Gente sin alma

           Donald Trump simboliza la crueldad institucional más despiadada. Lo demuestra cada vez que abre la boca. Desata el odio generalizado contra la población latina, hace una defensa pública y cerrada del estado xenófobo y exterminador de Israel. Para este bárbaro no hay límites de inhumanidad, ni de edad, ni de vulnerabilidad, es como un buldócer pasando por encima de los sufrimientos humanos que provoca sin despeinarse un pelo. La última ha sido la separación de los niños de sus familias y la visita de su patética y simple esposa vestida con una chaqueta en cuya espalda se lee «Realmente no me importa». Ante el clamor internacional que ha tocado la fibra de su narcisismo, no de su empatía, de la que carece, decidió permitir la reunificación de 500 familias, pero aún quedan 1.800 niños enjaulados, así como suena, niños tratados como bestias salvajes, para los que no hay esperanza de volver a encontrarse con sus padres. La gente sin alma lo tiene fácil con estos pequeños seres humanos sin malicia ni recursos físicos ni mentales para defenderse. Pero no hace falta cruzar el charco. En nuestro continente están pasando cosas horribles que nadie se ocupa en investigar. Según la ONG Save the children “5.282 menores inmigrantes se cuentan como desaparecidos en Italia, de ellos 2.440 solo en 2017”. Se evaporan en dos o tres días después de ser registrados en el sistema de acogida local. Sin contar los que son víctimas de trata por los propios  traficantes que no se pueden computar porque ni tan siquiera llegan a ningún local público. Y nadie los busca. Pero no solo en Italia, España y Francia tampoco se libran. A las autoridades de la Unión Europea no les parece que sea un tema importante a tratar, son niños.

«Diario Palentino, 24/06/2018»

Vienen a por lo suyo

           El debate sobre las avenidas de inmigrantes pobres tiene unos momentos álgidos y otros calmos, pero no cesa ni cesará porque no se llega a resolver el problema de fondo. Los líderes mundiales que, tanto bombo dan a sus reuniones de los rimbombantes grupos G, muerden la cáscara y como les resulta amarga la tiran sin llegar a encontrar la nuez, sea por falta de ganas, por impericia, por presiones, por intereses económicos, por mala gobernanza o por un poco de cada. Todos, cualquiera sabemos cuál es la solución, porque para los asuntos complejos siempre hay una y solo una solución fácil, la que corresponde según la naturaleza de las cosas. Tan fácil como dejar de robarles su vida, sus tierras, sus minerales, su petróleo, su oro. Dejar de explotarlos como mano de obra barata para que nos produzcan tantos y tantos bienes a precio competitivo. Dejar de meter cizaña entre grupos tribales o religiosos y dejar de venderles armas para incrementar nuestro PIB, y de paso que se exterminen entre ellos y no sean un obstáculo que pueda oponerse al expolio. En nuestra área geográfica utilizamos África como una mina, los consideramos un continente despensa de dónde extraemos toda su riqueza a los precios miserables que nosotros ponemos. El colonialismo de las naciones se ha sustituido por el de las grandes corporaciones empresariales, protegidas, eso sí, por los ejércitos de los mismos atracados cuyos gobernantes son conveniente corrompidos. Porque esa es otra, a ellos, presidentes, ministros y alto funcionariado, les importa un bledo que la propia gente pase hambre o muera en las calles, su orgullo como pueblo, su dignidad como representantes políticos están enterrados bajo una red de podredumbre bien asentada. 

«Diario Palentino, 17/06/2018»

Rajoy el carcelero

       El ocurrente M. Rajoy dice ahora que aumenta las penas de prisión para proteger a la sociedad, pero no aumenta las aplicables a sus corruptos quienes son hoy la peor y más potente lacra que tenemos en este país. Le vino al pelo la corrupción catalana, que utilizó Artur Mas para despistar a su pueblo y que D. Mariano alentó para distraernos de la suya propia Todo vale al PP para sacudirse las pulgas molestas. Ante el enquistamiento del asunto catalán y el amenazante crecimiento de Ciudadanos presto a fagocitar los votos de la derecha moderada, es preciso tocar de nuevo las tripas de los ciudadanos para que enfurecidos vuelvan a apoyar leyes cada vez más restrictivas, como la que permite condenar a un chaval por hacerse un foto heavy con disfraz de Jesucristo cuando mucho peores escenas “hirientes del sentimiento religioso” se ven en fiestas de disfraces de cualquier pueblo. El impudor llega al punto de instrumentalizar a las familias de las víctimas de los crímenes más horrendos para hacerse la foto política. Vomitivo. Las cifras reales desmienten las mentiras del gobierno, España es uno de los países más seguros y con menos incidencia de delitos de sangre, porcentualmente menos que Suecia, Dinamarca y Finlandia. Menos de 1 homicidio voluntario por cada 100.000 habitantes frente a 1,3 de la media europea o los 4,75 de EEUU. Sin embargo el número de presos es un 34% mayor que la media europea porque las penas de prisión españolas son más largas y se utiliza el Código Penal para tratar problemas sociales. Antes de que Rajoy implantara la cadena perpetua ya existía la pena máxima de 40 años para los terroristas, hubiera sido suficiente que se ampliarla con esos otros delitos que tanto nos espantan.

