Todo importa en el dolor

       En el trato humano cualquier gesto importa. La xenofobia, la desigualdad, el desprecio y la desvalorización comienzan por pequeños gestos no corregidos que con el paso del tiempo quedan integrados en las sociedades que los asimilan y consideran tradiciones a proteger. Auténticas aberraciones lesivas hasta de la integridad física de seres vulnerables. Léase la circuncisión ritual de los prepúberes en la religión judía, cuya responsabilidad es del padre y de la comunidad, como señal de pacto con Dios y perfección final de la creación divina con un acto humano. La prueba de virginidad en las bodas gitanas, una experta desvirga con los dedos a la novia en la casa de la familia del novio y muestra al público el pañuelo con la sangre. Lo más cruel es la ablación de los genitales en las niñas, a veces tan salvaje que parece una sádica venganza. Por qué los hombres tienen que cebarse en los centros de reproducción y placer de los seres humanos indefensos, niños, niñas y mujeres, Por qué ese atavismo inexplicable. La inmigración africana nos lo pone más cerca. En España hay unas 18.000 niñas en riesgo, de ellas un tercio viven en Cataluña, donde solo en el año 2017 se intervinieron 132 casos en aplicación de protocolo de detección creado por la Generalitat y que viene funcionando desde hace diez años mediante los servicios sociales, educativos y sanitarios con la ayuda de los Mossos. Formación e información a las familias, retirada del pasaporte en caso de indicios, revisiones pediátricas antes y después del viaje familiar al país de origen, pero a pesar de ello la tradición se cuela como el agua en una cesta. Niñas nacidas en España obligadas a casarse a los diez años y traspasadas a la familia del novio. La lucha de las mujeres es de frontera.

Diario Palentino, 8 de septiembre de 2018

Tensión migratoria

Crecientes conflictos políticos, sociales y religiosos cercan el Mediterráneo. Migrantes y refugiados se lanzan al mar de cualquier manera con tal de salvar la vida o disfrutar de mejores condiciones, pero solo en el límite sur de Europa recibimos las oleadas ante el paripé del resto de países de la UE, que bajo el peso de Francia, Alemania y Bélgica, se reúnen una y otra vez sin a acabar de hincar el diente a la patata caliente mientras se la coman otros. Grecia estuvo años recibiendo y acogiendo sin rechistar miles de refugiados asiáticos, a pesar de la grave crisis económica en que estaban inmersos sus habitantes. La ultraderecha italiana ha dicho basta y amenaza con dejar de financiar su parte a la UE si no se adopta una solución definitiva. En España se debate sobre la devolución en caliente de migrantes, algunos llegan cargados de cal viva para arrojar sobre nuestra guardia fronteriza, lo que no beneficia a su causa, al igual que las imágenes de unos manteros que atacan con violencia a un turista en plena calle. En un barco anclado en Italia algunos ocupantes inician una huelga de hambre a modo de presión mediática. La religión islámica ya de por sí inspira desconfianza y temor. No pinta bien para que sean acogidos con benevolencia los que llegan, munición que rentabiliza a tope la derecha española y europea. El miedo y la inseguridad paralizan, hacen fáciles las presas, lo saben bien los cazadores de votos. Nunca ante en la historia del mundo hubo tantos movimientos migratorios simultáneos. Mientras tanto en la sombra del anonimato miles de ciudadanos y voluntarios a pie de calle ayudan a estos seres humanos de todas las edades que llegan en precarias condiciones. Un dilema de calado y difícil solución.

Diario Palentino, 25 de agosto de 2018

Jueces misóginos

La justicia debe ganarse el respeto

           Cada vez que se publica una sentencia controvertida, en la que hay por el medio una mujer, arden las redes. Los machirulos sacan las peores sombras de sus esencias. Hace falta buena educación desde la infancia para aminorar la concepción patriarcal de nuestra sociedad en la que todo el mundo tiene derecho a juzgar públicamente a la mujer de las peores formas imaginables. Y a esto le da pie la existencia de jueces misóginos, como el que dirigió la condena y posterior puesta en libertad de los miembros de La Manada o, recientemente, el que se ceba con una madre maltratada que solo quiere proteger a sus hijos. Hay párrafos en ambas sentencias en los que en vez de juzgar al malhechor se juzga a la víctima por ser mujer. Ante la desairada reacción popular salen en tromba miembros de la judicatura y de la fiscalía reclamando un respeto para la justicia, pero el respeto hay que ganárselo y denigrando a la mujer no se gana. Tendría que ser el propio poder judicial quien tuviera bajo control a estos especímenes y no les dejara intervenir en especialidades del derecho que impliquen directamente sentimientos, emociones y humanidad. Que los envíen a juzgados de lo mercantil o de lo contencioso-administrativo donde no puedan victimizar aún más a las víctimas. En Alicante el abusador sexual de un menor es absuelto porque incurrió en error sobre la edad del abusado. En Molins del Rey, seis detenidos por la violación y abandono de una mujer son puestos en libertad. En Cantabria los jueces no ven «uso de violencia» en el abuso sexual continuado a una niña de cinco años porque no lloró ni gritó pidiendo auxilio y aceptó regalos. En Las Palmas se despacha con dos años de cárcel un profesor universitario que abusó de una niña de cinco años hasta que cumplió diez. Con estas consideraciones cómo vamos a creer las mujeres en la justicia.

