El síndrome del “nido relleno”

se quedan con mamá“¡Que pena!, la juventud del siglo XXI no puede levantar su vuelo libre”

        Hasta ahora un problema de muchas mujeres-madre entregadas a las tareas del hogar familiar, surgía cuando los hijos abandonaban el nido para emprender el vuelo libre de sus vidas. Desde siempre durante los primeros años de aprendizaje de independencia, internados, servicio militar, emigración laboral o universidad, los “tupper” de ahora, siempre antes conocidos como fiambreras, viajaban en el petate, en la maleta de cartón o en la mochila del joven casi adolescente, como una inextinguible continuación del cordón umbilical que nunca pierden las crías humanas con sus madres. Con el tiempo la “comida de mamá”  se distanciaba cuando el nuevo polluelo ganaba la independencia culinaria, ahora con Juan Palomo, más fácil de cocinar y especiada aunque mucho menos sana. C’est la vie.

            Como en los demás órdenes de la organización humana, la actual crisis económica, laboral, social y financiera, ha dado al traste hasta con el mencionado y antiquísimo síndrome del nido vacío para convertirse en su opuesto del “nido relleno”. Muchos de nuestros jóvenes no se van porque no tienen a dónde ir, sus opciones son tan escasas y contundentes como tener que elegir entre irse a tierra extraña con el desasosiego de sentirse expulsados de su grupo humano, sin tupperware ni mimos ni el calor de los paisanos y la tierra natal, o bien quedarse mirando al sol con la ingrata sensación de estar a cierta edad adulta gorroneando a mamá y a papá en cada movimiento de su vida, comida, ropa, calzado, ocio, habitación, etc.

            Pero el nido puede rellenarse aún más con los retornos de los que ya se independizaron, incluso puede que hasta formaran su propia familia ahora catapultada a la nada más absoluta. En la ajustada vivienda familiar hay que hacer sitio para alojar a la prole y a sus retoños, juntar ayudas, pensiones de los abuelos, sueldos rebajados y ahorros de seguridad para poder recoger y mantener a las víctimas inocentes del descabale político–social y del latrocinio financiero consentido y cobijado por la ley de la jungla liberal.

            En el nido relleno el malestar creado por la vivencia de que nadie está en su sitio viviendo su propia vida abarca a todos los implicados, acogedores y acogidos, porque al final como siempre, solo nos queda la solidaridad familiar.

«Diario Palentino, 29/09/2013»

 

 

Héroes del siglo XXI

16803Mis héroes/heroínas contemporáneos sudan el día a día, pero no en playas paradisíacas

            Decir o hacer lo políticamente correcto está demodé. Y es que cuando la abundancia abunda, valga la redundancia, cualquiera se puede permitir ser diplomático y quedar bien diciendo lo que los otros quieren oír. ¡Ah, qué tiempos!

Contra todo pronóstico el siglo XXI nos ha traído el retroceso y nos ha devuelto a tiempos en los que la supervivencia es lo primero, lo que cuenta ahora es encontrar o mantener el trabajo, pagar las facturas, llegar a fin de mes y pagar las matrículas de los hijos. Ya no es hora de milongas, es hora de remangarse para no salir catapultados a la esfera marginal.

En medio de esta vorágine las estadísticas serias, no las políticas, cada día nos cuentan cómo aumenta la indigencia en España y cómo desparecen las clases medias, las pequeñas empresas, los autónomos, todos esos sectores sociales laboriosos, productores de bienes, servicios y humildes pero estables puestos de trabajo que son la base de cualquier sociedad de progreso estable. A cambio crecen las grandes fortunas, las multinacionales, los bancos y las empresonas que nos avasallan y nos atracan mediante acuerdos ilegales sobre los precios de nuestros recibos. De otro lado, la mirada impasible de supervisores e inspectores obedientes a órdenes inducidas de comerse los chaquetes y dejar los tiburones.

Hace unos años Mario Conde inició una saga de ídolos admirados por su impune piratería y delincuencia de alto nivel. Muchos ciudadanos envidian a Rodrigo Rato, tan sumamente listo que después de arruinar a los españoles se mofa plácidamente en mares paradisíacos. Junto a él muchos más…, de cuyo nombre no quiero acordarme.

