¡Alerta, mujeres, cuidado con Ciudadanos!


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“Para las mujeres un logro cuesta siglos, perderlo, un minuto”

             Que Ciudadanos, y su candidato “dolcegabbana”, son de derechas a nadie sorprende. Eso de ser “liberal en lo económico” se traduce en que cada palo aguante su vela y quien más pueda que más tire. Se han estado camuflando en un sí pero no, a medias tintas como equilibristas en el alambre, hasta que llegó la hora de ponerlo por escrito y se les vio la intención de heredar a los abuelos del PP. Eso, si no pactan…, o se fusionan.

            Para la sanidad nos tienen preparado un buen zarpazo. Para la educación más de lo mismo, sexismo y elitismo. Para el mercado laboral, sálvese quien pueda. En las pensiones, a buscarse la vida con planes privados. De su transparencia, ni hablamos.

            Pero, ojo, ojo, a las mujeres…, nos ponen en el camino de vuelta al velo, la falda por debajo de las rodillas y aguantar la dominación macho a la vieja usanza. El mensaje de Ciudadanos sobre suprimir las penas específicas por delitos de Violencia contra las mujeres  supone carta blanca a los maltratadores y aspirantes a serlo, por supuesto que todo macho que se precie ha captado el mensaje y les va a votar.

            Siglos de lucha, de feminismo de frontera, de dolor y sufrimiento nos ha costado levantar un dedo para que se nos reconozca como personas, ciudadanas con derechos y libertades. Apenas hace ochenta años que podemos votar, treinta y dos que comenzamos a ser dueñas de nuestra maternidad, apenas diez, que los delitos contra nosotras, por el hecho de ser mujeres, han salido del ámbito privado para ser una cuestión pública. Y ahora, en un momento, en ese instante de meter el voto en la urna, unos señoritos nos quieren arrebatar, de nuevo, nuestra integridad física con su mediática cara bonita y sus palabritas. Y, alguna picará. Sí seremos tontas. Nada más recordar, otra vez, y son datos oficiales, que desde 2003, son 800 mujeres asesinadas, el mismo número que las víctimas de ETA en toda su historia.

            Cerrar filas, es ahora lo que toca, nosotras con todos los hombres justos que no anteponen su hombría de entrepierna a lo que debe ser y conviene al conjunto de una sociedad mejor. Y seguir en la tarea de lograr que la presencia femenina en los órganos de poder deje de ser un cuento. En Palencia, que nos conocemos todos y todas, y de la pata que cojeamos, lo inteligente es votar a mujeres. Nuestras candidatas son de lujo, nos representan bien.

El provincianismo catalán

list_321px“No se entiende ese afán de querer ir de más a menos”

            Con sus defectos y virtudes nos está tocando recorrer una etapa de globalización en la producción, de concentración de la población mundial en grandes núcleos urbanos y de poderes supranacionales; la Unión Europea, el FMI o los mega bancos continentales. Tendemos a lo grande, a lo inmenso casi. Las comunicaciones, los transportes y la movilidad rompen fronteras como si fueran telas de araña. Con un solo dedo un dron nos vigila, nos lleva un paquete o nos ataca, desde el aire. Y en medio de este panorama, como por reacción, surgen con virulencia movimientos independentistas que proponen desmarcarse de la deriva general para volver a ser nimios, insolventes, enanos y comenzar de cero.

            El llamado nacionalismo catalán procede del medio rural, siempre sociológicamente más retro. La cosmopolita e intelectual Barcelona no puede desear un repliegue en su prestigio cultural e intelectual bien ganado durante siglos. Tampoco las urbes industriales, ni sus empresarios ni sus trabajadores debieran permanecer en silencio ante tamaño descalabro para sus economías; tendrían que abrir nuevos mercados, sus producción se colapsaría si en el resto del país no consumimos lo que ofertan, o su pertenencia a España dejara de ser un referente de solvencia para los compradores externos.

            La guerra del idioma es todo un esperpento. Una pequeña lengua, con reducido acervo literario y que en la propia Cataluña apenas supera 5 millones de hablantes dispersos fuera de las áreas metropolitanas de Barcelona y Tarragona, se enfrenta a los más de 500 millones de hispanohablantes repartidos en todos los continentes, a toda una macrocultura literaria, cinematográfica, historiográfica y científica de formación milenaria. Es que, ojo, incluye toda latinoamérica. Increíble, ánimo tienen, desde luego.

