Padres que no aman a sus hijos

3636882023077302«Luego, a la vejez se preguntan el porqué del abandono y la distancia”

             En las culturas donde las mujeres han plantado cara a la desvaloración, la invisibilidad y las exigencias machistas de sumisión, los hombres atiborrados de mensajes de supremacía, dominio y prepotencia no entienden que el funcionamiento de la familia no se basa en el ordeno y mando mientras todos escuchan y obedecen. Cuanto más obtusa es la mente del individuo más problemas tiene para comprender el valor del bienestar afectivo y emocional de su entorno. Lo que hagas hoy gozarás o sufrirás mañana.

            Cada día se ve más en los juzgados el pleito por el reparto de deberes familiares, dinero y bienes materiales. Por desgracia para nosotras y suerte para nuestros hijos, aún las mujeres-madres renunciamos al progreso profesional, laboral y personal para suplir las deficiencias del compañero-marido-padre irresponsable con sus compromisos en el seno familiar y de pareja. Todavía es patente la miseria mental con la que padres de menores, por puro egoísmo materialista, afrontan una separación dejando a su prole en la indigencia, mermando su calidad de vida, llegando incluso a reducir su jornada laboral o a empequeñecer deliberada y fraudulentamente sus ingresos para que el juez no pueda sentenciar una asignación digna en concepto de pensión alimenticia.

           Pasados los años los vemos ya ancianos sobreviviendo afectivamente solos, en residencias o en sus casas, sin apenas comunicación con los hijos que se preocuparían de su bienestar. Y, es entonces cuándo se preguntan qué pasó, qué hicieron mal, o les culpan  por su ingratitud, -con lo que yo hice por ellos- se lamentan, tal vez no darán con la explicación, o sí, pero ya será demasiado tarde para componendas. El cine está plagado de escenas de padres sufrientes y arrepentidos de no haber estado con sus niños, de descuidar el amor de su pareja, de haber vivido solo para sus propios intereses, placeres, proyectos y ambiciones; el jardín se les llenó de cardos porque su agenda secreta no incluía dar para recibir, solo tomar todo a su paso y exigir, huir de las responsabilidades y que la otra parte, la madre, supliera las carencias, las ausencias y la falta de compromiso. ¿Qué habré hecho yo? dicen consternados algunos viejos desde su fría soledad, algunos esposos abandonados cuando el territorio se convirtió en un erial. La goma se soltó de sopetón de tanto estirar.

«Diario Palentino, 03/07/2016»

Cuando mejorar es volver atrás

politica-62Revisar a fondo los chanchullos ocultos sería una buena terapia democrática

     No hace falta campaña ni programa ni promesas vanas, la tarea del próximo gobierno es bien sencilla, nunca una revolución ha sido tan fácil de enunciar, volver atrás. Volver al tiempo en que los derechos cívicos, los individuales y personales, los colectivos y sociales estaban protegidos efectivamente y no cercenados por una ley, cuando la sanidad era de verdad pública, universal y gratuita para todos los habitantes del país, cuando la enseñanza formaba ciudadanos en el respeto a los demás y en la escuelas se enseñaban valores de solidaridad y empatía esenciales para la convivencia entre los futuros adultos, antes de torturar a los escolares con reválidas invalidantes y absurdas que los queman para dejarlos sin esperanza en la cuneta, volver a aquél tiempo de igualdad en que los universitarios no tenían que dejar sus estudios por falta de medios para hacer frente al lucrativo negocio de los másteres. En fin volver a los tiempos en que las familias no se quedaban sin suministro eléctrico, ni un tercio de la población infantil era pobre de solemnidad, aquel entonces en que se desayunaba y había libros del cole. Aquella increíble época en la que cada uno podía vivir honradamente de su trabajo porque la lucha obrera con los sindicatos había conseguido condiciones dignas de trabajo.

     Hasta que llegaron los atracadores del erario público que manejaban el dinero negro que se llevaban a paraísos fiscales mientras vociferaban en contra de los trabajadores que solo tenían sus manos ocupadas en hacerles ganar lo que iban a defraudar. Miembros del arcaísmo monárquico, del empresariado, de lisonjeados políticos, corruptos y piratas de todo tipo que arrasaron con toda una organización social en la que todas las personas podían vivir en niveles aceptables de confort. Y es que el dinero no se pierde, lo que no está en la vida cotidiana de los ciudadanos está en las cuentas ocultas de los sinvergüenzas.