Yo imagino a mis héroes/heroínas contemporáneos sudando para llevar comida a la mesa, aguantando situaciones de humillación, empujando sillas de familiares dependientes que han perdido las ayudas, abuelas viudas que cambian calefacción por material y ropa escolar, científicos e investigadores de remedios vitales para la humanidad resollando porque no les llega la subvención para acabar, y tantos ciudadanos de a pie conscientes y razonables que cada mañana aportan generosamente un poco de no se qué, de lo que saben o tienen para mejorar minúsculamente su entorno. A veces solo con escuchar basta.«Diario Palentino, 22 de septiembre de 21013»

La espiral delincuencial del PP

gobierno-rajoy“Raterillos en la cárcel,  presuntos ladrones y mafiosos en el poder”

             Y nos quedamos tan anchos haciendo aspavientos en la barra del bar, -Qué vergüenza, ahora destruyen las pruebas de Bárcenas-, luego, seguimos abundando sobre manidos comentarios, con la cañita fresca bien tirada en una tarde de verano, sin darnos cuenta de que el constante ataque a nuestra democracia es feroz y muy difícilmente reversible.

            En el seno del PP vale todo, mentir como norma, delinquir con todo un recorrido por el Código Penal, inventar contratos, situaciones laborales y argumentos, falsificar informes policiales, obstruir la investigación judicial, proteger hasta el límite de lo increíble a sus propios presuntos delincuentes, manipular información económica, financiera, demográfica, etc. Seguramente que a quienes vayan leyendo el listado anterior les van viniendo a la cabeza los hechos que se corresponden con cada tipo penal.

            Y es que, qué se puede esperar de un partido que nos pone al frente del gobierno a unos personajes* cuya mochila ya lleva, sin palabras y sin hechos, todo lo que se puede saber: Un Ministro de Defensa que vendía armas, misiles y bombas racimo (MBDA, Instalaza S.A.) , un Ministro de Medio Ambiente copropietario de la petrolera ubicada en Gibraltar (Ducar), un Ministro de Economía que presidía en la Península Ibérica Lehman Brothers, un Ministro de Hacienda que otorga subvenciones millonarias a la empresa que lo pago por ser su asesor (Abengoa), un Ministro de Interior supernumerario del Opus Dei y con eso está todo dicho, un Ministro de Industria imputado por corrupción urbanística y otros affaires (Faycan, Bango, Salmón y Eólico), un Ministro de Educación, compañero de Edurne Uriarte que lo jalea en sus medios afines,  empeñado en financiar la enseñanza en los colegios del Opus Dei. De la Ministra de Empleo, sin comentarios, ya dice ella sola bastante sobre sí misma cada vez que habla, la de Sanidad presume de “mujer tonta” que no se entera que por su casa pasa la Gürtel pagando sus facturas, la de Fomento solo tiene una obsesión, acabar con la libertad sobre la maternidad de las mujeres y culpar al maquinista.

            Con este plantel al que podemos añadir la pasividad  y rancia  inoperancia de Rajoy, el cinismo crónico de Cospedal y al tonto con cara de tonto de Floriano ¿a dónde se supone que podemos llegar?

«Diario Palentino, 1 de septiembre de 2013»

* La cara oculta de los ministros del PP

De qué se habla que me opongo

índiceb“Vivimos entre dos líneas de actuación tan simples como hacer/deshacer y oponerse”

            Interesante el informe elaborado por el Consejo de la Juventud sobre intereses y preocupaciones de nuestra juventud española. Dando unas lecciones a sus mayores les preocupa más la familia, el trabajo y la salud antes que la riqueza, el éxito y el sexo, aunque parecen desfondados a la hora de considerar que el enchufismo, el amiguismo y las relaciones familiares se superponen al esfuerzo y a la preparación a la hora de encontrar empleo. ¡Qué pena!  

                  Tenemos suerte de que los jóvenes españoles tengan más madurez y más sentido común que los que emiten las voces públicas que tenemos que soportar cada día. No están confusos, tienen las ideas claras, saben lo quieren, pero…, tienen que irse a buscar la Tierra Prometida que les niegan quienes debieran velar por la prole generacional.