            Pero, con independencia del respeto que debemos a las singularidades, lo más incomprensible es el planteamiento belicoso y xenófobo contra el resto de España, como si gallegos, asturianos, andaluces, canarios, extremeños, peruanos, chilenos, argentinos, etc.,  odiaran a los catalanes y les desearan lo peor. Parecen alimentarse de un complejo de superioridad a la par que exhiben un victimismo lamentable. Muchos siglos de historia común nos han hermanado, hemos sufrido, llorado, reído y crecido juntos, nos queremos. ¡A qué viene tanto espectáculo!

«Diario Palentino, 26 de julio de 2015»

Terroristas camuflados

 Texting-acoso“Cinco mujeres muertas en doce días de julio, premio a las políticas de igualdad del gobierno”

             Amanece Rajoy inspirado una mañana y habla de un “Plan de reconciliación social” cómo de la nueva panacea que pretende ilusionar a los millones de españoles en la pobreza, a miles de universitarios sin beca, a millones de parados sin subsidio o a las voces ciudadanas amordazadas.

          Aterrado, el Presidente, por la paulatina defunción del Partido Popular a la vista de las pasadas elecciones y del pronóstico de las que se avecinan, pone en marcha forzada los motores de su equipo de gobierno y del otro, el del partido, para comerse todos sus argumentos anteriores, bajar impuestos sin criterio,  endulzar un poco a sus oponentes internos y elaborar un discurso machacante contra viento y marea para que nos repita una y otra vez que los corruptos son otros y que la salvación de España está en manos del PP. Nada nuevo cara al sol.

            Y aunque el sol nos acelere el optimismo y el caloré aletargue la indignación, algunas noticias nos hieren como púas a carne abierta. Cinco mujeres asesinadas por sus terroristas particulares en doce días de julio espolean la rabia y volvemos a empezar. Devanando el ovillo de las quejas nos encontramos con la falta total de interés del gobierno en defender y proteger a las víctimas, en otorgar un papel primordial a la educación en igualdad, en dotar de medios los recursos destinados a tal fin.

            La Guardia Civil denuncia presiones de superiores para que no se valoren situaciones de riesgo medio-alto porque no hay medios para la protección; fuentes del ámbito jurídico proclaman que no se forma a los jueces, abogados y cuerpos de seguridad para su intervención ante estas denuncias; la descoordinación en la cadena de protección es tercermundista; las casas de acogida funcionan bajo mínimos vergonzosos; las asociaciones del ramo mueren de inanición, solo queda dinero para que la FAES y la Fundación Francisco Franco ensalcen la figura y el ideario del Generalísimo y propongan más retornos al viejo Código Penal de la Dictadura.

            La pionera Ley contra la Violencia de Género aprobada por el gobierno de Zapatero sentó un hito de vanguardia internacional en defensa y prevención de las mártires de una violencia endémica en las in-culturas paterno-machistas, pero al llegar el PP, a la maquinaría se le negó la gasolina y se fomentó la discriminación machista empezando por los colegios y consintiendo el estereotipo macho a todos los niveles. ¡Vaya Plan! 

«Diario Palentino, 19 de julio de 2015»

La hora de posicionarse, qué nervios

Asterix_et_Obelix_02_1024x768“Las generales a la vuelta de la esquina y los de siempre (PSOE, PP, IU,…), desconcertados”

               Sin apenas tiempo para recuperarse del soponcio electoral de las municipales de mayo, los del bipartidismo y aledaños trabajan duro para orientar un discurso entendible y convincente para quienes no les han votado o para los que se ha arrepentido de haberlo hecho.

               Por un lado, no pueden renunciar frontalmente a las esencias e irse a las antípodas de lo que han repetido, y les ha funcionado adecuadamente, durante tantos años. Por otro, esos discursos ajados han sido el germen del nacimiento de nuevas voces con distintas expresiones y argumentario, nuevos rostros con otro aspecto y frescura, con gancho para llamar nuestra atención, aunque solo sea por lo novedoso y para huir de lo cansino.