«Diario Palentino, 29/07/2018»

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No es no y sí es sí, ¿entendéis?

     Menos mal que han llegado unas ministras con ganas de trabajar por la igualdad y el bienestar de toda la población y no solo de unas pocas clases sociales y empresariales. Buena suerte para las mujeres. Pero los depredadores no dan tregua, ya han sacado la artillería pesada contra la ministra de Igualdad, Carmen Calvo, cuando ha anunciado que solo “sí es sí” a la hora de valorar los delitos sexuales. En avalancha se han destapado todos los aspirantes a violadores, merodeadores narcisistas y aviesos seductores carroñeros y pacienzudos de los que acechan hasta que la víctima elegida beba un poco de más o se distraiga al volver a casa por una zona oscura para forzar su resistencia entre el engaño y el miedo. Los foros de los machos salidos han ardido haciendo chanza con formularios de contratos escritos para tener sexo. Solo los hombres respetuosos que tratan a las mujeres de igual a igual, que respetan sus cuerpos y su voluntad, no han temido la nueva regulación con la que se pretende aclarar las zonas confusas del actual Código penal. Si no eres terrorista no te fijas en las penas previstas para quienes lo son. También preocupantes son los deslices que escuchamos en discursos del PP, ahora en plena guerra fratricida. Pablo Casado ha dicho que «La ideología de género es un colectivismo social que el centro derecha tiene que combatir». Porque en el PP preocupa poco que en menos de cuatro días hayan sido asesinadas cuatro mujeres por serlo. De hecho eliminaron en educación las materias sobre respeto e igualdad y separan a niños y niñas en las aulas. Están a un paso de las brigadas pro virginidad y los Sexólicos anónimos del obispo de Alcalá. El patriarcado inquisitorial y obsoleto nunca se rinde.

«Diario Palentino, 15/07/2018»

El poder de las palabras. Machirulos

         La comunicación verbal, sea oral o escrita, ha pasado a ser la forma prioritaria y casi única en la especie humana. Vemos, pero no observamos a nuestro interlocutor, no nos detenemos en sus ojos ni en sus gestos y percibimos el mensaje sin atender a las sensaciones buenas, malas o inquietantes que producen en nuestro cuerpo, al que hemos dejado de escuchar hasta que nos grita pidiendo socorro con alguna enfermedad. Utilizando palabras tanto se arengan ejércitos y se alienta el odio como se acuna el alma con la poesía o la voz suave de la madre calmando a su bebé. Por eso es muy importante valorar bien el significado que se les atribuye. Se lamenta, porque ya toca, el director de la RAE de que en ella solo hay 8 mujeres de 46 académicos y augura una evolución hacia la igualdad. Más vale tarde que nunca. Los baluartes de un machismo casposo en la institución, Javier Marías y Arturo Pérez Reverte, estarán que echan las muelas. Las voces feministas están encarrilando muchos discursos plagados de ácaros. En pasos recientes, como eliminar las connotaciones peyorativas de “mujer fácil” o “sexo débil”, se suma la propuesta de incluir en el diccionario el vocablo “machirulo”, empleado con tono irónico para denotar la prepotencia con la que un hombre se dirige a una mujer haciendo alarde de superioridad o apuntando a algún rasgo físico o de personalidad que no resaltaría en otro hombre. El patriarcado defiende sus privilegios por todos los medios disponibles consciente de que el lenguaje trasmite saberes, pero también construye y destruye barreras, autoestimas, prestigios, fortalezas, verdades y mentiras. Todos somos usuarios, víctimas o verdugos, de esta potente arma de comunicación humana.

«Diario Palentino, 01/07/2018»