Y es que la forma de hacer política y la credibilidad de los ciudadanos son como uña y carne. Una democracia sana nunca debe envejecer, su valor principal ha de ser la continua renovación para que todo funcione debidamente. En nuestro país multitud de culos ocupan asientos que les vienen grandes con otras tantas cabezas anquilosadas que cuando gobiernan hacen lo que les parece y cuando están en la oposición se oponen sistemáticamente a lo que hace el que está en el gobierno. Los ciudadanos-espectadores y víctimas huérfanas asistimos al espectáculo más deprimente de nuestra era.

Injusto e inmoral es que el gobierno nos imponga sacrificios y persecuciones exhaustivas y al tiempo beneficie a sus “congéneres” políticos como el sangrante trato a las eléctricas, una ley de costas que protege el intrusismo y la exclusividad, etc.  índicea

            Pero… y ahí nos duele, tampoco es de recibo oponerse a reformas necesarias que se debieran haber afrontado hace muchos años, ni alzar una voz en defensa de algo inoperante y que a nadie preocupa salvo a quien tema perder algo, léase la desaparición de los juzgados de paz, el control y la regulación de esa cueva de Alí Babá que son la mayoría de las mini Entidades Locales Menores, una reforma local que pide a gritos una reforma eficaz y la adaptación a la realidad social de los partidos judiciales y no a los intereses partidistas. Ahí seguimos, en la grada, asistiendo al espectáculo.

«Diario Palentino, 25 de agosto de 2013»

 

Esperando a Rajoy

 godot_011_g «¡Nada ocurre, nadie viene, nadie va, es terrible!»

              Quiénes afortunadamente hoy caminamos por la cincuentena, no olvidamos aquellos dos autores que estudiábamos en bachiller y que con sus guiones de teatro dramático de tono burlesco, llamado de lo absurdo, nos hicieron pensar en que tal vez el mundo humano que pintaban es más real del que a simple vista nos perece.

            El irlandés Samuel Beckett, en Esperando a Godot, nos dibuja con cinco personajes lo que la sociedad humana somos en resumen; dos vagabundos andrajosos que esperan a Godot, no se sabe ni para qué ni para cuándo, después un amo llevando a un esclavo atado con una cuerda, y un niño mensajero que no recuerda quien es. El rumano, Eugène Ionesco, en El rinoceronte, describe cómo todo un pueblo va decidiendo convertirse en rinoceronte para no ser diferente de los demás, salvo el despreciado beodo e iluso del pueblo que decide no asumir la metamorfosis..

             Debiéramos releer estos textos para vernos retratados en monigotes de esperanzas vanas puestas en líderes vacuos que ni están ni se les espera, al igual que Godot, y sin apenas rechistar asumimos lo que nos proponen, convertirnos en pacientes sufridores formateados en rinocerontes.

             Los “presuntos” pelotazos, contubernios, prevaricaciones, malversaciones y otras tan diversas formas de atraco a nuestros bolsillos, a nuestra fe en la humanidad y a nuestra democracia, perpetrados por malhechores que a los tres días de llenar titulares de prensa pasean ufanos y desafiantes por las calles más concurridas, nos indignan tantísimo que acabamos por “pasar” para no morir de rabia como los pardales atados por una pata.

 Cientos de políticos imputados atascan nuestros juzgados llenando miles de folios, miles de horas de trabajo de funcionarios afectos a una administración de Justicia presionada y coaccionada cuándo no es posible ser “designada” entre afiliados. Sobre el tema “Bárcenas” nos duele el alma.

          Rajoy, nuestro Presidente, decide pillarnos en el camino de las vacaciones, unos vienen y otros van, entre julio y agosto, el día uno, precisamente. Y ¡qué casualidad! un tren Alvia se estrella en su Galicia natal. Mi pésame únase al de los demás. Cada discurso comenzará con esa frase mientras “el gallego” asume su papel y nos deja convertidos en rinocerontes esperando a Godot y escuchando divagaciones vanas una vez más.

«Diario Palentino, 28 de julio de 2013»