               El puesto clave ahora en los partidos parece ser el de los encargados de campaña, los transmisores, organizadores, asesores y analistas de lo que hay que decir para convencernos de que la suya es la mejor propuesta, lo que nos conviene. Qué bonitas palabras, cuánta ilusión, cuán encantadoras promesas… Ellos saben que los ciudadanos ya hemos dado con el culo en la cantarera y que por ese camino no avanzamos más ni marcha atrás.

               La hiperactividad se huele ahora en las sedes internas, los candidatos electos de siempre y los aspirantes a serlo ven como nunca peligrar su escaño o su aspiración, es la hora de posicionarse, de revisar los tuits y la maldita hemeroteca, porque el primer frente que hay que librar para ser candidato por cuenta del partido es ganar la carrera interna de obstáculos, la más complicada, la de los codazos y las zancadillas, las insidias y el maquiavelismo. Una vez colocado el nombre en la lista lo demás es coser y cantar.

            Los aparatos de los grandes partidos están oxidados, muchas secciones y agrupaciones locales y comarcales han sido manipuladas durante años y no reflejan la voluntad de sus afiliados, sus acuerdos asamblearios se han estado modificando a conveniencia de los capos de las centrales con todo tipo de artillería pesada, y no ha pasado nada. Será muy difícil que en ellos puedan emerger nuevos valores que no sean los bien aleccionados de fabricación casera y preparados para sostener desde abajo el trono de sus mentores.

      El pánico surgido frente a los adversarios desconocidos incrementa las exigencias internas de programa y candidatos. La fiesta de la democracia no ha hecho más que empezar, ahora va en serio.

«Diario Palentino, 21/06/2015»

Traidores o coherentes

Coherencia v1“Los ciudadanos no tienen que rendir su ideología a las veleidades de los partidos”

Cuestión de objetivos. Los ciudadanos al votar buscamos lo que consideramos mejor para los nuestros, en primer lugar, y el beneficio a largo plazo para la colectividad después,instinto de supervivencia. A fin de cuentas somos los descendientes de quienes con sus habilidades no se quedaron por el camino. En cada comicios hay votantes que lo son a machamartillo porque pensaron y decidieron, o solo aceptaron una orden en un lejano día olvidado y no han vuelto sobre sus pasos para revisar su conformidad con lo que sienten hoy y ahora en su fuero interno.

La auténtica coherencia no consiste en ser fiel in extremis a una organización social o política con una adhesión de por vida, si no en estar siempre en la línea ideológica personal, en la conformidad con uno mismo. Cualquier grupo humano genera poder sobre un colectivo, poder que con el tiempo evoluciona degenerando; partidos políticos, sindicatos, asociaciones, clubs, cofradías, peñas y demás formaciones van perdiendo su objetivo por el camino a medida que los más hábiles van ascendiendo puestos en la cadena de mando hasta llegar a las más altas cotas de superioridad en una lenta pero persistente escalada, amarrando las riendas del poder y tirando de la nave a quienes se distraen, con frecuencia, idealistas e ingenuos que creen a pies juntillas en la misión. Lo que en castellano se dice – unos están al santo y otros a la limosna-.

Los cambios de gobierno como resultado de unas elecciones dan cuenta del número de ciudadanos que revisan periódicamente su voto y lo adaptan a lo que creen mejor para sí y para todos. Electores sanos, que piensan, un síntoma de higiene democrática. El inmovilismo nos llevaría a un totalitarismo esclerotizante de las instituciones representativas, sin oxígeno, sin renovación y sin flexibilidad no hay tejido social que sobreviva.

Los partidos mayoritarios, momificados en sus sepulcros de ultratumba y embalsamados con sus ajuares programáticos y discursivos, consideran una ofensa a sus dioses terrenales la estampida de votos hacia los nuevos ídolos. Los votantes reflexivos son considerados traidores y desagradecidos, se les amenaza con las penas del infierno provocado con su decisión, -no saben lo que hacen, perdónales, Señor-. Las mareas multicolores han arrasado con los diques decrépitos de quienes no han sabido o querido mantener y reforzar los canales democráticos.

«Diario Palentino, 14/06/2015»