     El PP, máximo exponente de la corrupción española, ha sido el causante material de tanto desmán que no piensa remediar, además pretende desalentar a los votantes porque la abstención le beneficia, él tiene asegurado el voto de la gente mayor, del campo, de algunos ingenuos, de los herederos del franquismo y de los aspirantes a triunfar, no con su lema del esfuerzo, sino por los atajos del amiguismo y la corrupción.

«Diario Palentino, 19/07/2016»

Más elecciones=más desencanto

000088549“Pobres políticos, qué pueblo más chungo les ha caído, son unos incomprendidos”

            Ellos se matan con la razón, se esfuerzan, sudan la camiseta, como les gusta decir, y luego a la hora de las calificaciones esta ciudadanía ingrata no solo no reconoce su denodado trabajo sino que les califica mal, todos suspenden, no aprueba ni uno, Garzón el mejor, Rajoy el peor. Y a pesar de que todos batallan por acaparar el centro electoral los españoles no lo entendemos y consideramos al PP como extrema derecha, y a Podemos como extrema izquierda, más allá de Izquierda Unida, incluso de Bildu. El centro, centro es para PSOE y Ciudadanos, dice el CIS.

     ¡Ay que ver! Tanto machacante discurso, tanto mensaje, tanta tertulia, y no les hemos comprendido, pero que obtusos somos, no nos dejamos convencer. Y ahora llega otra vez el momento en que nos preguntan y ya estamos hartos de todos, de sus cuitas internas y de sus chalaneos, por no hablar de las alarmantes corrupciones y sonrisas de hiena del partido en el gobierno.  Hechos son amores y no buenas razones. Y los hechos cantan por sí solos, cuatro millones de parados, el veinte por ciento de la población activa, uno de cuatro trabajadores en busca activa de empleo. Según el INE, el 22,1% de la población está en riesgo de pobreza y vive con menos de 8.011 euros al año o uno de cada cinco hogares españoles es pobre, igual a uno de cada tres niños. Hay familias que no disponen de lavadora, teléfono o televisor. Los niños van al colegio sin libros, cuentan los profesores de primera línea de sufrimiento en colegios públicos de áreas deprimidas, con frío y hambre. Cuando hay exposición en la infancia a privaciones materiales hay peores resultados en salud a corto, medio y largo plazo, vienen alertando doce asociaciones científicas y médicas españolas. Y debemos añadir la pobreza extrema en que sobreviven miles de mujeres con cargas familiares y trabajos mal pagados.

     Este es el maravilloso paisaje nacional que nos deja el Partido Popular, esto es lo que nos cuenta en su campaña venezolana a ritmo de merengue. La izquierda tiene en este país una obligación imperiosa de llegar a acuerdos sin narcisismos y dejar de obstaculizar la salida del actual gobierno, de tomar el relevo y acabar con los corruptos y aspirantes a serlo. De volver, bien poco se pide, nada más que volver a cuando todo funcionaba para todos con alto grado de justicia y equidad.

«Diario Palentino, 12/06/2016»

 

Vientres solidarios u otra mina de negocio


india12“El dinero siempre encuentra el camino de prostituir a las mujeres”

       Lo que tan finamente llaman maternidad subrogada requiere una reflexión larga y profunda. Empresas de fecundidad asistida, clínicas especializadas, despachos jurídicos, laboratorios y gestores diversos se anuncian en las redes como mediadores y panacea para cumplir los sueños de descendencia de parejas infértiles, cónyuges gais, solteros que no quieren madre para sus hijos y mujeres miedosas que se niegan a asumir un embarazo y su consiguiente parto. Seguramente todos tienen sus buenos argumentos, desde los vendedores hasta los compradores. La maternidad convertida en operación mercantil. Una tentación para las mafias del tráfico de seres humanos que pronto invadirá los mercados mundiales abriendo nuevas rutas de negocio por las que circularán óvulos y gametos, bebés y mujeres pobres vendiendo su cuerpo para que gentes ricas vean cumplidos sus sueños de dejar herederos de sus riquezas y de su potente egolatría. No hay otra explicación, habiendo tantos niños huérfanos por el mundo que serían felices en esos hogares de la abundancia.

