eldiario.es, nuevo medio digital. Ignacio Escolar

Desde que existe Internet, solo pierden su voz aquellos que se resignan a estar callados.

…estará en la web antes del verano. En los próximos días, a través de esta página (http://www.eldiario.es/) y de nuestra cuenta de Twitter, te contaremos más detalles sobre eldiario.es.

Dictadura democrática. Bienvenidos al No-Do.

Nos quitan hasta al voz y la palabra, y “nos vamos a de dejar”

 Siento profundamente escribir lo que voy a decir, pero ahí está la portada del cuento tal y como la percibimos con los pies en la calle.

Porque la CULPA de una situación colectiva, en esta ocasión, es compartida entre agresores, cómplices y los que consentimos ser agredidos y despojados de los derechos personales básicos.

Los electores pecamos de ingenuos, somos cómplices de meter en la urna el voto equivocado, de no ver al lobo debajo de la piel de oveja, o más aún, de ni tan siquiera acercarnos a la urna para no sentirnos responsables de lo que suceda con los resultados.

Los pecados de los partidos políticos que nos pueden gobernar son muchos y muy graves, a saber, la oligarquía (nos imponen representantes en quienes “las cualidades éticas y de dirección de los mejores y más capaces no surgen como mérito reconocido por la comunidad”), el caciquismo o clientelismo (democracias simuladas que en el papel funcionan pero al margen del pueblo, solo utilizado para discursos y mítines) y el nepotismo (entrega de cargos públicos u orgánicos para familiares o “servidores fieles” sin tener en cuenta su capacidad ni competencia, tan solo su lealtad al líder que los promociona).

Los sindicatos, considerados hoy en la opinión pública como un mal necesario, también han perdido los papeles y han conseguido desvirtuar el histórico respeto hacia los muchos y anónimos caídos luchadores por los derechos de los trabajadores, convirtiéndose en marionetas vociferantes que instrumentalizan los malestares ciudadanos sin aportar casi nada positivo a cambio, tan solo un protagonismo basado en declaraciones panfletarias sin utilidad reconocida que más espantan que unen, y aprovechando concentraciones espontáneas de ciudadanos, maltratados por su Gobierno, que para nada comparten los improperios vertidos desde la megafonía oportunista con estridentes proclamas y olvido de que trabajadores somos todos, no solo los de su cuerda.

Los mercados, el capitalismo, el liberalismo económico y demás esencias crematísticas, traducen la esencia del lado oscuro de la naturaleza humana, su sino y destino es el dinero al máximo de sus posibilidades y por encima de todo, hasta donde los dejemos llegar.

Por cuanto, tenemos que hacer un profundo examen, amplio, detenido, profundo y global del por qué hemos llegado a este punto de secuestro y desprecio ciudadano del que somos objeto por quienes nos representan y nos deben su poder. «Diario Palentino,  22 de abril de 2012»

Dictadura democrática. Bienvenidos al No-Do.

Nos quitan hasta al voz y la palabra, y “nos vamos a de dejar”

 Siento profundamente escribir lo que voy a decir, pero ahí está la portada del cuento tal y como la percibimos con los pies en la calle.

Porque la CULPA de una situación colectiva, en esta ocasión, es compartida entre agresores, cómplices y los que consentimos ser agredidos y despojados de los derechos personales básicos.

Los electores pecamos de ingenuos, somos cómplices de meter en la urna el voto equivocado, de no ver al lobo debajo de la piel de oveja, o más aún, de ni tan siquiera acercarnos a la urna para no sentirnos responsables de lo que suceda con los resultados.

Los pecados de los partidos políticos que nos pueden gobernar son muchos y muy graves, a saber, la oligarquía (nos imponen representantes en quienes “las cualidades éticas y de dirección de los mejores y más capaces no surgen como mérito reconocido por la comunidad”), el caciquismo o clientelismo (democracias simuladas que en el papel funcionan pero al margen del pueblo, solo utilizado para discursos y mítines) y el nepotismo (entrega de cargos públicos u orgánicos para familiares o “servidores fieles” sin tener en cuenta su capacidad ni competencia, tan solo su lealtad al líder que los promociona).

Los sindicatos, considerados hoy en la opinión pública como un mal necesario, también han perdido los papeles y han conseguido desvirtuar el histórico respeto hacia los muchos y anónimos caídos luchadores por los derechos de los trabajadores, convirtiéndose en marionetas vociferantes que instrumentalizan los malestares ciudadanos sin aportar casi nada positivo a cambio, tan solo un protagonismo basado en declaraciones panfletarias sin utilidad reconocida que más espantan que unen, y aprovechando concentraciones espontáneas de ciudadanos, maltratados por su Gobierno, que para nada comparten los improperios vertidos desde la megafonía oportunista con estridentes proclamas y olvido de que trabajadores somos todos, no solo los de su cuerda.

Los mercados, el capitalismo, el liberalismo económico y demás esencias crematísticas, traducen la esencia del lado oscuro de la naturaleza humana, su sino y destino es el dinero al máximo de sus posibilidades y por encima de todo, hasta donde los dejemos llegar.

Por cuanto, tenemos que hacer un profundo examen, amplio, detenido, profundo y global del por qué hemos llegado a este punto de secuestro y desprecio ciudadano del que somos objeto por quienes nos representan y nos deben su poder. «Diario Palentino,  22 de abril de 2012»

Quedarse callados o gritar

Precisamos una inmensa fuerza individual y social para evitar desgarros irreversibles.

            La reacción de las masas ante las medidas autoritarias de sus gobiernos siempre ha sido un misterio intensamente estudiado por expertos o espontáneos pero sin llegar nunca a una conclusión indiscutible. O paciente silencio o estallido airado.

