Enganchados al mundo. Españoles valerosos.

 

images“Los españoles valemos mucho, nuestros gobernantes muy poco”

             La prueba es contundente, a pesar de haber padecido guerras, posguerras, dictaduras, crisis, golpes y ataques a la democracia, a pesar de que quienes elegimos para defender nuestros intereses nos despluman y nos echan de nuestras casas para dar de comer a los macroexpoliadores, a pesar del desvalijamiento material, intelectual, cultural y vital al que nos somete tradicionalmente la derecha más cruel, nosotros, los españoles, nos levantamos una y otra vez, con ingenio y paciencia, transigiendo, tal vez demasiado, con mucho trabajo y fe en nuestra propias fuerzas, renacemos.

            Y la pregunta es ¿Nos vamos o no quedamos? Pero ¿A dónde? Ya no queda lugar en el planeta al que no alcance la mentada globalización, el efecto mariposa, si los tumultos de Brasil nos hunden el IBEX ¿Qué nos queda? – Agarrarnos fuertemente, vigilar la línea de flotación y dormir con el salvavidas. Ya no estamos seguros ni en el pueblico dónde solo llegan escasez y limitaciones. Los tentáculos del famosete “liberalismo económico” nos ponen en las fauces de la ingeniería financiera, experta en caminar por las trampas de la ley para sisarnos impunemente.

            Estos gobernantes que nos toca sufrir en el presente gobiernan para el Partido, no se diferencian en nada de los bolcheviques o de los autócratas de cualquier signo. “El pueblo quería justicia y paz y los cabecillas buscaban ocupar el sillón del zar”. Así es y así será. Peor que en la Ilustración: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Ahora el eslogan es “El pueblo al servicio del ideario”,  si no quieres caldo, dos tazas.

            Y mientras luchamos nuestro día a día, se nos caen las lágrimas de impotencia ante las millonarias cifras del entramado corrupto gubernamental, nos dan ganas de vomitar viendo como  salvajemente las fuerzas de seguridad al servicio de los bancos arrancan a las familias de sus hogares mientras consejeros y administradores nos han preparado un agujero que se llega por treinta y dos mil millones de euros, se dice bien y pronto, a pagar con nuestros sacrificios. Y en las próximas elecciones no te olvides de votar al Partido Popular. 

«Diario Palentino, 14 de julio de 2013»

Nos quedan las calles y las redes

gritar“Los instrumentos de la democracia han descarrilado, o mienten o no saben qué decir”

             Quienes hemos sufrido la Dictadura, conocido la Transición y disfrutado la Democracia, en muy poco tiempo estamos siendo testigos del desmoronamiento radical del entorno, vagamos entre estados de ánimo tan desconcertantes como el clima que vivimos, consternados a ratos y rabiosos después, abatidos o enfadados.

            El poder financiero, ese que se mide en los bancos y en las bolsas bursátiles, nos ha robado el testigo de la democracia. Las instituciones que teóricamente nos representan y nos velan, el gobierno, el parlamento, la judicatura, la monarquía, etc., todas ellas están secuestradas por el dinero, los balances, las cifras económicas y las ganancias para unos pocos, con la inestimable complicidad de un liberalismo demoledor y una iglesia católica tan métome-en-todo como inconsecuente.

            Imaginémonos metidos en una centrifugadora, quienes mejor se agarren sobrevivirán fortalecidos, los demás saldrán catapultados a velocidad de vértigo fuera del sistema. ¿Y cuándo se volverá a recomponer la sociedad cuasi-justa que habíamos conseguido? ¡Ojalá lo veamos! Larga vida.

            A la vista de la orfandad en que nos hallamos inmersos, nuestro deber ahora es volver a buscar la solidaridad, la unión del grupo humano atacado por las propias estructuras creadas para defenderlo. Los instrumentos de la democracia, partidos políticos y sindicatos, se han desviado, mejor dicho, han descarrilado, o mienten o no saben qué decir. Y así mientras familias enteras sufren la escasez y son esclavizadas de miserables salarios o insultantes benéficas ayudas, sus señorías defienden que les financiemos los “cubatas”, cuándo debiera estar prohibida la dispensación de bebidas alcohólicas y la conversión de los sagrados lugares de la voz del pueblo soberano en antros de durmientes, ausentes y beodos. Así nos va.