       Los anuncios plagan las redes, desde cien mil dólares made in USA hasta veinte mil en la India, dónde la madre, si acaso recibe un tercio, lo demás es para intermediarios. Lo llaman también vientres de alquiler, porque parece que el cuerpo de una mujer, entero o por partes puede ser objeto de comercio.

           Algunos anuncian Vientres solidarios, qué bonito suena, la trampa de las palabras. Detrás hay una mujer necesitada, seguramente obligada por las circunstancias, sean económicas o bajo presión psicológica marital, paternal, fraternal e incluso maternal, a la que se ha adjudicado el papelón de salvadora de su clan a costa de su propio cuerpo, de su propio dolor físico y emocional cuando se tenga que deshacer de la criatura de sus entrañas después de haber generado las hormonas propias de la crianza que hacen a las madres inseparables protectoras de sus hijos.

            En España está prohibido este negocio, con buen criterio, a ver si nos dura la razón en la cabeza, pero no en Rusia, Grecia, EEUU o India. México lo prohíbe con fines lucrativos. Volvemos a la mujer incubadora. Da miedo. Las jóvenes del mundo debieran repetir como un mantra: Mi cuerpo es mío y no tiene precio.

      ¿Cuántas mujeres acomodadas se ofrecen solidariamente a tener hijos para otros? ¿Es o no, mercadeo? 

«Diario Palentino, 05/06/2016»

Es que son putas…

codigobarras--644x362“Un causa penal contra proxenetas vegeta seis años en la mesa del juez”

            En 2010 dos registros realizados en un club de alterne de Cabezón de la Sal la policía topa con una red de traficantes de mujeres procedentes del Este europeo para ser destinadas a la prostitución. Una de ellas, rusa, presenta denuncia y se abre un proceso penal contra los responsables. Acreditados los hechos y realizadas las pruebas el fiscal califica y pide penas que suman 81 años de prisión y una indemnización de 20.000 euros para la víctima denunciante.

            No se sabe qué pasa pero el procedimiento permanece paralizado durante seis años en un ignoto agujero negro sobre las mesas del juzgado. Cuando se decide terminar la causa los delincuentes apelan a la atenuante de dilaciones indebidas acogiéndose al derecho a que los órganos judiciales resuelvan y hagan ejecutar lo resuelto en un plazo razonable. Controvertida atenuante que pretende proteger a los órganos judiciales de las irresponsabilidades de sus desidias y negligencias y proteger al reo de la llamada pena de banquillo, por el sufrimiento que padece ante la incertidumbre de lo que será de su vida cuando se dicte sentencia. Pero lo que puede ser razonable para el acusado de robo o el simple homicida no debiera aplicarse al terrorismo machista del indolente proxeneta que mientras espera la sentencia se ríe, se burla y sigue ejerciendo.

          Argumentar como justificación del retraso el atasco en los juzgados por la falta de medios, cuándo estamos hablando de sufrimiento humano, no deja ser una simplificación patética e inadmisible. El artículo 24 de la Constitución, que consagra el derecho a un proceso público sin dilaciones indebidas, también es para la víctima, pero ésta tendrá que presentar una compleja reclamación reducida a dinero ante el Estado, mientras los funcionarios causantes de los retrasos se van de rositas y duermen plácidamente sin afectarse por los dolores que causan su dejadez y la falta de diligencia debida de todo servidor público.

        La denunciante era mujer, puta y rusa, parece decir la negociación del fiscal con los seis proxenetas, les rebaja la pena inicial de 81 a 10 años de prisión entre todos y la indemnización a la víctima de 20.000 a 6.000 euros por daños morales. Han ganado la negligencia judicial y la perversión del sistema. Ha perdido la víctima, como siempre, mujer, aislada, sin idioma de comunicación, intimidada, sometida a la prostitución y ahora perseguida por chivata.

«Diario Palentino, 15/05/2016»