            Las desigualdades en la Educación y en la Sanidad tiran por tierra las gloriosas conquistas como parte básica de los Derechos Humanos fundamentales indiscutibles y se convierten en el lastre originario de todas las demás desigualdades subsiguientes.

            En el ámbito individual el estrés que crea la inseguridad de tener atendidas las necesidades básicas (alimentación, vivienda, sanidad, educación, trabajo, etc.) es el foco productor de importantes reacciones que condicionan la vida privada, familiar y social de los seres humanos.

            Respuestas desproporcionadamente violentas y agresivas en forma verbal o física, delincuencia de supervivencia (robar para comer), impotencia ante la adversidad y escepticismo para confiar en el futuro, complejos incapacitantes, depresión, falta de motivación y desesperanza generados por la incertidumbre del “mañana” laboral lo que reduce la productividad y la ilusión por el trabajo bien hecho generador de la autosatisfacción personal.

            Estamos inmersos en una etapa de la historia humana que precisa una inmensa fuerza individual y social para evitar desgarros irreversibles. La familia (ahora sí), primera unidad que conocemos al nacer y que nos da los primeros medios de vida y los instrumentos más elementales de lo que seremos en el futuro, está sufriendo los atentados más frontales nunca vistos.

               Esa familia tan cacareada e instrumentalizada con la moralina propia de las derechas más conservadoras y sus pregones religiosos, es ahora la víctima definitiva. Nos están derivando hacia un modelo establecido sobre inconmensurables desigualdades, no solo en el día a día, también incluso en la esperanza de vida. Para largo tiempo esto supone un adiós definitivo a la igualdad de oportunidades.

            No seremos iguales al nacer. Nunca lo fuimos, y menos en una monarquía (hereditaria), pero las diferencias ahora y cada día van siendo mayores. El Estado de Bienestar genera paz social y satisfacción personal, cualquier medida que lo merme es un ataque directo a la igualdad.  Criarse en un medio de ignorancia es una lacra cuasi insuperable que puede generar insalubridad, enfermedades prevenibles, disarmonía, inseguridad, desasosiego, desesperanza de poder desclasarse para llegar donde otros lo hacen, deficiente alimentación, merma en la salud y por tanto en el tiempo de vida saludable en comparación con otros que disponen ab initio de mayores recursos. Las familias con formación planifican la natalidad, organizan su economía, cuidan de la salud y pretenden mejor formación para su prole.

          Una nueva corriente filosófico-social conocida como “Economía del Bien Común” puede que se proponga como una luz (utópica aún) que nos guie hacia un futuro algo más esperanzador. Los que han hablado hasta ahora, ya han dicho todo lo que sabían y han inventado sobre la marcha.

         Hasta la resistencia pacífica va a ser delito en la nuevo Código penal. «Periódico CARRIÓN, 2ª Quincena, abril, 2012» 

Discriminación Territorial

Ahora Andalucía  demostrará que se pueden hacer recortes sin desmontar el estado de bienestar

            Las formas en que se puede manifestar la discriminación son inusitadas, pero hay determinadas facetas de la organización humana en las que las diferencias no debieran existir en ninguna parte del mundo como son Educación, Sanidad y Servicios Sociales. Utopía, ya lo se, pero hay que caminar. Los tres son conceptos inalterables, imprescriptibles, inembargables porque son la clave de la justicia equitativa en toda sociedad evolucionada.

            Hoy, más modestamente nos ceñiremos a un país, el nuestro. Un reciente estudio de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, habla alto, claro y con cifras sobre lo que las distintas comunidades autónomas gastan en Servicios sociales por habitante y año: “desde 773 hasta 120 euros-, y las comunidades más endeudadas no tienen mejores prestaciones” Valencia, Canarias y Madrid, las peores. País Vasco, La Rioja y Castilla y León, las mejores. Pero en conjunto toda España dedica el 21% del PIB,  alrededor de cuatro puntos por debajo de la media europea.

            ¿En qué se traduce esta información? Pues muy fácil en la distinción por razón del territorio en el que se reside, porque a la diferente fiscalidad que afrontamos los habitantes de las distintas comunidades, provincias e incluso municipios colindantes, se añaden los diferentes niveles de prestaciones que podemos disfrutar. Eso también es discriminación.

            En principio podríamos pensar que las comunidades autónomas más endeudadas son las que mejores servicios prestan a su grupo humano. ¡Pues no! Lo más sorprendente es que una Comunidad como la Valenciana, la más endeudada de España, es la última en la cola en prestación de estos servicios (129 euros por habitante y año frente a 773 euros que invierte el País Vasco). ¡Eureka! Se acabó la demagogia.

            La conclusión a la que tenemos que llegar es muy sencilla: la cobertura de servicios a la ciudadanía no depende tanto de la riqueza de los territorios como de las decisiones políticas sobre dónde aplicar los dineros públicos. En Valencia se lo gastan en florituras, llamativos espectáculos de todo tipo y corrupción, mientras en el País Vasco lo convierten en Sanidad y Bienestar para sus ciudadanos.

            De ahí la importancia de distinguir y no caer en el tópico de “todos son iguales”, referido a los políticos. Ahora Andalucía, que no ha dejado caer el poder en manos de la Derecha, podrá demostrar que se pueden hacer recortes y adoptar importantes medidas de equilibrio sin desmontar el estado de bienestar de los andaluces.

A resultas de las recientes elecciones la menos plenipotenciaria Derecha tendrá que atarse los machos y frenar el desmantelamiento generalizado de la justicia social. Ahora hay elementos de comparación, Rajoy va a estar muy ocupado en “centrarse” y concentrase para no dispararse en los recortes de imposible explicación.

  «Periódico CARRIÓN, 1ª quincena abril 2012»