            Pero no todo está perdido, nos quedan las calles, como siempre, una vez más y si están sordos gritemos más. Los amantes de la represión disponen de holgados presupuestos para equipar a los cuerpos uniformados de “instrumentos disuasorios” y lanzan a honestos ciudadanos contra honestos ciudadanos. Pero con la circulación de las redes sociales no cuentan nuestros cutres gobernantes, el poder soberano circula ahora por ellas, su alcance es insospechado, propuestas que van sumando miles de firmas al instante, mensajes, quedadas, convocatorias, denuncias, una nueva arma social superpotente que solo acaba de empezar a demostrar hasta dónde podemos llegar, utilicémosla.

«Diario Palentino, 2 de junio de 2013»

Manifiesto por una nueva Ley de Partidos Políticos

Minientrada

LgsDCfGjcsfRahU-556x313-noPadMANIFIESTO elaborado y firmado por CIEN intelectuales, profesionales, artistas, diplomáticos, gente de las artes, de las ciencias, de las letras, etc.  

    La sociedad española asiste preocupada y escandalizada al deterioro de la política.

     Tras treinta y cinco años de democracia, los partidos funcionan mal.

       Tal y como muestran todas las encuestas, los ciudadanos sienten que el nivel de los políticos está por debajo de las exigencias de los problemas que afronta el país.

       La corrupción se ha hecho crónica y, en mayor o menor medida, salpica a los principales partidos. Hay una crisis de confianza en la política.

         No podemos seguir así.

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Diputaciones = 22.000 millones €/año

forges_diputaciones_25_3_98“Poner a las diputaciones a controlar a los ayuntamientos es como meter al zorro en el gallinero”

            A Rajoy se le queman los garbanzos de su propio cocido y ayer reunió en Salamanca a los poderes autonómicos para intentar relajarlos a base de soplidos sobre el puchero en llamas. Juan Vicente Herrera, por Castilla y León le puso sin ambages las peras a cuarto renegando de los recortes y ocupando con su discurso el terreno que correspondería a la oposición.

El PP (y UPyD) quiere recentralizar los poderes en el Estado y va directo a por las autonomías para cumplir con el déficit, pero no sabe qué hacer con el órdago independentista de los catalanes. Al respecto el PSOE no sabe, no contesta, se dispersa en un discurso variopinto que no llega.

Pero nadie escucha a los politólogos más expertos. El Confidencial recoge un resumen de sus opiniones: “»Pensar en que la clase política de este país vaya a renunciar a sus asientos, coches oficiales, dietas y demás privilegios es una utopía. No va a pasar«, sentenciaba un politólogo de la Complutense.” «No debemos cuestionar las autonomías mientras se consiente una estructura franquista como son las diputaciones que sólo favorecen políticas clientelares…«, apunta Víctor Sampedro, catedrático de Opinión Pública y Comunicación Política.  “Hemos creado…, consejos, observatorios, embajadas, etc., que sólo han servido para enriquecer a unos pocos…», reflexiona Juan Carlos Monedero.”

En esta sopa de letras, resulta que quienes nos gobiernan están todos dentro de la maquinaria del derroche administrativo y quien no lo está aspira a estarlo algún día. Las diputaciones españolas costaron 21.953 millones en 2009. Hoy mantenemos 1.040 diputados provinciales y 147 insulares. Según el Ministerio de Hacienda (2010) el 40% de los presupuestos van destinados a pagar los sueldos, dietas y gastos de funcionamiento de modo que para obras, infraestructuras, etc. solo queda  la mitad, aparte de acumular importante deuda. En junio de 2011, la Diputación de Palencia mantenía una deuda de 47.865.000 €, que para 173.000 habitantes, supone 239 € por habitante. Pretender poner a las diputaciones a controlar a los ayuntamientos es como meter al zorro en el gallinero.

Es cierto que hay que reducir un sobredimensionado sector local, pero comenzando por lo ineficaz, reitero, diputaciones y entidades locales menores. El rescate nos va a costar 2.800 € por contribuyente (Almunia), ¿Qué dedo nos cortaremos? –El que menos necesitemos- 

Diario Palentino, 20/05/2013″