«Diario Palentino, 18/02/2018»

Sexo y Violencia

       El debate nacional de esta semana se centra en los temas más desagradables, los delitos contra las personas. Asesinos en serie, violadores múltiples, pederastas, etc. La peor escoria de la sociedad ocupa los mentideros. La sentencia para la Manada parece estar retenida, la anunciaron para finales de enero, se la espera con expectación por la contestación social que provocó el desarrollo del juicio y porque se acerca el 8 de marzo. Las mujeres estamos preparadas para dar la batalla contra todo lo que suponga una merma de nuestra integridad física, moral y social o nos ponga en entredicho los derechos y libertades cívicos y personales. Las lanzas están levantadas, a quien se le escape la más mínima chispa sospechosa se convertirá en blanco de todas las furias concentradas.

        La cadena de denuncias por acoso, abusos y violaciones va a continuar, se ha abierto la caja de los truenos. Militares, sacerdotes, entrenadores deportivos, productores y directores de cine, hombres con ascendente moral y poder para arruinar la vida de menores y jóvenes vejados y amenazados. Niñas y niños adolescentes abducidos, todo vale a las mentes degeneradas. Lo que sale a la luz y lo que está medio oculto, como lo que cuentan unos escabrosos vídeos titulados Caso Bar España que han aparecido a raíz del 25 aniversario del crimen de las niñas de Alcàsser. Violencia depravada en grado superlativo. Las noticias nos abruman; adolescentes asesinan a dos ancianos, un chico de 14 años mata a su hermano de una puñalada,  y para remate el atroz esperpento de un niño de 9 años violado por sus compañeros en el patio del colegio, ese lugar donde dejamos los padres a nuestros hijos como el lugar más seguro. ¡Qué horror!

«Diario Palentino, 11/02/2018»

La corrupción que nos une

       Las comparaciones nos parecen odiosas salvo que procedan de concienzudos análisis. Cada día escuchamos en qué comunidad autónoma hay más lista de espera, menos profesores, más parados, menos nacimientos, más despoblación rural, etc. Hoy hablaremos de la lamentable cadena que más une a los españoles, la corrupción. Mantenemos un ejército de políticos podridos insertados como gusanos en nuestras instituciones, en casi todas, porque si lo hacen los de arriba, los de abajo presumen estar dispensados. Si el jefe de gobierno representa a un partido tildado de organización criminal para delinquir, que opera desde una sede pagada con dinero negro, y que tiene a punto de rebasar los mil investigados repartidos entre más de sesenta tramas abiertas, los alcaldes de pueblo, e incluso los presidentes de juntas vecinales, por qué van a ser menos. Así lo vemos cada día, y lo que no vemos, y lo que está por ver. Pero no pasa nada. ¿Por qué? Porque en los viejos partidos hay de todo, como en botica, y aunque es cuestión de grado, el  PP saca distancia maratoniana, al final mejor no hablar. Tuvo que llegar Irene Montero y cantarle al PP lo que el PSOE nunca osó. Los españolitos nos preguntamos: ¿Por qué de los mil cuatrocientos investigados (imputados)  hay en la cárcel menos de cien? ¿Por qué no se aprueban leyes que endurezcan las penas para los corruptos? pues fácil, por previsión, porque mañana pudieran ser tratados con su propia medicina. Y así nos va. Puigdemont se nos sale por la orejas, pero detrás de tanto telonero hay un mapa de corrupción que en julio pasado ponía a Cataluña en cabecera (303) con el doble de políticos investigados que Madrid (145 ) y que Andalucía(153 ), y eso no es persecución

«Diario Palentino, 28 de enero de 2018″