediterráneo, en los primeros puestos del desgobierno, la corrupción política y la pobreza de la población. Y este descrédito tiene su reflejo en nuestra economía, no somos de fiar, los inversionistas huyen, las grandes empresas se deslocalizan, la bolsa baja, nada es fiable en nuestro entorno, solo los carroñeros, rusos entre otros, vienen a expoliarnos a mansalva y a bajo precio los inmuebles más valiosos.

            Entre los “affaires” del PP y de la Casa Real, no necesitamos más referentes. La cacareada Marca España se ha convertido en una lacra que nos deja a la altura del betún. La Justicia coaccionada no puede trabajar debidamente. Si esto ocurriera en una República, su Presidente hace tiempo que hubiese tenido que dimitir para sanear, pero eso nunca pasará con la sangre azul hereditaria. «Diario Palentino, 7 de abril de 2013»

 

 

Somos blandos

“Es deber de la Justicia asumir con decisión nuestra defensa ante tanto desmán”

            Sufrimos los peores políticos de la democracia y no somos capaces de reaccionar con contundencia y proclamar alto y claro que no vamos a consentir su mal hacer. Y todo ¿por qué? Sencillamente, nos hemos reblandecido. El bienestar gozado durante años nos ha hecho abandonar las defensas, hemos enterrado los escudos y las armas, hemos delegado sin reservas cuando todo iba viento en popa, confiábamos en quienes nos han gobernado durante el periodo en que reinó la democracia.

        Ahora que nuestro más elemental sistema de derechos y libertades público y personal se ve impunemente atacado somos vulnerables, hasta tal extremo que no tenemos ni oposición que nos defienda (del asunto de Ponferrada y la hipócrita respuesta PPera, prefiero no hablar porque vomito).

  billetes-guante-blanco_0          Es una auténtica barbaridad identificar político con delincuente, esa versión nos perjudica gravemente, aunque la tentación es grande, nos lo ponen a huevo. El camino de vuelta a la democracia es sencillo, comienza por la Justicia, los tribunales encargados de velar por la puridad deben entregarse a fondo en cumplir con rigor su función de preservar la legalidad, sin reservas ni atender a presiones, desde el más humilde juzgado comarcal (alguno tan “receptivo” en cuestiones electorales) hasta las más altas instancias judiciales, con independencia de quienes o qué formación política hayan sido sus mentores en el ascenso o lo que esperen de ellos.

            Y mientras eso ocurre, somos los ciudadanos huérfanos, como en los tiempos primitivos y al margen de las contaminadas instituciones, quienes tenemos que defendernos de esa casta política que parece entregada a desmontar lo conseguido en más de treinta años.

               La Plataforma Antidesahucios (PAH) nos lo ha demostrado, querer es poder. Y para empezar por los cimientos, alguien tiene que exigir una investigación a fondo de la gestión de consejeros y gerentes que han pasado por las Cajas de Ahorro rescatadas llevándose retribuciones, dietas, autocréditos millonarios, jubilaciones, juergas y derroches a tutiplén  que estamos pagando los españoles de a pie sin que nadie haga nada para ponerlos en cuarentena hasta que la justicia llegue a ellos, si es que lo hace y a tiempo.

      Tan solo un partido que no “ha tenido metida la mano en la caja” lo ha denunciado, de momento, en Bankia. O nos movilizamos colectivamente o nos crujen para siempre. «Diario Palentino, 24/03/2013»

8 de marzo, más imprescindible que nunca

piramideCediendo a presiones de lobbys eclesiásticos, financieros, empresariales, neoliberales y demás gérmenes

            A la vista de la evolución de la igualdad de género durante los últimos 25 años en nuestro país, alguna ingenua entre las que me cuento, creímos que llegaría un día no muy lejano en el que pudiéramos prescindir de la conmemoración del 8 de Marzo para llamar la atención sobre la situación de las mujeres en España. Nunca acabaremos de aprender a desconfiar.

            Y como entre col y col…, lechuga, pues henos aquí en mencionada fecha y más indignadas que nunca desde que tengo uso de razón, porque antes, al menos, luchábamos con esperanza de conseguir, ahora desarmadas ni tan siquiera nos queda apenas impulso para resistir al derrumbe de todo lo peleado y obtenido. Un año escaso ha sido suficiente para derivarnos de nuevo al desván de la discriminación por carencia de recursos económicos, base fundamental de toda independencia y libertad. Es más, sin la posibilidad de conseguirlos. ¿Se puede hacer peor?

            Todas las generaciones precedentes tenían/teníamos a orgullo, primero, hacer la crítica  al entorno recibido para poder mejorarlo, disfrutarlo y por último, dejarlo mejor de cómo lo recibimos. Con la fe juvenil, y enfervorecidos de pasión peleábamos cada día, como debe ser, siempre a mejor.

            Lo que está pasando hoy en este país es inconcebible. Cediendo a presiones de lobbys eclesiásticos, financieros, empresariales, neoliberales y demás gérmenes destructores del Estado de Bienestar (considerado como el mejor logro en la historia de la humanidad), el gobierno ultraconservador que nos ha caído por castigo, parece decidido a masacrar a todos en general y al género femenino en particular.

            El pronóstico del futuro de las mujeres cuando se comience a ver los efectos de los recortes económicos, es para echar a correr y emigrar. El empeoramiento generalizado de la calidad de vida conllevará un deterioro de la salud física, mental y social de las españolas.

         Sanidad deficiente, infra-alimentación, estrés ante el aumento de las cargas familiares con los dependientes, sin cotización a la SS. para poder cobrar una pensión decente, sin acceso al trabajo, se prefieren hombres porque no paren. Cierre de centros escolares de conciliación laboral, matrimonios hipo-casados, candidatos a divorcio inasumible por falta de medios, y puede que para colmo un marido parado en casa o un maltratador al que aguantar. Lo siento, inevitable. «Diario Palentino, 10/03/2013»