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El Ministro de Injusticia
“Un gobierno que atenta contra los inocentes y protege a los criminales”
Terco e intolerante como corresponde a cualquier ultra. Da la sensación de que ha pasado la vida esperando el momento de tocar poder para imponerse contra toda opinión. En su mundo no existe nadie ni nada más que sí mismo. Ególatra tan empoderado de sí como irrespetuoso con el resto de la humanidad. Ni con los propios abre una brecha de debate. No le importa dividir la formación política que le ha criado. Es capaz de llevarse por delante vidas humanas, sentimientos, sufrimientos. “Después de mí, el Diluvio”, que dijo en vísperas de la Revolución Francesa, Luis XV, el absolutista rey francés más zángano de la historia.
Le resbalan las críticas de los ciudadanos. Nada le importa que la inconmensurable deuda dejada a su paso por el ayuntamiento de Madrid esté lastrando el déficit público que ahora absorberá el ahorro contable de municipios bien gestionados. Carece de empatía hacia el sufrimiento ajeno, sea de mujeres, de discapacitados, de víctimas de todo tipo de abusos administrativos, sancionadores, policiales, etc., que no pueden defenderse porque deben pagar unas tasas judiciales inalcanzables. Regala el Registro Civil a los registradores de la propiedad para dar de comer a los amiguetes, un poco “arruinados” con el fin del mercado inmobiliario. Habrá que pagar hasta para inscribir el nacimiento de los hijos.
Su guerra particular contra las mujeres, contra las libertades, contra la independencia de los jueces en el ejercicio de su función, hasta contra la Justicia Internacional que también se ve atentada por este psicópata antisocial obsesivo cuyo único trabajo es legislar ansiosamente contra todo lo que suene a Justicia propiamente. Tiene sus jaleadores de la categoría del siniestro Rouco y sus paranoicos secuaces. Es posible que también regalen los oídos los ultras, guerrilleros de Blas Piñar o de Sánchez Covisa y otras aterradoras “falanges” que nunca llegarán, esperemos, pero que dan mucha guerra.
La oposición parlamentaria debiera aprovechar este valor, da votos y hasta la mitad del programa hecho: Derogar la ley del aborto, proteger a los más débiles, facilitar el acceso a la Justicia a todo ser humano, sanear los destrozos económico financieros de las instituciones por donde pasan este tipo de bárbaros sin escrúpulos que “ponen la mano en el fuego” por cualquier corrupto de su grey y palos en las ruedas de quienes les juzgan.
«Diario Palentino, 16/02/214»
“No sé, no me consta…” y la igualdad ante la Ley
La Casa Real se burla de las leyes, de los jueces y de «sus súbditos» (nosotros)
Es frecuente que ante la Justicia llegue una mujer iletrada burocrática, llorosa y arruinada material y psicológicamente porque su compañero, marido o pareja creó una S.L. en la que él se adjudicaba el 10% de las participaciones y a ella, como regalo de amor, colocó el 90% restante, dejándola elegir el nombre de la nueva criatura mercantil e incluso designándola administradora única bajo la envenenada promesa de que, ella, la amada, solamente tendría que firmar “papeles”, porque de las tareas difíciles ya se encargaba él. Qué bonito proyectito en común, qué tierna escena, la reina de la casa y su bolígrafo firmador esperando a su héroe que vuelve cansado de la ardua tarea de hacer producir esa empresa y cargado de papeles para que firme su reina. ¡Conmovedor!
¡Pues no! Puede que el juez se conmueva en el fondo de su corazón, pero su función es hacer que las leyes se cumplan, y si la reina administradora firmante de documentos que no entiende es considerada capaz de regir su vida y sus destinos igualmente es responsable de haberse dejado engañar por su galán, ese que distraía para sí las ganancias y amontonaba las deudas societarias que ella, fiel y confiada esposa, compañera, partícipe y legalmente administradora, firmaba sin leer.
Ese tipo de mujeres «engañadas» que pierden su casa, su bienestar y son afrentadas por actos de sus compañeros de viaje, bien sea en régimen de gananciales u otras formas de copropiedad, abundan en los tribunales. Pero nadie, salvo el vecindario trijonero, habla de ellas, nadie se lamenta ni las salva de la impiedad. No originan tertulias ni reflexiones. Son anónimas víctimas de su confiada ignorancia. Solo una completa formación, que ahora también nos arrancan, es el instrumento para que las mujeres seamos capaces de librarnos de la posible manipulación abusiva a que nos expone el enamoramiento incondicional.
La infanta Cristina, con su acervo cultural, su posición y buen sueldo, su privilegiada situación de conocimiento y constante asesoramiento especializado, no puede estar durante tres horas respondiendo al Juez: “No sé, no me consta”. Es una burla de la Justicia, las leyes y los españoles
«Diario Palentino, domingo, 9 de febrero de 2014»
Economía de entrepierna
Ahora nos ponen a parir para salvar la economía del país. Si quieren más hijos que casen al clero
¡A la orden, mi capitán! Ahora tocan a follar, pero ojo, a follar como Dios manda, para procrear, de modo que solo pueden follar las fecundas, abstenerse menopáusicas y yermas.
Para el varón no hay mandato, libertad absoluta para que no se oxide el poder macho, si no es con la propia con “la otra”, con una pecadora de pago que lo hace mejor, tiene más experiencia y no compromete, porque si es amante rutinaria, puede la maléfica cogerle por el rabo y descubrirle ante la correcta sociedad y la muy respetable familia. Lo que no ven los ojos humanos los dioses tampoco, es la máxima perenne de las religiones. Vuelven a tocar muy viejas campanas de rancios sones y fétido aromas.
Ahora nos ponen a parir para salvar la economía del país. Las que no sirvan al paredón, brujas a la hoguera, mujeres de tercera. Han expulsado a las inmigrantes, vientres fecundos, que aún consideran a sus hijos, tener muchos hijos, como un valor personal, es lo que las han metido desde el catecismo, -si no vales para parir no vales nada, no eres nadie, nadie te quiere-. Vaya manera de hacer política demográfica, con el retrocatolicismo como arma, habrán recortado el pasaje de Onán cuando eyaculaba fuera de la cuñada para no engendrarla.
La justificación “económica” para prohibir a la mujer decidir sobre su maternidad suena a chiste. Con cinco millones de parados a la espalda, recortes en guarderías, impuestos en alimentos infantiles, pañales y tratamientos, el FMI exigiendo a España bajar aún más los sueldos, niños que se desmayan de hambre en el colegio, las cifras de pobreza extrema de Cáritas, Cruz Roja y ONU. Somos la vergüenza de Europa y del Mundo por ese venir a menos, y estos individuos del Gobierno no piensan más que en el follamen y en prohibir…, como auténticos “obsexos”. No quiero imaginar que harán en sus casas ¿practicarán el sado? ¿Tendrán a sus mujeres amarradas a la cama? ¿Las harán madrugar para calentarles la tostada? ¿Tendrán siervas y/o amantes? ¿Cómo funcionan esas mentes perversas que paren semejantes ideas? ¿Acaso pretenden que seamos incubadoras enchufadas a su programador? Si quieren más hijos «como Dios manda» tienen una mina por explotar, que casen al clero.
«Diario Palentino, 2 de febrero de 2014» (Para quienes no creemos en santidades hoy es El día de la Marmota, cuya sombra decidirá si el invierno se fue o se queda seis semanas más)
Nos lo debéis…, y os lo exigimos ¡ya!
Partidos y sindicatos, instrumentos de la democracia criados a nuestros pechos
Os hemos nacido y alimentado, habéis crecido a nuestra costa, con nuestro permiso y el sudor del duro trabajo de millones de españoles, pero sois hijos desagradecidos, tramposos, mentirosos y fantasmones. Os habéis aprovechado de nuestro beneplácito, de la encomienda de funciones que desempeñáis irresponsablemente pensando solo en vosotros, en satisfacer vuestro hedonismo y el de la comparsa que canta loas a vuestro pésimo trabajo.
Nuestros dineros os mantienen. Sedes, sueldos, mítines, programas, viajes, la libreta B y hasta escarceos que mejor no mencionamos, todo pesa sobre nuestra chepa de contribuyentes cada día más expoliados. Un paso que damos nos cuesta dinero, pero cada paso vuestro nos machaca, a cambio lo que recibimos merma exponencialmente.
Y, como tanto peca el que mata como el que tira de la pata, de lo que nos está ocurriendo sois responsables todos. Quienes gobiernan porque bajo su apariencia de obtusos llevan milimétricamente un plan de destrucción generalizada, silencioso pero constante, estratégicamente bien trazado para conseguir el poder absoluto a base de hambre, hambre física y mental, desilusión, desesperanza, desconsuelo. Una vieja estratagema aplicada en su cara negativa: “tanto si crees que puedes como si no, tienes razón”.
La corrupción nos avergüenza, dentro y fuera del país. De raterillos de poca monta y pícaros lazarillos, hemos pasado al fétido mundo de los grandes sinvergüenzas camuflados en empresas.com y cargos políticos que ya no elegimos porque nos vienen impuestos en aplicación de ilegales estatutos que nadie impugna.
Todos a una Fuenteovejuna, pero “ellos” contra nosotros, el pueblo soberano. La corrupción corre como la pólvora porque el poder produce soberbia y vanidad en mentes débiles de intereses camuflados bajo ideales. Se nos caen las lágrimas. El Gobierno del PP huele que apesta. El PSOE no se entrega a muerte haciendo oposición. Los sindicatos han “defraudado” en todos los sentidos. Los “pactos secretos” (de do ut des y agresión comedida) suscritos entre todos ellos nos desfondan.
Tal vez todos sean ya demasiado viejos. Más vale construir una casa nueva que arreglar una ruina. VOX, Ciutadans, UPyD, movimientos cívicos y nacionalistas emergentes, etc., inmaduros pero puros, como los niños. ¡Otra transición! Esta vez, larga y dolorosa.
«Diario Palentino, 25/01/2014»